Capítulo Narrado 17

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Joaquín y Emilio se decidieron por ir a comprar alguna botana e ir directo a la casa de Emilio a ver una película, hacia bastante frío como para estar afuera paseando.
 
Ya con la botana en un tazón, las bebidas en la mesa y la aplicación de Netflix abierta comenzaron con la búsqueda de una película.

-No, no, no, no–Joaquín soltó una risita, llevaban más de veinte minutos buscando una película.–Oh, no tampoco–Joaquín volvió a reir–¡Oh mira! Una película de un perrito–Emilio chillo–¡¿Podemos ver esa?!–Pregunto a Joaquín aguantando otro chillido, Joaquín asintió con la cabeza.

Ambos chicos se sentaron en la cama de Emilio de tal modo que manos estubieran cómodos, el tazón de cristal que contenía los bocadillos descansaba en el regazo de Joaquín y las bebidas de ambos chicos en la mesita de noche que estaba justo a un lado de cama.

La película comenzó, los bocadillos empezaban a terminarse y las bebidas también.

La lluvia hizo un ambiente más placentero y cálido, la película estaba por la mitad.

Cuando los bocadillos se acabaron dejaron en la mesita de noche el tazón.

La escena que presentaba era digna de una escena cliché donde los chicos que se gustan están en la misma habitación con la lluvia de fondo.

Emilio y joaquin de ves en cuando hacían comentarios sobre la película, el único sonido de aquella habitación era los diálogos de la película y la lluvia que caía bañando las calles de la ciudad de México.

En un momento dado Emilio y Joaquín voltearon al mismo tiempo, la nariz de Joaquín rozando con la de Emilio gracias a la poca distancia que había entre ambos, los ojos de ambos chicos conectando se.

Todo ruido dejo de escucharse, en ese momento solo estaban ellos dos, la distancia fue acortándose hasta que la nariz de Joaquín rozó con la de Emilio, ambos sumidos en sus pensamientos.

No lo hagas, si ahora tienes su amistad después de lo que harás no tendrás nada.

La conciencia de Joaquín decía con desesperación por ser escuchada.

Solo iba a ser un beso, no pasaría nada malo.

Sus labios son tan bellos al igual que todo en el, besalo, es momento de que aclares tus sentimientos Emilio.

La conciencia de Emilio decía todo lo contrario, era hora de aclarar sus sentimientos, era hora de saber que sentía hacia el chico que se la pasaba en sus pensamientos día y noche, era ahora, el tenía que saber si en realidad le gustaba aquel chico de hermosa voz e increíble personalidad.

La distancia se fue acortando hasta que los labios de ambos se rozaron.

Joaquín suspiró y cerró sus ojos al igual que Emilio.

Estuvieron unos segundos más así hasta que Emilio no soporto más y junto sus labios con los de Joaquín, el beso comenzó lento, como si tuviera miedo de quebrar a Joaquín.

Era un beso lleno de ternura.

Joaquín sonrió como su corazón latía como loco.

La mano de Emilio se dirigió a la mejilla de Joaquín y la acarició con lentitud, por otro lado el brazo de Joaquín se dirigió a el cuello de Emilio.

Emilio ladeó su cabeza para profundizar más el besó.

Los labios de ambos chicos encajaban perfectamente, como si fueran hechos a la medida.

Ninguno de los dos supo cuanto llevaban besandose, pero suponían que mucho ya que sus pulmones clamaban por oxígeno.

Joaquín rompió el besó, pero no sé alejó, sus labios seguían rozándose con los de Emilio.

-Yo...–Joaquin fue cortado por un beso corto que Emilio le dió.

-No digas nada, solo... Solo déjame hacerlo de nuevo–Joaquín no dijo nada más, solo cerró los ojos acercándose de nuevo a Emilio el cual empezó un nuevo besó, éste era con mucha más ternura.

Emilio mordió el labio de Joaquín haciendo que este jadeara en sorpresa.

Emilio aprovechó para rozar su lengua con la de Joaquín y pronto ambas lenguas se encontraban en una batalla.

La película había terminado ya.

El único sonido era el que hacía el beso de ambos chicos.

El beso termino de nuevo gracias a la falta de aire.

¡Eso fue asombroso!

La conciencia de Joaquín exclamó.

Emilio abrazo a Joaquín por la cintura y tomo la laptop y comenzó a buscar otra cosa para verla, cuando ambos decidieron que ver se acurrucaron y se taparon con una manta.

Joaquín se sentía tan bien entre los brazos de Emilio, pero había algo que o dejaba de rondar en su cabeza.

¿Ahora que somos?

"B" de Bondoni (Emiliaco)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora