SIN MENTIR

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POV LENA

––Pudiste herirme...

––¡Pero no lo hice! ––Confesé incorporándome, fui directo a la barra sirviendo unos cuantos tragos más, Andrea no dejaba de hablar.

––¿Entonces con que intención lo provocaste? ––Honestamente era una muy buena pregunta, realmente lo causé con la única intención de poner en aprietos a Kara, desgraciadamente no funcionó, incluso siendo sólo ella misma manejaba perfectamente la situación.

––Ese no es tu problema, estás aquí para hacer lo que yo te diga ¿No es así? ––Bebí un fuerte trago de licor, volviendo a sentirme mejor cerré los ojos por unos segundos colocándome una mano por detrás del cuello, ahorita mismo podría estar haciéndolo con Kara en mi habitación, a cambió de eso me encontraba perdiendo el valioso tiempo con Andrea. ––¿Qué a sucedido con Kara?––Pregunté retomando el tema. ––Has realizado algo de lo que te ordené... ––Cuestioné. ––Mis indicaciones fueron muy claras.

––Lo mismo de siempre. ––Finalmente habló observándome con mucha determinación, suspiró y siguió. ––Hacerle la vida más que imposible tal y como lo pediste. ––Sonrió desviando ligeramente la mirada. ––Al principio fue difícil pero con el tiempo se volvió más sencillo, ¿Kara no te a mencionado nada?

––Sólo que eres una terrible jefa. ––Me burlé. ––La segunda noche provocaste que llorara, nada mal pero puedes mejorar. ––Dejé salir un falso gesto sobre mis labios.

––¡Estoy haciendo lo mejor que puedo, Lena! ––Incluso Andrea tenía su fuerte carácter, creo que en ocasiones le colmaba la paciencia.

––¡Tengo que repetírtelo todo! ––Con enfado dejé la copa sobre la mesa tuve mucha suerte de que no se rompiera entre mis manos, la tolerancia no estaba de mi lado. ––Las reglas son simples ¿verdad? ––Repetí con enfado, de inmediato sentí la tensión en la habitación.

––Sí, lo son. ––Aceptó con resignación, di unos cuantos pasos hacía ella yendo al otro extremo de la amplia habitación. ––Lena... ––Le obligué a sostenerme la fría mirada quedando justo enfrente de Andrea.

––¿Cuál es la primera regla, Rojas? ––Nuestras miradas se encontraban conectadas.

––Hacerle la vida imposible a Kara. ––Un chasquido salió de mis labios.

––La Segunda... ––Le obligué a seguir.

––No interrumpirla cuando este contigo. ––Fue todo lo que necesité escuchar volviéndome a incorporar y así mis brazos cruzar.

––¿Y porqué demonios nos interrumpirte anoche? ––A veces tenía que recordarle su trabajo aquí una gran pérdida de tiempo para mí.

––Querías la tuviera cerca ¿No? ––Sentía la molestia en su voz.

––En el trabajo es toda tuya pero fuera de él yo hago con Kara lo que me plazca ¡De acuerdo!

––No volverá a ocurrir...

––Espero que así sea. ––Suspiré. ––En fin, la razón por la que estás aquí es porque necesito que vayas a una importante junta el día de mañana. ––Fingir ya no ser la dueña de CatCo no lo dejaba nada fácil. ––Irán varios empresarios muchos de ellos son dueños de otras compañías de medios. Recuerda, todos creen que tu eres la dueña así que actúa como tal. ––Sonreí. ––Eso es todo puedes marcharte.

POV KARA

––¿Qué sucede? ––Andrea mandó a llamarme, después de no verla en varios días volvió aparecer.

––Vendrás conmigo a una reunión, así que toma tus cosas para irnos. ––Todo fue extremadamente raro recién había llegado y ya estaba nuevamente en su lista, quizás esta vez no sería tan amargada ¿cierto? ¡Rao porqué a mí!

––¿Ahora? ––Cuestioné.

––No, Kara, para mañana. ––Contestó con ironía. ––¡Claro que es para hoy! ––Tomó su bolso, no me quedó de otra que seguirla hasta el estacionamiento, en todo el camino nadie mencionó una sola palabra, ni siquiera volteaba a verme usualmente siempre que podía disfrutaba molestarme.

––¿Sucede algo? ––La observé por unos cuantos segundos.

––Nada, sólo que es sorprendente que conduzcas. ––En esta ocasión su chófer no conduciría.

––Soy alguien normal, Kara. ––Confesó. ––También se conducir, así que sube al auto. ––Colocándome las gafas torpemente finalmente entré, el caminó fue algo largo incluso el tráfico siempre era un gran problema en Nacional City, aun así ya habíamos llegado al lugar.

––Gracias... ––Andrea fue la primera en ponerle fin al incomodo silencio, volteando en su dirección mis ojos se perdieron de lleno en ella aún no lograba entender a que quería llegar. ––Fuiste muy valiente al arriesgarte aquella noche, Kara. ––Siguió. ––Afortunadamente todo salió perfectamente bien, descuida no necesitas decirme nada, en fin. ––La vi salir del auto. ––¿Planeas quedarte ahí o vendrás?

No creí que las juntas entre empresarios fueran tan aburridas, ¿Lena tenía que pasar por esto? que horror, debe ser una enorme frustración.

––Andrea Rojas, la nueva dueña en CatCo, ¿Cómo has estado? ––Unos empresarios eran más grandes que otros, a decir verdad Andrea era la más joven en la reunión y aún así no se dejaba intimidar.

––Más que excelente... ––Contestó.

––Por lo que hemos visto eres una mujer muy reservada, no has dado entrevistas provocando que seas más interesante. ––Bien, me percaté de muchas cosas, los empresarios sólo quieren poder y cuando alguien nuevo llega al mercado todos se lanzarán sobre esa persona haciéndola caer.

––No me gusta hablar de mi vida personal y laboral. ––El lugar quedó en gran silencio, ¡Vaya que era muy reservada! fue casi inevitable no reírme en voz baja. ––De acuerdo, ya que estamos aquí comencemos...

POV LENA

––¿Sigues con la investigación? ––Marcaban las diez de la noche y Kara aún seguía frente al computador, yo por otra parte seguía observándola trabajar. ––¿Te gustaron las flores?

––¡Fuiste tú! ––Dejó escapar una gran sonrisa centrando sus ojos en mí.

––¿Quién más? ––Me levanté yendo directamente a ella.

––¡Lo sabía! ––Comenzó a reír resonando por toda la habitación. ––Las adoré...

––Te mereces lo mejor. ––Sujeté su rostro atrayéndola por completo a mis labios, "Uhm" sus húmedos besos eran lo mejor.

––¿Cómo cuando llenaste mi oficina de flores? ––Susurró dejando escapar una adorable sonrisa a mitad del beso, podía sentir el ardor de timidez en sus mejillas.

––Exactamente...

––¿Así es como malgastas tu dinero? ––Dejé salir una pequeña risa, debido al comentario provocó que nuestro beso se rompiera.

––Tratándose de ti jamás sería malgastarlo. ––Declaré acariciando suavemente la comisura de sus rosados labios, en un movimiento la sujeté por la cintura colocándola sobre la mesa para así sus piernas rodearme al rededor de cadera, pude apreciar sus labios ligeramente semi abiertos. ––Te amo, Kara... ––¿Fingir...? es lo mismo que hace Kara todos los días ¿no es así? sólo en ésta ocasión las mentirosas somos las dos.

LA ÚLTIMA DECISIÓN (TERMINADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora