Sin entenderte ; Emiliaco

➽ Capítulo 3: ¿Se queda?

Miro a mi hermana; tiene el cabello arreglado, cara maquillada y una ropa que sólo usaba cuando salía con su ex novio, es obvio que se arregló para Emilio.

O sea, tal vez escuchó su voz, ya que se me olvidó decir que ella estaba en su cuarto hablando con sus amigas mediante una videollamada.

-Ren, ¿qué haces tan arreglada?-entrecierro los ojos y la miro. Ella sólo peina su cabello con sus dedos, nerviosa.

-Siempre estoy así- ríe nerviosa y me mira con cara de enojada ya que estoy jodiendo su conversación con Emilio.

-Oh, hola señorita-interrumpe Emilio mientras se levanta del sofá y le da la mano a mi hermana.

-Mi nombre es Emilio y estoy dándole clases al viejo de tu hermano - ambos ríen y yo me quedo serio en el sofá, pero luego me uno a sus risas.

-Si escuché... ¡Cantas genial!- casi grita y Emilio se asusta. Renata se percata de éso

-Perdón, qué lindo tu pelo, que fuertes brazos...- le coquetea mientras muerde su dedo índice, aparentando estar nerviosa.

-Bu-bueno, voy con Joaquín, luego hablamos -Emilio se aleja de Renata rápidamente.

-Claro, ¿cuándo vienes de nuevo?- ella se acerca a Emilio y yo miro la escena, un poco celoso. Me gustaría coquetearle así a Emilio.

-Depende si me contratan- Dice Emilio mientras me mira y los ojos de Renata igual se fijan en mí.

-Claro que si, o sea, es cosa de mis padres- digo y me levanto.

- Tus padres me dijeron que tú tenías la decisión, así que... tienen Emilio pa' rato - grita y luego me abraza.

Coloco mis manos en su espalda, fuerte y ancha, es tan lindo sentir su cuerpo y calor.

Él hace saltitos, provocando que yo igual los haga, después tropezamos con la pata del sofá, caemos en el mismo y quedamos cerca, hasta puedo sentir su respiración en mi cuello.

-Hmm, me avisas si tienes un amigo tan guapo como tú- dice Renata mientras nos mira con mueca de disgusto. La linda escena con Emilio se rompe gracias a ella.

-Claro, ¿mañana lo puedo traer? Es bien cholo igual que yo pero se comporta-dice mientras se levanta del sofá y se acomoda su camisa.

-Sí, nuestros papás nunca están, pero ¿por qué perdiste el interés en Emilio, Renata?- me acerco lentamente a ella y Emilio se queda atrás mirando su celular.

-Nada, luego hablamos Joaquín-se da una vuelta y comienza a subir las escaleras rápidamente.

-Qué rara-decimos al unísono Emilio y yo. Después nos miramos y reímos.

-Oye, ¿mañana seguimos? Y recuerda nunca dar la información que me diste, en mi barrio dices algo así y mañana te vienen a robar-dice mientras revisa su celular, y lee los mensajes que le van llegando.

-¿Qué cosa?-pregunto con confusión.

-Que tus padres nunca están-guarda su celular, que se ve viejito, en su bolsa y me mira.

-Me voy, mañana a la misma hora ¿okay?-dice y toma sus cosas. Agarra su mochila y camina hacia la puerta.

-O-oye pero dame tu celular, digo, así me avisas cuando no puedes venir-miro hacia el suelo y él me mira raro.

Luego inclina su cuerpo hacía mí.

-Claro, anota- me dicta números y los anoto en mi celular.

Siempre pensé en que los números de celular de alguien eran únicos, y que eran especiales dependiendo de la persona, o sea, como tener el celular de tu crush, adorarás ésos números los primeros minutos.

-Listo ¡Nos vemos Emi!-digo y él me sonríe, raro, pero lo hace. Hay un poco de tristeza en su sonrisa. Me gustaría tanto saber que le pasa, pero comenzamos mal y además terminamos raro, poniendonos felices porque se quedase. Acaso... ¿Le importará tanto el trabajo?