Capitulo 31

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Allen...

-Ustedes dos salgan de ahí de una vez!

-Mmh...- me quejé aún algo adormilado.

Me hice de oídos sordos y me acurruque aun más entre los brazos de Kanda, este hizo lo mismo, enredo sus piernas con las mías mientras apoyaba su rostro sobre mi cabeza.

-Voy a tirar esta maldita puerta si no salen!- volvieron a gritar.

Esta vez Kanda si despertó, me obligue a abrir los ojos y ver que sucedía. Lo primero que vi fue su rostro fastidiado mientras se sentaba y trataba de arreglar su cabello, me sonroje al ver los rasguños de su espalda y las mordidas de sus hombros...

Le detuve de que recojiera su cabello, si lo tenía suelo no se notaran esas marcas. Quede muy cerca de su rostro al hacer esa acción de manera brusca, pero de cualquier forma me sentía tan feliz al recordar lo de ayer, que aproveché para rodear su cuello y acercarme a besarlo.

-Que sucede Moyashi... no tuviste suficiente con ayer?- me abrazo de la cintura y me siento sobre sus piernas, cubriendo me casino completo con su cuerpo.

-Ya no me dirás Allen?- hice un pequeño puchero.

-Allen~ -me susurró oído, provocando que me diera un escalofrío.

Íbamos a volver a besarnos, pero abrieron la puerta de golpe, Kanda reaccionó más rápido y nos tapó con las cobijas y después amenazó al intruso con su aroma.

-Ustedes creen que esto es un chiste!- nos gritaron de nuevo.

-Largo!- gruño Kanda.

-No hasta que ustedes, par de idiotas, salgan de aquí para resolver el problema que tenemos en manos- esta vez si voltee a ver de quién se trataba.

Komui era quien nos gritaba, pero no venía solo... Lavi estaba a su espalda, evadia el ver hacia nosotros, parecía solo hacer guardia, pero sabía que había algo más... una incomodidad.

-No saldremos mientras estén aquí...- respondió Kanda.

Komui iba a gritar nos de nuevo, pero se detuvo... como si se hubiera dado cuenta de algo.

-Ustedes... se unieron?- su tono de voz me asustó, era como si rechazara nuestra unión.

-Si... - contesto Kanda sin más.

Me aferre a Kanda al ver como Komui se veía horrorizado con la idea, me sentía más pequeño en ese momento, pero el golpe verdaderamente duro fue cuando cruce mi mirada con Lavi, esa mirada de odio me caló hondo.

-Basta!- volvió a intervenir Kanda- esta es decisión nuestra, su opinión no es si quiera valida en esto.

-Tu no entiendes! Si Allen o tu salen heridos o... muertos en batalla, ustedes quedarán expuestos, una pareja con vínculo reciente es frágil, ustedes...

-Lo hicimos por eso... si nosotros morimos mañana, este era el último recuerdo que queríamos hacer- esta vez me armé de valor.

-Ni siquiera puedo hacer algo a estas alturas, ya lo hicieron...- suspiro Komui.- vistance y vayan a el cuartel, tenemos un invitado inesperado...

Komui se fue, pero Lavi se quedó un momento más fuera de la habitación, el ambiente se sentía pesado e incómodo, pero nadie decía nada

-Supongo que esta es su respuesta- hablo Lavi- ustedes de verdad son crueles- sonrio y cerro la puerta.

Por fin pude respirar, fue un momento tenso, pensé que en cualquier momento vendría a golpearnos o algo así...

-Aaah... que horrible forma de despertar- se quejó Kanda dejando caer su rostro sobre mi hombro.

Sonrei enternecido, hace no mucho a mi me hubiera gritado igual que a ellos por invadir su espacio, pero justo ahora... era a mi a quien protegía y a quien resguardaba en lo que para el era su espacio. Jugué con su cabello entre mis dedos hasta que levanto su rostro y lo tomé por sorpresa dándole un beso.

Estaba rebosando de alegría, sentía mi parte omega tan complacida y feliz, por fin estaba unido a mi alpha y este me aceptaba.

-Pareces un niño que acaba de hacer una travesura- se burlaba Kanda mientras me daba pequeñas mordidas en mi cuello.

-Te estas burlándo de mí?- pregunte con un pequeño puchero.

-No...- me recostó en la cama y se puso sobre mi- solo molestandote un poco.

Me besó, un beso superficial pero sentía todos los sentimientos que ayer nos habíamos declarado, seguíamos besandonos y poco a poco iba aumentando el calor en la habitación, pero de repente se detuvo, sus manos pasaron por mi cintura y mi pecho... hasta que sonrió.

-No...- empezó a hacerme cosquillas- no... basta...- no podía dejar de reír.

-No me provoques- estaba molestandome.

-Basta... por favor... Yuu!- y de la nada todo quedó en silencio.

Ninguno se movía, quise evitar su mirada, yo no tenía confianza en decirle su nombre, aún no aclarabamos esa parte y tampoco lo de Alma... así que me puse nervioso.

-Puedes llamarme como quieras- volvió a besarme- eres tú al que escogí.

Me dio sentimiento, la pequeña desconfianza que aún te iba en esta relación desapareció. Me aferre a él y le bese, abrimos un poco la boca, y el empezó a dominarme, jugaba con mi lengua y se nos estaba llevando de las manos, hasta que volvimos a escuchar un golpe en la puerta.

-Muevanse!- grito Lavi.

Me cohibi y me levante de golpe, busque me ro la y me apresure a cambiarme, Kanda algo molesto hizo lo mismo. Sabia que había lastimado a Lavi, pero desde el inicio fue así... Kanda era algo indescriptible para mi y aunque quería al pelirrojo, no era lo mismo.

En cuanto estuvimos listos fuimos a la orden, seguí pensando en cómo arreglar las cosas con Lavi, pero no sabía cómo...

Estaba muy distraído, pero en cuanto entre a la orden un aroma muy familiar llego a mi, algo me parecía nostálgico en ese aroma, me solté de Kanda y seguí el olor hasta llegar a un oficina, donde estaban Marian y otra persona... un chico de cabellos negros, delgado y un poco más alto que yo, su vista se posó en mi... y no podía creerlo.

-Neah?

Tenshi [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora