- ¿De qué hablas? –dijo mi padre confundido.
- Hoy… le propuse matrimonio a su hija –dijo. Yo sentí cómo mis mejillas se ruborizaban y mi padre y James abrían los ojos como platos.
- ¿Casarte? –dijo mi padre hacia mí.
- ¿Con él? –dijo mi hermano.
- Bueno… no hablamos de fecha, simplemente estamos comprometidos –dije.
- ¿O sea que ya aceptaste? –dijo mi padre.
- Sí –le dije.
- _____ Iris Flynn –pronunció mi padre. Al parecer estaba molesto, solo me llamaba Iris cuando estaba molesto, así se llamaba mi madre.
- ¿Sí Hugh Connor Flynn? –él me miró molesto.
- ¡A tu camarote ahora! –me rugió.
- Me tengo que ir –le dije a Dean. Él sonrió y apretó mi mano.
- Está bien, luego te veo –dijo y me dio un beso en la frente.
Caminé con mi padre y con mi hermano. Ellos venían bastante molestos y trastabillando al caminar, yo venía lento y a mi paso. Al llegar a mi camarote abrí la puerta y me senté en el sillón central justo en el medio. Mi padre y James se sentaron frente a mí sobre la mesita de centro.
- Explícate, hace dos días no tenías novio –me dijo James.
- A ti no tengo nada que explicarte –él frunció el ceño. Yo entrecerré los ojos.
- ¡Pero a mí sí, explícate! –dijo mi padre molesto. Suspiré y agaché la cabeza.
- Bueno… ayer…
Le comencé a explicar mi sentir y lo que había pasado con Dean en estos dos días. Los dos estuvieron muy atentos y a mi padre se le comenzó a bajar el enojo.
- ¿Crees que estás lista para eso? –preguntó mi padre.
- No lo sé, de hecho no sé si me casaré, simplemente le dije que sí –dije viendo mi anillo.
- Hermanita, no sé qué es lo que pretendes pero… estaré apoyándote en todo lo que decidas.
- No me gusta la idea de que te cases hija –dijo mi padre al fin.
- Papá, qué es mejor, que me case con él… de blanco como tanto has querido… o que me fugue y no me vuelvas a ver.
MI padre entendió el punto y me abrazó.
- Es solo que me pareces tan pequeña e inexperta –dijo.
- Lo sé… pero supongo que algún día tenía que saltar del nido.
- Cierto –dijo James.
Estuvimos hablando un poco más y luego recordé que había quedado con los chicos para cenar. Extrañaba los mensajes de mi amigo así que le envié uno.
“Hola. Extraño tus mensajes, a veces la única forma de olvidar mis problemas es hablando contigo. Te quisiera preguntar algo importante para mí” –envié y me comencé a duchar.
Mientras me duchaba escuchaba la lista de reproducción que más me gustaba, iba por la de Panic! At the Disco – Sarah Smiles, cuando fue interrumpida por Adele. Rápido saqué las manos de la regadera y tomé el celular.
“Hola. Yo también extraño hablar más seguido contigo. Últimamente no he tenido buenos días. Solo confusión y sentimientos extraños en mi corazón. ¿Qué pregunta me querías hacer?” –no me gustaba que él estuviera triste. Se suponía que con él yo me desahogaba, él no podía estar triste, ¿cómo pedir ayuda si tu héroe también la pide?
“No me gusta que estés triste, un hombre no puede estarlo. Menos si es mi héroe. Solo te iba a preguntar qué piensas tú sobre el matrimonio. Una amiga mía se casará y está algo confundida acerca de sus sentimientos” –envié.
Estaba terminando de ducharme cuando sonó de nuevo. Salí del agua y me sequé, tomé el celular y abrí el mensaje.
“¿Soy tu héroe? ¡Seré Batman! Dile a tu amiga que no lo haga si está confundida. Yo también tengo una amiga cercana que se casará pronto. Pero al parecer ella sí parece estar enamorada de su chico. Verla feliz me hace feliz, al principio me molestó pero si ella está feliz con él. No me queda de otra que apoyarla con su decisión” –dijo.
Me estaba vistiendo y le envié otro.
“¿Quién te enseñó a ser tan genial? Supongo que todos quieren ser tus amigos, yo nunca te he visto y quisiera pasar el día entero contigo. Siempre me haces sentir mejor” –envié.
“Supongo que me enseñó mi mamá o mi hermanas, no lo sé. Amigos tengo muchos, pero los más cercanos son como mi familia. Si fueras una amiga cercana, te protegería a capa y espada, siempre… no importa lo que pase”.
Cuando leí eso, no pude evitar derramar una lágrima. Necesitaba conocerlo. Necesitaba verlo. Pero sabía que eso no iba a pasar.
