S I E N N A

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-Al Sur - dijo el acólito -. La reina Targaryen va a continuar moviéndose hacia el Sur con toda su corte.

-¿Estás seguro? El viaje por ese camino es mucho más largo y tortuoso.

-Lo harán. El maestre en Refugio Estival me ha dicho que el medio hermano bastardo de la reina los guiará por el Sendahueso hasta Wyl, en donde cruzarán el Mar de Dorne, descansarán en el Escorpión, y más tarde en barco otra vez hasta el puerto de Antigua.

-Les tomará varias semanas llegar hasta donde los Hightower. Eso es bueno. Nos da tiempo para prepararnos.

-¿Y sabe, mi lady, por qué razón la reina no tomó camino hacia Altojardín? - Ian Flores había perdido toda precaución a la hora de hacer preguntas.

-Vassillissa odia a lord Massimo Tyrell. El hombre estuvo insistiendo incansablemente en comprometer a Visenya con su hijo mayor, Thayer. A lo que el rey estuvo a punto de aceptar, pero Vassillisa no quería a ningún Tyrell en la corte, ni mucho menos a uno que estuviera casado con su hermana. Ya sabes, los Tyrell y los Hightower ya no son lo que eran, y Vassillissa está de parte de Antigua.

-¿Y cómo dejó de insistir lord Tyrell?

-Le dije a la reina que lord de Invernalia tenía una hija hermosa con quien lord Massimo la podía comprometer para dejar en paz al rey y su pobre intento de obtener una tajada Targaryen para su Casa. La reina aceptó, lo conversé con mi tío y en menos de una luna Stark y Tyrell formaron una alianza.

-Y ahora la reina piensa que tener a una Stark en Altojardín, siendo familiar suya, mi lady, puede beneficiar a la Corona para mantener a raya a los Tyrell.

-Exacto.

-Pero lo que la reina no sabe es que usted no está jugando para ella, sino para usted.

-No nunca para mí, mi amigo. Para el Norte.

Sienna no sabía si había cometido un error, pero ese era el precio que tenía que pagar por conseguir las migajas que sólo Ian Flores podía conseguir en la Biblioteca del Gran Maestre Algie. Y aunque el acólito no le había demandado ningún trato formal en el intercambio de información, Sienna había comprendido con excelente habilidad los gestos sus ojos verdes desde el primer día en que lo vio.

Ian Flores sabía cómo escalar y moverse en el tablero para su propia conveniencia y aunque Sienna no lo sobrevaloraba, sabía que aquel repertorio de canciones era algo que ambos estaban dispuestos a cantar con increíble sinceridad.

-¿Y la princesa Visenya? ¿A Rocadragón?

-Sí, partió durante la noche - dijo, mientras conducía el carro de madera en que Sienna depositaba los libros que necesitaría, aparentando, para el resto de la biblioteca, estar concentrados en una conversación puramente intelectual -. Partió en barco, en solitario. Sin amigos ni guardias. Sólo ella con su tripulación.

-Hermana Oscura - <Así se llama su barco>.

-Me parece mucho que la princesa Visenya busca parecerse a la primera Visenya...

-Sí, busca parecerse a la hermana-esposa de Aegon el Conquistador - bufó Sienna, molesta por la mala costumbre humana de buscar inspiración en grandes héroes pasados, en vez de enfocarse en el presente y en las habilidades propias de cada quien -. Quiere ser una guerrera. Siempre lo ha querido. Quiere ser fuerte. Pero no es más que una mala copia de la primera Visenya Targaryen. Le ha pesado ser mujer.

-Pero su tío, el príncipe Gabryel quiso llevársela al Bosque Real con él.

-Lo sé. Está muy molesto con Devendra, por lo de la reina y por lo que ese sacerdote rojo le hizo al Trono de Hierro.

PONIENTE I : Hielo y FuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora