Sentí que alguien se sentaba conmigo. Bajé las manos de mi cara y lentamente abrí mis ojos. Un chico con unas grandes gafas oscuras estaba sentado frente a mí.
- ¿Matthew? –dije sorprendida. Él me hizo media sonrisa.
- Hola ____ –saludó. Tomó mi mano izquierda y me puso una servilleta bajo esta. Mi corazón comenzó a latir de una forma totalmente desbocada y mordí mis labios para acallar el titiritar de mis dientes. Bajé la mirada y con las manos temblorosas la abrí.
“Tal vez no soy yo a quien querías ver sentado frente a ti. Tal vez soy alguien a quien querías borrar de tu vida. Tal vez soy solo un intruso que se cruzó entre tus mensajes. No sé cómo pasó, si fue cosa del destino, si fue solo por azar o si simplemente te equivocaste al enviar ese primer mensaje. Fui tu amigo por un mes completo. Fui tu novio por día y medio y tu prometido por dos semanas. Hola ___ Iris Flynn… mi nombre es Matthew Lee Espinosa y es un placer irrumpir entre tus mensajes”
Leí una y otra vez la misma servilleta. ¿Era él? Mi mejor amigo, del que en un principio me había enamorado. Al que le había dicho toda la verdad, el que me daba consejos para enamorar a Matt, osea… ¿él mismo? Cómo…
- ¡No ma…! –pronuncié.
Levanté la mirada y sus ojos hazel me observaban con mucho detenimiento. Estaba preocupado por mi reacción y yo estaba en shock.
- ¿Todo el tiempo… fuiste tú? –dije entrecortadamente, a penas y se escuchó lo que dije.
- Al parecer sí –dijo mordiendo sus labios. Dejé la servilleta frente a mí y observé mi celular. Marqué su número y al primer timbrazo, Matthew sacó su celular del bolsillo y me mostró la pantalla. Esta decía: Iris – Llamando.
- ¿Lo sabías? –dije aún nerviosa.
- No… -tragó saliva- me enteré de que eras tú cuando me enviaste el último mensaje. No tienes idea de cómo me sentí cuando supe que eras tú y que eran: Dean y Kelly quienes…
- Shh –supliqué. Nos quedamos unos minutos en silencio. Observé a la mesa de Chloe y ellos estaban frente a frente. Él tomaba su mano y ella sonreía.
Una lágrima comenzó a salir por mi mejilla. Mi corazón no sabía qué sentir, tristeza no, emoción, no lo sé… pena por mí misma… creo que era eso.
- Lo siento –me disculpé-, por no decirte la verdad…
- No importa ya… -dijo él, tenía las manos pegadas a la mesa. No movía ningún músculo- yo tampoco quise prestar atención a las señales que me dabas. Lamento no estar allí a tiempo.
- No me hubieras detenido –excusé.
- Lo sé, lo hacías para protegernos… como te dije aquella vez: Te preocupas primero por todos y al último por ti. Esto no fue valiente… fue realmente peligroso.
Mordí mis labios y limpié mis lágrimas. Suspiré y miré hacia la ventana, desde allí se veía el cartel de Hollywood.
- ¿Te gustaría verlo mas de cerca? –preguntó.
- ¿Me llevarías ahora? –pregunté.
- Sí –susurró.
- Espera aquí –dije y me levanté de la mesa.
Caminé hacia la mesa de Nash y Chloe. Ellos me miraron y sonrieron.
- Iré con Matthew a dar una vuelta, los veo en la entrada de la casa a las 12.