La vida siendo un Alfa es absurda, la vida siendo un Omega es el doble de absurda, pero, me conformo con lo que soy, un simple Alfa.
Mis intereses como Alfa son absurdamente escasos a comparación de todos los Alfas del instituto al cual asisto. Un instituto para hombres en donde Alfas y Omegas conviven en "armonía".
Miro a mi alrededor mientras analizo la última palabra, aquí la "armonía" es que todos estén como perros en celos.
En clase de sexología lo usual es que los Alfas le induzcan el celo a los Omegas como si de eso dependiera la maldita vida, empiezo a enojarme nuevamente mientras todos me miran.
Mi humor se ve afectado no sólo con la escena de mis compañeros manoseándose, sino también, con la maldita cara de satisfacción del profesor quien disfruta de todo el show.
-Malditos perros—Me levanto de mi asiento mientras todos los Alfas me miran de reojo.
-¡Ja! Te quejas de los Alfas siendo uno, qué hipócrita eres, Alessandro—Zach ríe mientras Clovis introduce su miembro en su boca para así producirle placer.
Mi cara inexpresiva al mirar toda la escena es común, ya me acostumbre a toda la mierda que hacen.
-¡Deténganse!—Mis feromonas se liberan, los Omegas se detienen al sentirlas, los Alfas gruñen mientras me miran—Váyanse—Estos obedecen mientras toman sus cosas y se van.
Tomo a Clovis del brazo y hago que se levante de entre las piernas de Zach, quien me fulmina como siempre.
-¿Estás demente?—Zach gruñe mientras me fulmina.
-Sí, quizás no se hayan dado cuenta de lo demente que estoy, debe ser por eso que siempre hacen lo mismo una y otra vez—Le doy la mochila a Clovis quien me mira perplejo.
-¿¡No puedes sólo irte!?—Me grita alguien que no conozco, este es un Alfa enojado.
-Eso haré—Lo miro detenidamente—Siento que sus feromonas de Omegas sean opacadas por las mías.
-¿¡Qué has dicho!?—Este me agarra del suéter.
-Lo que escuchaste—Mi actitud relajada es simplemente irritante para los demás, quito su mano y camino fuera del salón junto a Clovis, el profesor me mira como si tratase de analizarme.
Entro al baño y miro a Clovis quien empieza a arreglarse su uniforme, este me mira y sonríe como si nada hubiera pasado.
-Te traje una cápsula, puede que la necesites—Digo mientras arreglo su cabello.
-No tienes por qué estar enojado, es nuestro instinto—Este se la toma mientras lo observo sin decir nada—Lo sabes, ¿Cierto?
-Si eso es ser Alfa, entonces, lo odio.
-¿Quieres ser un Beta?—Niega con la cabeza—No puedes luchar contra tu naturaleza, Alessandro.
-Lo sé, yo sólo odio tener que ver a todos comportándose como perros en celo—Suspiro mientras peino mi cabello despeinado.
-Alessandro, ¿No has pensado que tú eres el del problema?—Clovis me observa detenidamente—Llevo conociéndote desde siempre y nunca he podido percibir algún indicio de celo en ti.
-No necesito entrar en celo—Desvío la mira al hablar de esto por milésima vez.
-Alessandro, realmente eres un Alfa raro. Además, voluntariamente no podrías ocultar tan bien tu olor el cual es realmente penetrante. Simplemente es imposible...
-Eso no importa, de todos modos mi olor nunca ha sido una preocupación.
-Alessandro, eres el maldito Alfa dominante del instituto. ¿Cómo no te preocuparía tu olor?
-Clovis, sólo termina de arreglarte y regresemos a casa—Este deja de sonreír al sentir la presencia de Zach quien entra al baño.
-Aquí estás—Dice acercándose a Clovis, lo detengo y este me gruñe.
-¿Qué pretendes?—Zach me fulmina con la mirada.
-Alessandro, cálmate—Clovis me mira ligeramente.
-Estoy calmado, sólo le impido que se acerque a ti.
-Alessandro, ya te lo dije, yo quiero a Clovis y eso es todo lo que importa.
-Vaya "querer"—Me río sarcásticamente—Inducirle el celo sólo para divertirte, es simplemente asqueroso.
-Alessandro, por favor...—Zach se le acerca a Clovis quien se ruboriza al escuchar lo que Zach le susurra—Todo está bien, no te preocupes.
-"Me dejaste caliente, ven a la fraternidad"—Susurro mientras Zach me mira sorprendido—¿Se te olvida que mi audición es aguda?—Vuelvo a reír mientras niego con la cabeza—Dejo a Clovis con Zach en el baño mientras escucho como me maldicen.
Los Alfas del instituto me miran detenidamente, mi olor nunca me ha preocupado, pero estoy consciente de que lo libero sin darme cuenta provocando que otros se intimiden dependiendo de mi estado de ánimo.
Las calles están desiertas, me siento solo y desanimado al no tener nada interesante en mi vida. Quizás Clovis tenga razón, soy un Alfa demasiado raro.
Al llegar a la fraternidad todos me miran detenidamente, algunos salen de la cocina para así confirmar mi llegada.
-Tus malditas feromonas son realmente fuertes cuando estás de mal humor—Marcus, el Alfa que me desafió por el amor de su ahora pareja, me sonríe mientras me extiende la mano.
-Malditos maricas, deberían dejar de intimidarse por mí—Suspiro mientras subo las escaleras.
-Vendrá otro Alfa de intercambio—Dice mientras ríe.
-¿Y eso en qué me involucra?—Me detengo para así mirarlos.
-Dicen que sus feromonas son más fuertes que las tuyas—Todos ríen—Dejarás de ser el Alfa dominante.
-Sonrío—Nunca quise ser el Alfa dominante, lo soy debido a su insuficiencia de feromonas, idiotas—Todos ríen mientras me muestran el dedo de en medio.
-Maldito Alessandro, ¿Cuándo dejarás de presumir?
-No lo hago, yo sólo digo las cosas como son—Río mientras me dirijo a mi habitación.
Esta se encuentra justo frente a las escaleras, es la habitación más grande y limpia de todo el maldito edificio, al entrar dejo mi mochila en el suelo y me siento en mi escritorio.
Abro el compartimento oculto que se encuentra en este y saco una cajita de supresores, tomo uno y lo observo detenidamente.
Mi madre me solía decir que debía tomarlos diariamente, sin embargo, nadie debía saberlo. Pongo la cápsula en mi lengua y sin más me la trago, dejo la cajita en su lugar y cierro el compartimento guardando el secreto una vez más.
Me desnudo quedando en ropa interior, tiro la ropa a la cesta como si esta fuera una canasta de basquet.
Me voy a la cama y miro mi celular, Clovis me envío dos mensajes los cuales me advierten del nuevo Alfa que llegará al instituto, suspiro mientras pienso en lo estúpido que pueden ser.
Odio a los Alfas, odio ser uno y sobre todo, odio que todos piensen que necesito ser el dominante para así sentirme superior, idiotas.
Tiro mi teléfono lejos de mí mientras sin querer empiezo a imaginarme el nuevo Alfa, me da curiosidad saber si es como los imbeciles del instituto o será diferente.
Espero que sea un "oponente" excepcional.
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Anti instinto ♎️ (BL)
Teen FictionAlessandro es un Alfa poco común, este no necesita sodomizar a los Omegas del instituto para competir con los demás dominantes, sin embargo, un estudiante de intercambio hará que este pierda su orgullo de Alfa con tan sólo una mirada.