Capítulo 17

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Advertencia.

Este capítulo puede afectar la sensibilidad de algunas personas con contenido violento e impactante.

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Una semana atrás.

Viena, Austria.

En el instante en que puse un pie fuera del aeropuerto me llegó un mensaje en el beeper, un conjunto de letras y números, el cual identifiqué como la matrícula de un auto. Por lo que caminé hasta el estacionamiento, tardé menos de un minuto en encontrar el carro y abrí la puerta del conductor; no tenía seguro y las llaves estaban puestas.

Dentro de la guantera se encontraba un sobre con dinero suficiente para un mes y un mapa de la región. En el tenía marcado con un círculo rojo una zona fuera de la ciudad, donde posiblemente estuviera mi objetivo.

Agarré el dinero y el mapa y lo metí dentro de mi mochila, era con lo único que había viajado. Saqué mi gorra y me la coloqué; seguí registrando dentro del carro pero no había nada más, me baje y abrí la cajuela, encontrando lo que estaba buscando. Guarde el arma entre mis pantalones y me fui de ahí.

Por más que trabajará para la ACF, no podía darme el lujo de confiar en ellos como para manejar el auto que me dieran, un ejemplo claro era el motivo por el cual estaba ahí. Así que paré un taxi y le pedí que me llevara cerca de donde me indicaban. Al llegar, como esperaba era un lugar con varios edificios abandonados.

- wie viel kostet das? [¿Cuánto va a ser?]

- Zwölf euro... [Doce euros...] - el conductor me veía de forma sospechosa.

No podía culparlo, la situación no era la más normal, nadie estaría tranquilo teniendo a un chico asiático, de diecisiete años, viajando solo y que al primer lugar al que quiera ir llegando al país sea esté sitio, sin olvidar que estuviera hablando alemán fluidamente.

Le pagué y me baje, al mismo tiempo que me llegaba un mensaje nuevo.

"Segundo edificio, cuarto edificio"

Me asomé por la ventana del copiloto para poder ver al conductor.

- Entschuldigung, könnten Sie in anderthalb Stunden für mich zurückkehren?  Ich bezahle das Doppelte. [Disculpe, ¿será que pueda regresar por mi en una hora y media? Le pagaré el doble].

Pareció pensárselo un segundo cuando al final me respondió con un "está bien". Dió vuelta en u y se fue.

Caminé tranquilo hasta el segundo edificio, tenía alrededor de cinco pisos y se veía bastante viejo.
Me adentré en el, revisando cada nivel con sumo cuidado de que no hubiera alguien más ahí, y no fue hasta el último piso donde encontré a la persona que estaba buscando.

El hombre, de alrededor de cincuenta años, se encontraba amarrado a una silla pegada a una viga de concreto, tenía la cabeza gacha y un poco más flaco de a como estaba hace un mes. Me acerqué sigilosamente hasta él y le apunté en la cabeza con la pistola pegada a su oreja.

Al momento de sentir el contacto del arma, levantó la mirada Robert Moore.

- Así que eres tú - suspiró - me preguntaba a quien de los diez iban a mandar.

Agente 00  [Eunhae] EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora