"B" de Bondoni (Emiliaco)

Capitulo Narrado 14

Había pasado ya una semana después de aquel día donde Emilio y la madre de Emilio lo habían llevado a su casa.

Ahora Joaquín se encontraba llendo a su casa después de las tutorías de Química, su cabello bailaba con el viento que hacía, tenía una gran sonrisa, el curso de repostería estaba por acabar y eso significa que iba a pasar más tiempo con Emilio.

Joaquín entró a una cafetería, comprara uno debido tantos pastelillos que estaban en exhibición, ya que no creía que le dieran la receta.

La cafetería estaba casi desierta, pero era obvio, estaba haciendo mucha calor ninguna persona vendría por un café con un calor de infierno, fue directo a una mesa y  se sentó, espero a que un mesero llegará a pedir su orden.

Minutos después llegó un chico, era pelirrojo, ojos azules, pecas adorables, era de una misma altura y podría decir que hasta de su misma edad, su sonrisa era demaciado tierna ya que sus encías podían verse.

-Muy buenas tardes yo soy Braulio, seré quién tome tu orden.–Sonrió de una manera tan tierna que hace que Joaquín quisiera apretar sus mejillas el chico tendió la carta a Joaquín–Vengo en un rato por u orden–Braulio se retiró con una sonrisa.

Joaquín vió la gran variedad de postres, el sabía por cual pastelillo iba, pero ahora que tenía el menú con tantos pastelillos no estaba tan seguro.

Pasaron poco más de diez minutos cuando joaquin hablo al mesero, este llego justo después de que le haya hecho la señal.

-Cual será tu orden jóven–pregunto el mesero

-Dime Joaquín–dijo sonriendo, no me gustaba que lo llamarán así, se sentía raro.

-Muy bien ¿Joaquín?–la voz del chico sino temblorosa.

-Quiero un pastel de frutos rojos y una malteada de fresa–sonrio, nunca había probado el pastel de frutas pero era el que más le había llamado la atención.

El chico apunto en su libreta y asintió.

-En seguida se lo traigo–y con eso el mesero desapareció de su vista.

Cuando el pedido llegó a Joaquín se le hizo agua la boca, si sabía tan bien como se veía le iba a encantar.

Comenzó a comer su pedido y con cada bocado se daba cuenta de que aquel pastel entre más comías más querías, la malteada tenía un sabor inigualabe.

Era el último bocado de aquel pastel tan delicioso y Joaquín ya no podía comer más, un bocado más y seguro explotaría, pero era tan delicioso, con mucho esfuerzo termino su pastel y lo poco que quedaba de la malteada, sonrió, era lo más delicioso.

Joaquín se levantó a pagar lo que había pedido y llevo dos rebanadas más de ese pastel, uno para su hermana y otro para su madre, cuando le iban a entregar su orden el chico metió el recibo de pago y dos tarjetas más en la bolsa donde estaban los pastelillos.

-Gracias por su compra vuelva pronto–Una señora mayor le entrego la bolsa y así Joaquín salió de la cafetería.

                             ∆_∆

Joaquín entró a su casa, fue directo a la cocina a dejar la bolsa en la mesa y subió a decirle a su madre lo que había traído, le sorprendió mucho cuando su madre corrió escaleras abajo con Renata detrás y ambas jugando a quien llegaba primero.

Entró a su cuarto y su celular vibró.

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Joaquín se extraño, entró al perfil del chico pero este solo tenía fotos de gatos y de unos chicos, todos diferentes, y joaquin dudaba que uno de esos chicos fuera el, lo dejo pasar.

Estaba apunto de apagar su celular cuando le llegó un mensaje.

Joaquín sonrió en grande.

¡Mañana tendría una salida con su crush!
Su corazón dió un vuelco.

Joaquín controlate, es una salida de amigos, solo de amigos

Su conciencia reclamó, pero aún así el seguía emocionado por esa salida