Tenshi [Omegaverse]

Capitulo 20

Allen...

-Esto está mal...- me reclame a mi mismo cuando desperté.

Tenía tantas cosas que pensar ayer, que simplemente trate de ignorar mis problemas y quedarme dormido. No había dormido desde que el Conde me secuestró; pero ayer el cansancio pudo conmigo, me sentía protegido de nuevo y ver a Kanda igual de derrumbado que yo, me hizo no poder más.

Aunque, hoy es un día diferente, aún estando entre sus brazos, envuelto en su aroma, mi yo consciente trataba de luchar contra esta fantasía, mientras mi omega trataba de rogarme que no negara este momento.

Me removi un poco y Kanda soltó el agarre que tenía sobre mi cintura y fue cuando me pude levantar de la cama. Intente irme de ese cuarto, pero no pude... no me sentía más seguro allá afuera que aquí. Por lo menos aquí sabia que Kanda seguía dormido y que no pasaría nada.

Así que con ese pensamiento me fui a sentar en el espacio que me proporcionaba la ventana, observando la obscuridad de fuera, donde había kilometros de absoluta obscuridad.

Tenía que pensar que hacer, el Conde amenazó con regresar por mi, pero para empezar porque me regreso? El insistió que yo era importante en su plan... pero apenas y pasaron 2 o 3 días... me regresó. La otra mala parte de la historia, es que soy pariente de ese loco... que se suponía que mi padre quería lograr conmigo?

Supongo que no tengo muchas opciones, Tikky también me advirtió... "El poder que tengo dentro" si de verdad tengo esa mierda porque no me dejo proteger a Mana? Por lo menos de esa forma hubiera seguido viviendo en la mentira.

Ahora tampoco puedo llorar su muerte, porque también esta vivo, así que resumiendo. Mi padre es Neah, Mana me encontró y experimento conmigo, soy sobrino del Conde, Marian Cross sabe mucho de lo que mi padre y Mana me hicieron, tengo un poder que no se usar... al igual que muchos aquí, soy algo que puede parar esta guerra y para rematar todo esto... soy un omega con un destinado.

Esa es la parte de mi vida que recuerdo... ahora, debería de tener recuerdos de lo que pase con Mana, pero todo es muy borroso, talvez si recuerdo eso... yo pueda entender que rayos es lo que me hicieron y lo que quieren que haga... pero...

-No puedes dormir?- escuche la voz de Kanda. Era algo más ronca de lo normal, talvez porque iba despertando, pero era claro que no... no cuando nuestras miradas cruzaron.

-No me siento capaz de dormir...

-Por miedo?- aparte la mirada, no me quería sentir tan vulnerable... es como si viera a través de mi.

-No lo sé...- admiti, pero escuche como se levanto y se acercaba a mi.

-Mira moyashi, tu no tienes que confiar en nadie de nosotros, te hemos herido y traicionado. Solo tienes que confiar en ti mismo- invadió mi espacio personal, pero no se lo negué, me quedé muy quieto ante su presencia.

-Y si estoy equivocado?

-En que crees que te equivocas?- se sentó a mi lado y es como si viera al antiguo Kanda, el que no me odiaba... pero tampoco me veía como si fuera algo que se romperá.

-En nosotros...- susurre.

Vi como se tensó, tenía sus músculos rígidos y como frunció su ceño, soltó un poco de sus feromonas, pero fue un leve aroma, mi aroma contrarrestaba el suyo.

-Quieres tocar ese tema?- mordió su labio y pude notar por primera vez nerviosismo en él.

Quede tan anonadado en él, que olvide mis propios nervios. El alpha inquebrantable, odioso y altanero, tenía miedo de lo que yo quisiera... da la decisión que fuera a tomar.

Pero era una tontería, que se supone debo hacer? Odiarle? Si, le tengo resentimiento por negarme, pero todo lo anterior era prueba y error, ambos estábamos descubriendo la verdad de lo que somos y al mismo tiempo... el rencor que me tenía iba desapareciendo.

Si tan solo... me hubiera dado esa oportunidad antes...

-No tiene caso, ni siquiera se porque cambiaste tu actitud...- susurre algo decepcionado.

Hubo un largo e incómodo silencio, pero el suspiro, volvió a tener un ahora de confianza y me tomo del rostro. Me sonroje por la cercanía, pero no me aparte.

-Podria decirte tantas cosas... pero si te fijas en la forma en la que te miro, ya deberías saberlo todo- junto su frente a la mía y parecía no estar convencido en decir algo mas, pero suspiro, se relajó y siguió- y siento no haberme dado cuenta antes...

-Kanda... no tienes que hacer esto, yo...

-Lo siento Allen- esas palabras me dejaron mudo.

Él... por más que se lo pedí, no decía mi nombre... y esta es la segunda vez que lo escucho... mi cuerpo entero se estremeció y mis feromonas se salieron de control.

Kanda se alejó de inmediato, pero noté como en su mirada había deseo. Un deseo que yo aún no me sentía capaz de complacer...

-Podrías... darme tiempo- trate de responder de la manera más razonable... no quería dejarme llevar.

-Si, todo lo que quieras- no pude evitar sonreírle, era irónico pero esta vez el esperara por mi... y me alegraba que no me exigiera más de lo que yo quisiera dar.

-Allen... nosotros, queremos pedirte perdon- hablo Lavi.

Muchos se los que conocí en la black order estaban aqui, apoyados en una rodilla pidiéndome perdón, me sentí incómodo... era demasiada atención hacia mi y además, no confío en mucha gente que esta aquí.

-Nosotros, nos dejamos llevar por el odio y el miedo Allen, pensamos que a costa de ti... muchos más serian felices, pero te tratamos como si no tuvieras conciencia y te lastimarnos de nuevo- se disculpó Komui.

Lenalee estaba de mi lado, ella fue quien regañó a muchos de ahí cuando me vieron bajar y les demando que me pidieran perdón, en cuanto la gente comenzó a aparecer sentí ansiedad, pero Kanda se puso frente a mi, formo una barrera para protegerme...

Todos quedamos sorprendidos, pero enseguida se dio cuenta de que estaba actuando territorial y de manera rápida, se apartó a una esquina detrás de mi, tratando de darme mi espacio. Reí bajito para que no lo notara, pero esta nueva fase de Kanda, era divertida y agradable de ver.

Tal vez... podamos lograr algo.

-Entonces Allen, podrías ayudarnos... pero esta vez, de manera voluntaria?- pregunto Lenalee después de estar satisfecha con las disculpas.

No quería aceptar, aún tenía derecho de irme... pero Marian, de alguna manera se veía convencido de que no me iría, su mirada me alentaba a que siguiera aquí. Trate de alejarme de ellos, pero el aroma de Kanda me detuvo, estaba marcando de nuevo una advertencia a los demas.

Voltee a verlo y no parecía estar consciente de lo que hacía, el no dejaba de gruñirles a todos los ahí presentes y no pude evitarlo.

-Bien... les ayudaré.