“Gracias Batman… -le dije- gracias por ser siempre alguien tan importante para mí. Si también fueras mi amigo, yo te defendería de cualquier arpía y zorra trepadora que quisiera atraparte. Solo dejaría que una chica de buen corazón estuviera contigo”.
“Pues tú eres mi amiga –me dijo- de verdad quisiera que me protegieras contra ese tipo de chicas. Me encuentro ahora en un lío amoroso. Me encontré con mi pasado y mi futuro. Pero no tengo ganas de hablar de eso”.
“No necesito que me cuentes todo para saber que no estás bien –le comenté- solo te diré algo: Sigue a tu corazón… el corazón nunca miente, me tengo que ir. Cuídate mucho, te quiero”. –envié.
¿Enamorándome de dos o tres?
“Hay una canción de McFLY que habla sobre eso, que el “corazón nunca miente”, ¿sabes algo de esa banda?” –me comentó.
Me estaba poniendo una falda y luego metí mi cabeza en una blusa linda color blanco, y dejé que el celular siguiera sonando.
“Sí, conozco la banda. Me parece una muy talentosa banda, son geniales los cuatro. Hay uno en especial que tiene una voz asombrosa, me encanta la forma en que toca la guitarra y el sentimiento que le pone a cada canción. Su nombre es Danny Jones” –me puse un collar largo, era un búho lleno de piedritas de fantasía.
Me miré en el espejo y me maquillé muy poco. No delineé mis ojos y me puse el anillo. Lo miraba y la verdad era que me imponía un poco.
“Adoro a ese tipo y a Tom Fletcher, son divertidos y realmente talentosos. Me tengo que ir, que te la pases bien lo que queda de esta noche muñequita, te quiero” –yo reí ante “muñequita” si tan solo supiera que odio las muñecas.
Esperé en la salita a que Chloe terminara de arreglarse y cuando hubo estado lista salió. Traía un lindo blusón negro y un short azul de mezclilla, su cabello ondulado estaba perfectamente arreglado y por primera vez traía los ojos delineados, le lucían bastante bien.
- ¡Que bonita! –le dije sonriente. Ella se sonrojó y me abrazó.
- Vámonos, Nash me dijo que me esperaría en el pasillo, Dean no le agrada y cuando supo que era tu prometido menos –dijo un tanto risueña.
- Nash es un lindo chico, Chloe. Me alegro tanto de que haya conseguido tu corazón. Así sabré que te cuidará.
- Te podría decir lo mismo, pero sabes que no estoy muy de acuerdo con tu decisión –dijo abriendo la puerta. Fuera se encontraban Dean y Nash, estaban riendo. Eso nos impactó a ambas.
- Ya, ¡Sh! –dijo Nash y carraspeó. Recuperó la seriedad y fue a los brazos de mi hermana. Ella sonriente lo abrazó.
- ¿Listas? –preguntó Dean, sonriendo también.
- Claro –dije y tomó mi mano. Caminamos hacia el elevador y luego llegamos al piso de los restaurantes, llegamos a uno de comida china y allí en una mesa enorme para once personas. Los chicos se pararon al vernos llegar y ellas estaban sentadas al lado de sus respectivas parejas. Nos sentamos y yo estaba entre Matthew y Dean. Era una posición incómoda.
Estuvimos cenando y riendo a morir. La verdad era que aunque odiaba a Kelly, bueno en realidad no era tan mala. Al parecer los chicos comenzaron a aceptar más a Dean y cuando se enteraron de que era mi prometido, no dijeron nada más que un: “Oh, yo quiero ir a la boda”.
Al terminar dimos una vuelta y luego Cameron nos invitó una copa a su camarote. Estuvimos allí bailando y jugando Rock Band hasta que nos cansamos. Luego hubo una ronda de chistes en la que el que ganaba siempre era Matthew, no por lo que decía sino por las caras que hacía, en ocasiones mis carcajadas y las de Jack eran las más pronunciadas. Es que no soportaba sus tonterías. Dean también se estaba divirtiendo.
- Chicos yo tengo una propuesta –todos reíamos así que nos quedamos callados al escuchar la vos de Kelly- ¿Hace cuanto que no juegan a la botella?
- Depende de qué tipo –dijo Nash- Si es de besos –giró los ojos pensativo- hace años y si es de castigos –giró los ojos otra vez- también –dijo riendo.
- ¿Les gustaría jugar? –dijo levantando las cejas un par de veces, nosotras estábamos dudando. Ver a nuestros hombres besarse con mis amigas no era tan agradable de pensar.
- No lo sé –dije confundida.
- ¿Tienes miedo? –preguntó Nash.
- No… si ustedes aceptan yo acepto –dije sonriente.
