Sin entenderte ; Emiliaco

➽ Capítulo 19: Segunda Reunión

Otra vez amanecí pensando en el día anterior. Pero esta vez en los besos de Patrick y la propuesta que me había hecho. Lo estoy comenzando a querer bastante, pero no lo suficiente para ser novios.

Como todos los días, fui a trabajar. Patrick me miraba y me hacía gestos raros. Me acerqué con la excusa de que si necesitaba algo, para ver que quería.

-Amor, se te ve el chupetón. Cubrelo, toma. Tengo este paliacate.-Tomé el paliacate y me lo puse en el cuello. Reí.

-Gracias. ¿Se le ofrece algo más, caballero?- dije fingiendo la voz.

-No, señorito. Puede retirarse.- dijo y después me agarró de la cadera. Abrazó mi abdomen y yo revolví su cabello.

Volví a trabajar y después terminó mi turno. Al salir de la cafetería me despedí de Patrick porque eran las siete y media, hoy me tocaba turno largo. O sea, sólo una hora y media más pero... como sea.

Me fui en locomoción, en la cual el viaje duró media hora, hasta el departamento de A&R. Cuando llegué hice lo mismo que la otra vez; le dije al recepcionista sobre el productor y me dejó subir.

-Buenas tardes, Emilio y Joaquín.- vi que Joaquín había llegado un par de minutos antes que yo.

-Buenas tardes.-dijimos al unísono Joaquín y yo, sonriendo.

-¿Qué pensaron sobre la banda?-preguntó entrecerrando los ojos mientras se sentaba.- siéntense.

-Nuestros padres nos dejaron elegir a nosotros. Pero estaban muy felices puesto que son amigos, aunque de eso nos enteramos en la cena. -respondí ya que Joaquín me miraba para que yo dijera algo.

-Bueno, sus firmas aquí. La verdad sólo los acepté porque son padres de hijos millonarios. ¿Por qué digo esto? Ahora necesito que me muestren aunque sea una canción que tengan compuesta, cada uno. Este procedimiento se hace originalmente a los que vienen de abajo, antes de hacer un contrato, pero igual si no tienen una, no hay problema. Podemos crearla en estos días.-dijo rápidamente mientras movía sus manos al compás de sus palabras.

Me molestó que dijera éso, yo no quería ser famoso por mis padres. Pero me aguanto, es el mejor sello discográfico. Aún así ya había oído pestes de él.

Entre tanto pensamiento me perdí y olvidé que estaba ahí. Joaquín esperaba que yo hablara primero, pero nunca hablé, así que él habló.

-Pues... yo tengo una canción. Una canción que se llama Si Me Dices Que Me Quieres.- dijo y le pasó un usb al productor. Yo no tengo mis canciones guardadas en aparatos electrónicos. Sino en mi mente y mi corazón, ah se crean, tampoco tan romántico. Pero sí, las tengo grabadas ya en mi mente, y en papel.

-Yo... tengo una canción. Una rola, se llama Labios de Miel.- comencé a cantar y Joaquín quedó cabizbajo. De seguro comenzó a recordar el primer día que nos conocimos y yo le canté esta canción. Cuando me preguntó si tenía novia, cuando me tuve que ir porque mi hermano estaba mal.

Terminé de cantar y el productor solo me sonrió.

-Están contratados. Claro, si quieren. Pero... quiero que ambos hagan una canción. Para eso tienen que venir todas las mañaans y tardes aquí, los dos juntos. ¿Estudian?- nos dijo y yo quedé preocupado. ¿De dónde sacaré el dinero que ganaba de la cafetería? ¿Y Patrick? Ya no lo veré tan seguido.

-En línea. -respondimos juntos y yo lo miré. Reímos.

-Oiga, jefe. Pero, ¿acá cuánto se gana? Es que ya trabajo de otra cosa además de esto- pregunté confuso.

-Renuncia. Acá ganarás muchísimo dinero. Aunque depende de cuanto vendan sus canciones.- dijo y me quedé dubitativo.

-Eso ha sido todo. Mañana nos vemos en el departamento legal, ahí firman y hacemos el contrato. A las dos de la tarde.-nos abrió la puerta y nos fuimos.