Siete días habían demorado en llegar hasta Refugio Estival, en donde su media hermana, la reina, se detuvo a dormir una noche, a recoger algunas de sus pertenencias familiares de mayor valor y a dar instrucciones de no permitir la entrada al castillo a nadie que no tuviese la sangre del dragón una vez que ella abandonara la fortaleza.A la mañana siguiente, después de desayunar a solas con sus hijos, montó en la carroza real luego de solicitar muy tiernamente al maestre que avisara a lord Wyl de su pronto arribo a su hogar ancestral, y que le ordenara preparar el barco más cómodo de su pequeña flota para cruzar el Mar de Dorne.
Darshan había querido persuadirla de abandonar la tonta idea de rodear el Brazo Roto para llegar a Antigua por mar, y que cruzaran las arenas del desierto, asentamiento por asentamiento, para ganar todo el tiempo posible hasta los Hightower, pero en ningún momento Vassillissa se despegaba de sus hijos, de ser Vadim o ser Hannes, ni le dirigió la palabra excepto cuando se requería una orden específica.
Sin embargo, así lo hicieron. Continuaron emprendiendo su lento avance por las montañas arenosas del Sendahueso hasta llegar al castillo del viejo lord Wyl.
El joven Alagan Targaryen no se había movido de su lado en ningún momento. Vassillissa no había mencionado nada sobre la traición del lord comandante Tormenta en querer hacerlo ascender al Trono, pero sin duda era eso lo que mantenía a Alagan sumido en un mutismo triste y con el apetito moderado. Su medio hermano había tenido la intención de vestir la capa blanca, pero las conspiraciones palaciegas habían empañado ese tan noble deseo.
No hacía falta preguntárselo, porque se era obvio que le ensombrecía haber sido utilizado como una pieza política. En Refugio Estival, había decididamente abandonado los colores, para vestir de un gris apagado que lo mantuviese neutral en los conflictos por venir.
Por ello Darshan no lo presionaba. Alagan había crecido rodeado de amor y de seguridad y tan repentina ingratitud le había hecho escapar de su burbuja de comodidad en la que Darshan hubiese querido que continuara un poco más. Alagan hablaría cuando tuviese algo que decir, y mientras tanto, solo lo dejaba cabalgar bajo su atenta y amorosa mirada.
Diez días les tomó realizar ese corto trecho, pero el cansancio del viaje apenas había conseguido hacer mella en la resistencia del cuerpo fibroso de Darshan Fuegoscuro. Hacía años que Darshan no visitaba Dorne, pero recordaba demasiado bien el abrasador sol del verano, el molesto sudor bajo la armadura y la resequedad de la boca cuando no se sabía buscar bien en los pozos escondido en las arenas. A Darshan nunca le había gustado demasiado el clima árido de Dorne, pero no se quejaba. En cambio Karstark y Dustin, que habían vivido buena parte de su juventud en la humedad norteña, les estaba costando trabajo respirar y resistir apropiadamente a las exigencias del calor.
Incluso Vassillissa Targaryen y los niños parecían apretar de mejor gana los dientes, sin demostrar demasiado disgusto, y es que al final, la sangre del dragón llevaba el calor del fuego en las venas.
Al llegar a Wyl, un pequeño contingente de hombres envueltos en telas de colores claros y brillantes, los recibieron con cestas con fruta y botas de agua fresca para sortear los últimos kilómetros hasta el castillo. Muchos de ellos se hacían pasar por simples sirvientes, pero su forma de cabalgar no lo engañaba: eran todos soldados, aunque todos bajo la paz del rey, por lo que Darshan comió y bebió sin ningún temor. Entre la Guardia Real de la Reina viajaba el príncipe Liam, por lo que cualquier señor de Dorne era de fiar.
El castillo del viejo Wyl era una simple, aburrida y grotesca mole de piedra cuadrada alta en lo alto de una colina: impenetrable y poco atractiva. Lord Wyl recibió a la reina y a su corte en el patio de la fortaleza, acompañado por su vieja esposa y su único hijo adulto que se había encardado de dar cinco nietos, todos varones, para evitar que la herencia de la Casa quedase en peligro, si acaso alguna tragedia se avecinaba.
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PONIENTE I : Hielo y Fuego
FanfictionHan pasado 500 años desde que ocurrió el reinado de Daenerys Targaryen en los Siete Reinos. El mundo ha evolucionado, las ciudades y los castillos han proliferado, los habitantes se han multiplicado y ha habido paz en Poniente desde que la amenaza...