- ¿A ti quién te dio permiso para jugar? –preguntó Dean levantando una ceja.
- Yo misma –dije segura y lo abracé.
- Bueno –dijo sonriente y me dio un beso en la frente.
- Está bien juguemos –y todos se comenzaron a reír nerviosos. Nash trajo una botella de Vodka vacía y nos sentamos chico-chica en un círculo.
- Regla uno: Nada de celos, lo que pase en este círculo aquí se queda –comenzó Kelly. Eso para mí era perfecto- Regla dos: el beso no puede durar menos de diez segundos y entre ustedes decidirán si será de piquito, no forzosamente tiene que ser un beso de verdad. Regla tres: No se puede besar a la misma persona.
- ¿Ya estamos listos todos? –dije. Todos asintieron, la única que parecía más incómoda con el juego era Danielle. No le gustaría que tocaran a su hombre.
Hicimos un juego de disparejo para ver a quién le tocaba girar la botella primero y fue Nash el que perdió.
Al girarla, la primera que le tocó fue mi hermana así que gustoso la besó frente a nosotros, ella estaba muy nerviosa pero Nash no permitió que se negara, le tomó las mejillas con ambas manos y luego se acercó lentamente a ella. Cerraron los ojos y su beso empezó muy tierno y luego Cameron tuvo que carraspear para que se separaran.
El segundo en tocar fue Matthew y le tocó Danielle. Cameron entrecerró los ojos y se pusieron colorados ambos. Él se le acercó y le dio un piquito de diez segundos.
- Por fin sé lo que se siente besar a una pared –exclamó Danielle y todos reímos. Matt solo la abrazó y Danielle comenzó a reírse nerviosa.
El siguiente fue Cameron y le tocó con Carter, ambos se miraron sonrojados y Cameron volvió a girar la botella.
- Oh, que bueno que la giraste de nuevo, ya me había sentido celoso –exclamó Nash. Mientras giraba nos reímos hasta que paró en Kelly. Se escuchó un: “Oh, Oh”. Danielle entrecerró los ojos y suspiró fuertemente. Cameron no le quitaba de encima la vista hasta que ella lo miró un tanto molesta.
- ¡Hazlo ya rápido! –lo instó. Cameron sin pensarlo dos veces se acercó a Kelly y le plantó un beso, pasaron diez segundos y se separó de ella limpiándose la boca.
- Lo siento, lo siento –dijo Cameron apenado.
- No importa es solo un juego, sé que me amas a mí –le dijo Danielle.
- Que bueno que lo sepas –dijo Cameron con una brillante mirada. Kelly lo miró decepcionada, tal vez pensó que sería un beso de verdad.
Siguió Carter y le tocó con Izzy, él rápidamente le plantó un beso y ella sonreía porque no era cualquier beso, era un beso de verdad de veinte segundos. Nosotros reímos porque cuando se separaron estaban sonrojados a más no poder.
Luego fue el turno de Jack, quien tuvo que besar a Kelly forzósamente. Él no quería al principio, pero ella insistió tanto que se lo dio, pero él se separó tan rápido pudo.
Fue el turno de Dean y le tocó Izzy. Ella se puso totalmente colorada. Carter cerró los ojos.
- Es mejor, así no te golpeo –dijo Carter. Izzy se acercó y Dean le dio un lindo piquito. Incluso Izzy tenía los ojos abiertos. Rápido contaron los diez segundos y se separaron. Así fue hasta que me tocó a mí.
- Que sea rápido porque ella está por casarse –dijo Dean, yo lo fulminé con la mirada y ahora comencé a desear que me tocara con cualquiera menos con él.
Giré la botella y fue una total sorpresa en quién calló. Matthew rápidamente se sonrojó y yo me mordí los labios.
- Rayos tenías que ser tú –dijo Kelly. Dean también giró los ojos, al parecer a mi prometido no le gustaba nada la idea.
- Un juego es un juego –dijo rápidamente mi hermana.
- Sí, ya no hay vuelta atrás –dijo Nash- beso, beso, beso, beso –comenzó a corear y todos le hicieron segunda. Yo me comencé a poner nerviosa, sería un beso extraño. Sería tocar sus labios rojizos con los míos. Sería… con el odioso asesino de cámaras. Él hizo media sonrisa y se acercó a mí.
- Hem, no sé hacer esto así que… -dije apenada.
