Capitulo 11

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Kanda

Podía oler el aroma de las flores de loto, sentía esa frescura de la llovizna mezclada con esas flores, era tan nostálgico.

-Yuu...- en cuanto escuche mi nombre abri los ojos.

Ahí estabas, sonriendome como tarado, no pude evitarlo y reí de igual manera. Tu cabello corto y revoltoso del mismo tono azul llegando casi al negro que era el mio, tus ojos azules brillantes y esa sonrisa que adornaba tu rostro siempre aun después de pelear conmigo.

-Alma, deberíamos regresar...

-Regresar? A donde?- su voz empezó a sonar lejana.

Talle mis ojos tratando de pensar en ello, ¿Donde teníamos que regresar? Porque estaba aquí?

Cuando volví a abrir mis ojos, un enorme cristal había aparecido detrás de alma, un cristal azul celeste... Alma iba directo hacia el.

-No! No te acerques! -grite desesperado.

-Este es nuestro destino Yuu...- extendió su mano hacia mi.

-Nuestro...- acepte sin hacer preguntas, estaba a punto de tomar su mano pero me arrepentí cuando termino la frase.

-Debes morir...

-Debes morir

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-Que mierda...- susurre apenas despertando.

Si claro, ya se que debería esta muerto idiota...

Aun sabiendo eso no podía morir, tenia que buscar a esa persona... pero ese cristal me suena conocido, alguien lo había mencionado antes...

-Kanda...- me llamaron desde el cuarto y supuse que el tonto había despertado.

-Ya bajo tu celo?- pregunte tratando de prevenir.

-Si...- tardo en contestar pero lo hizo.

Abrí la puerta con mas confianza y era cierto que ya no olía a celo, pero el cuarto estaba impregnado con nuestros aromas, ademas se sentía esa vibra de que aquí habia pasado una escena de sexo. Lo ultimo que preste atención fue a él...

Solo traía envuelta la manta alrededor de su cintura, su torso tenia unas marcas rojas muy visibles por su piel casi blanquecina, sus ojos estaban algo rojos pero lo que mas llamaba mi atención eran sus pestañas blancas, no lo habia notado... quizá porque ahora se notaban mas después de que lloro tanto. En medio de toda mi inspección el no me quitaba la mirada de encima, evite el contacto porque me fije mejor en las cicatrices de su cuerpo... una cortada de su hombro hasta la altura de su ombligo, de ambos lados, tanto de su pecho como de su espalda... ademas de otra mas pequeña en su rostro y ese tatuaje extraño en el brazo junto con el  cristal... era del mismo color del de mi sueño.

-Como es que tienes ese cristal en el cuerpo? - fue lo primero que dije después de ese largo silencio.

-No lo se... pero no recuerdo que lo tuviera conmigo hace mucho...

Y fue cuando recordé, él me había hablado de un cristal, pero... no podía preguntarle directamente, el que huyera había sido causa de que lo presione y le grite... si hago un mal movimiento puede volver a huir y yo quedarme sin respuestas.

-Es mejor que tomes un baño... aun hueles a sexo- le sugerí cediendole el paso al baño y yo saliendo de ahí.

El chico se sonrojo como tomate, pero no se movió... tampoco me aparto la mirada y eso empezó a ser molesto.

-Ese tatuaje... -apenas abrió la boca y le di una advertencia con la mirada que entendió perfectamente.

-El tatuaje no tiene importancia... solo bañate, mi nariz comienza a doler.

-También sientes ese aroma tan intenso?- pregunto con curiosidad.

-Que aroma? -también tenia algo de curiosidad sobre él, si siguendole el juego obtenía respuestas, seria mejor cooperar.

-Hueles... a cerezos...

Me sobre exalte, ese aroma solo me lo había dicho una persona y aun así para él, el olor solo lo podía percibir si se repegaba a mi, como es que a él, el aroma era intenso como lo que yo sentía de él... aunque...

-Tu no hueles a eso...- porque mierda le contesto?

-Cual es mi aroma?- pregunto de manera inocente pero a mi me estaba rompiendo los hilos de autocontrol.

-Hueles a... flores de loto...- me mordi el labio al tener que revelar aquello.

Normalmente tu pareja tenia el aroma de lo que tu mas quieres o gustas, aceptar que el Moyashi tenia el aroma tan característico de lo que he estado alucinando y buscando tanto tiempo, es absurdo.

-Que honesto- susurró y escuche su risa, iba a reclamarle pero al verle tan alegre por primera vez era hipnótico. Se veía más aniñado y hasta su aroma se volvió más dulce, no pude evitarlo y termine poniendo mi rostro sobre su cuello, me moleste por el maldito collar que me evitaba hacer contacto con su piel pero traté de olvidarlo por el simple hecho de que el omega no me rechazaba.

-Ah... sabes que, yo tomaré un baño primero- lo saque de inmediato de ahí y me volví a encerrar.

En que estaba pensando? Por un segundo me sentía a gusto con ese contacto, y el como me envolvía su aroma junto con su vulnerabilidad me éxito... maldita sea.

Me metí a bañar con urgencia, no me podía permitir distraerme de mi objetivo, el hecho de que tenga un destinado no cambiaba mi propósito, yo ya tenía a alguien a quien realmente ame... y eso el no lo puede cambiar.

Salí de él baño hasta que me pude calmar mi deseo, lo único que tenía ahí dentro era los boxers y mi pantalón, así que me lo puse y salí de esa forma, el cabello aún lo tenía empapado así que mientras se sacaba estaba bien no ponerme la camisa ni la gabardina.

En cuanto salí, el cuarto ya no tenía ningún aroma abrumador, fue cuando pude ver que la ventana estaba abierta; busque con la mirada al Moyashi y lo vi leyendo los extraños papeles en el escritorio.

El muy descarado se había puesto mi camisa y en la parte inferior sólo traía boxer... tuve que apartar la mirada.

-Quien te dio permiso de usar mi ropa?- traté de sonar lo más normal posible.

Pero el no contesto, me acerqué un poco más y vi como sus manos temblaban un poco mientras sus pupilas iban moviéndose de manera rápida por las letras de esas hojas.

-Ey!- alce la voz para llamar su atención.

Dio un pequeño brinco y soltó los papeles, volteó de manera rápida hacia mi y vi el pánico que tenía su mirada, me preocupe un poco... que encontró para ponerlo tan mal?

-Que... que sucede?

-Que te pongas tu ropa y me des la mía...

-Ah...- su forma de reaccionar fue extraña, ni siquiera se alteró- perdón... es que la mía está rota

-Tu la rompiste...

- Si... pero yo...

Fuimos interrumpidos por el sonido de la puerta, Cross estaba como si nada entrando aquí con una botella de alcohol en una mano y so riendo como si lo que hizo fuera divertido.

-Que tal estuvo el sexo entre destinados?

Iba a gritarle pero cuando sentí el abrumador miedo del omega a mi lado, tuve que ponerme alerta. En segundos el salió corriendo por la puerta pero Cross no le dio tiempo de llegar más allá del pasillo.

-Ponte ropa, hablaremos después...- esa orden fue lo que me confirmó que en esos papeles había algo extraño.

Tenshi [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora