Emilio había pasado toda la noche despierto.
Iba a prepara todo para confesarse a Joaquín, Emilio iba a darle una sorpresa a el chico.
Hizo un camino de pétalos de rosas, las cuales había robado del jardín de su madre, luego podría disculparse por matar sus flores.
Aquel camino de pétalos guiaban hasta el salón de música en donde se encontraba el gran piano de cola de Emilio, si, su madre lo conventos de sobremanera.
Había luces colgadas en todo el salón, gracias a la ayuda de su amigo el cual llegó a las 6:00am solo porque lo obligó.
Había pequeñas notas en los muebles con el mismo papel color azul pastel que usaba Joaquín para dejarle cada nota en su casillero.
Había encargado comida para que la trajeran a domicilio.
Había colocado mantas y almohadas en el suelo haciendo un nido, la laptop de Emilio reposaba en una de las tantas almohadas.
-Emilio, estoy muerto–Suspiro cansado el mejor amigo de Emilio.
-Vamos bro, casi acabamos–dijo emilio tomando la muñeca de su mejor amigo y lo llevo hasta el piano.
El timbre de la casa sonó y ambos chicos en la sala voltearon a verse.
-¡SAFO!–Grito el mejor amigo de Emilio antes de que este lo gritara, Emilio bufó.
-¡Santo Jesús wey!, Ni siquiera quieres ir a abrir la puerta–exclamo molesto dirigiéndose a la puerta.–Y no vuelvas a gritar o despertarás a Mi Quini–dijo ya en la puerta para después correr escaleras abajo para ir a abrir la puerta.
Emilio abrió la puerta y el chico le entrego las bolsas de comida, pagó y cerró la puerta en cuanto el chico desapareció de su vista, corrió a la cocina a poner toda la comida en platos y los puso en la mesita de madera para transportar de manera más fácil la comida a la planta de arriba.
Llegó al salón de música donde se encontraba su mejor amigo con la laptop de Emilio en su regazo viendo algunas cosas, Emilio dejo la bandeja en aquel nido de mantas y almohadas que había hecho.
Justo cuando puso aquella mesita de madera en el nido la mano de su mejor amigo se acercó al plato con intensión de tomar una de las papas fritas pero antes de que la mano de este lo lograra Emilio le dió un golpe alejándola.
-Auch, que agresivo eres–dijo el chico con un puchero.
-Son para Quini, no para ti holgazán–comentó con su celo fruncido.–Haaa te creas baboso, abajo están más para ti, ve a comerlas abajo y yo me meteré a duchar–Su mejor amigo bajo las escaleras corriendo y Emilio fue por su ropa a su cuarto encontrándose a Joaquín aún dormido entre las blancas sábanas en su cama, sonrió viendo cómo el labio de Joaquín estaba haciendo un puchero, sonrió, hasta durmiendo era lindo.
Emilio corrió a darse una ducha y se arregló lo mejor que pudo.
Cuando su cabello ya estaba totalmente secó salió del baño y se dirigió a su habitación, Joaquín seguía durmiendo plácidamente.
Emilio subió a la cama y se sentó a horcajadas en Joaquín, sin aplastarlo, comenzó a repartir besos por toda la cara del chico haciendo que este riera y comenzará a despertar, los ojos de Bondoni parpadearon para acostumbrarse a la luz del sol, sus mejillas tomaron un rubor, muy tierno a la vista de Emilio.
-Hasta cuando estás recién despierto eres hermoso–Emilio besó la frente de Joaquín.
-Estaba mintiendo, mi cara debe estar hinchada por tanto dormir, mi cabello debe estar completamente despeinado, me veré fatal–murmuro Joaquín cubriendo su cara.
-Quini, no te cubras, ¡Eres hermoso!–Joaquin negó con la cabeza.
-Ha sí–Despues de eso Emilio se encontraba haciéndole cosquillas a Joaquín y este reía.
-¡Yah!...¡Emi-Emilio–Joaquín comenzaba a quedarse sin aire.
-Okay Quini–Joaquin espero a que su respiración se regulará y cuando sus manos estaban a punto de tocar las costillas de Emilio esté bajo corriendo fuera de la habitación.
-¡Mailo! ¡Eso es trampa!–Grito Joaquín bajando de la cama y corriendo a la puerta de la habitación, pero se detuvo inmediatamente cuando vio aquel camino que formaban los pétalos de rosas.
¿Pero qué rayos?
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"B" de Bondoni (Emiliaco)
FanfictionAl abrir su casillero un papel color azul pastel calló a sus pies, la tomó y comenzó a leer. "Cuando sonríes te ves mucho mejor que cuando estás triste, tu sonrisa ilumina mis días Tahi. -B" aquella carta logro hacerlo sonreír. El chico que miraba l...