- Tranquila, solo es un beso –dijo alentándome. Me acerqué a él y él puso su mano en mi mejilla. Noté que sus labios temblaban, yo observaba sus brillantes ojos castaños y la sonrisa que esbozaba, era tan extraño sentir que mi corazón se comenzaba a acelerar. Mis mejillas se acaloraron un poco y él se acercaba más a mí, el silencio se apoderó de la habitación. Luego de unos segundos que para mí fueron unas eternidades, él tocó mis labios con los suyos. Automáticamente cerré mis ojos. Sentí la dulzura de sus labios, el calor y la suavidad que transmitían, no pude evitarlo pero moví mis labios. Él rápidamente atrapó los míos con la suyos y en sincronía los acarició, un exquisito sabor se apoderaba de mi boca, una ráfaga de sentimientos corría por todo mi cuerpo, roca fundiéndose con roca. Él metió la mano entre mi cabello y acercó mi cara más a la de él, sentí su traviesa lengua entre mis labios y reí bajito. Luego escuché cómo alguien a lo lejos decía.
- ¡Ya aléjate de mi hombre! –era Kelly.
- ____, ya pasaron más de dos minutos –dijo Dean cerca de mi cara tratando de separarme de esta temible adicción. En eso sentí cómo nos abrazaron y abrí mis ojos y mis labios seguían entrelazados con los de Matthew. Él también me miraba, nuestros labios seguían juntos.
- Me encanta cómo se ven, pero no es muy adecuado que digamos –dijo Nash y nos soltamos inmediatamente. Me senté al lado de Dean y Kelly me miraba con una mirada envenenada y llena de celos.
- Lo… lo siento –dije y agaché la cara.
- No importa es un juego, ¿verdad Kelly? –dijo mi hermana reprendiendo la actitud de la única que había salido enojada del juego.
- Cierto –dijo molesta y luego miró al Matt quien observaba la botella con cierto brillo en los ojos.
Kelly estaba por girar la botella cuando todos comenzaron a bostezar, al mismo tiempo así que era solo una excusa para ya no jugar.
- Carter –comenzó Izzy- tengo sueño, ¿nos vamos ya? –le dijo con una mirada suplicante.
- Claro –dijo Carter y se levantaron.
- Bien –dijo Nash- será mejor que todos nos vayamos a dormir, es tarde –dijo y ayudó a mi hermana levantarse. Matthew también se levantó y Kelly no le quedó de otra más que dejar la botella en el mini bar.
- Bien, fue divertido –dijo Dean- hasta otro día –dijo y tomó mi mano. Les sonreí a todos pero no me atreví a mirar a Matthew.
Caminamos fuera de la habitación y subimos al elevador. En este venía la canción de Bob Dylan, con la voz de Ed Sheeran, se llama Make you feel my love.
Comencé a tararearla y me sentía extraña, porque recordaba la sensación de los labios de Matt en los míos, el ardor de su calor, el sentimiento de su… corazón latiendo con aceleración al igual que el mío.
- Sal del elevador –me dijo Dean cuando recuperé el sentido. Él sonreía.
- Sí, lo siento –le dije. Salimos juntos y luego llegamos a la puerta de mi camarote. Abrí la puerta y le ofrecí un trago a Dean.
- No gracias –me dijo, yo sí me tomé uno- Oye, no tomes demasiado, no quiero volver a traerte del bar –me dijo riendo- Últimamente bebes demasiado. Eso no está bien.
- Lo siento, tal vez lo hago por la ansiedad.
- ¿Sientes ansiedad?
- Últimamente sí, por todo me pongo nerviosa.
- Entonces con más razón deberías de dejar de beber, no quiero que te enfermes –se acercó a mí.
- De acuerdo –dije abrazándolo. Su dulce olor me era tan agradable. Hacía tanto que quería un abrazo. Cameron solo me lo prometió pero no me dio nada. Comenzó a moverse, me encantaba mecerme en sus brazos, hacía tanto que no pasaba eso. Agachó la cabeza y acunó mi barbilla en su mano. Me miró fijamente y esbozó una linda sonrisa. Se acercó para besarme y acarició mis labios. Traté de responder el beso, pero solo sentí piel contra piel, no había electricidad, no había calor. No había… nada en sus labios, me separé lentamente de él y le sonreí para que no se sintiera rechazado. Me dio un beso en la frente y luego me abrazó.
- Por fin vuelvo a estar contigo –me dijo al oído, yo lo apreté hacia mí y suspiré.
Luego que él se fue, estuve pensando mucho tiempo en el beso con Matthew. La verdad era que cuando pensaba en la sensación sentía un extraño cosquilleo en el estómago. Mordí mi labio inferior y cerré mis ojos.
- Fue genial, gracias –dijo Chloe en la entrada. Abrí los ojos y Nash ya estaba frente a mí.
- ¿Piensas en ese beso? –preguntó. Sentí como mis mejillas rápidamente se encendieron. Negué con la cabeza y él sonrió- Hubieras visto la cara de...------------------------------------------------------------------------------
Hoola, espero que ahora vean el capítulo :) si no, no se que hacer D: