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–¿Sabías lo de Harold?– le pregunte a Yoongi con los brazos cruzados cuando volvimos al departamento un par de horas después que terminamos de planificar lo que haría cada quien el resto del día.

Él negó con la cabeza y me lleve las manos a la cabeza para hacerme una coleta. Estaba molesta y más cuando Loira había decido ir a su casa, según ella, Harold esa noche no llegaría a dormir por su trabajo; pero mi desconfianza ya era tanta que no estaba segura si ella iba a estar bien.

–¿Estas preocupada por tu hermana, verdad?– asentí mientras él comenzó a mirar a su alrededor hasta fijar la vista en el televisor y señalarlo.– ¿Quieres ver una película para relajarte?

Eso me saco una leve sonrisa, pero aun así negué con la cabeza.

–No, quiero tomar un baño largo, muy largo.– lo vi removerse cuando dije la palabra baño y me acerque para darle un beso corto en los labios.– tu puedes ver la televisión si quieres.

Me di la vuelta y entre al baño, sin ponerle seguro a la puerta por pura costumbre de haber pasado desde los diecinueve años viviendo sola.

Comencé a llenar la bañera con esencia de vainilla y mientras esperaba me desnude en modo automático. Estaba sumergida en mi cabeza, en mis pensamientos donde había hablado con Harold por primera vez en la oficina de administración de la universidad, donde habíamos coincidido de nuevo en una fiesta, años después cuando le presente a Loira y luego cuando me sorprendí al verlos cariñosos entre ellos para que al final me contaran que habían comenzado a salir.

Todo eso había sido hace unos tres años y durante todo ese tiempo deje de verlo como un amigo, se había vuelto parte de la familia y lo tratábamos como tal. Mis padres lo adoraban y a veces preguntaban más por él que por nosotras, incluso para los cumpleaños de Harold mi mamá se mataba horas en la cocina para hacerle una torta especial.

¿Cómo alguien al que se le dio tanto acceso a la familia, además de cariño, podría traicionarnos?

Él siempre supo nuestras metas, supo lo mucho que nos había afectado a ambas el tema del circo. Entonces ¿Por qué? ¿Por qué lo hizo?

La bañera se terminó de llenar y me metí en ella soltando un suspiro de alivio, después de limpiar las lágrimas que se habían escapado por los recuerdos.

No supe cuánto tiempo dure allí metida intentando relajarme, pero de un momento a otro deje el tema de Harold y pensé en Yoongi.

Pensé en lo mucho que había sufrido y lo mucho que lo habían retenido, no era algo lindo, pero como ya me había prometido antes: iba a cambiarle un poco la expectativa.

Aguante la respiración y me hundí por completo en la bañera, dejando que el agua me cubriera por completo. Era una sensación agradable.

Aun con los ojos cerrados y con el cuerpo relajado, sentí como me tomaban de los hombros y me sacaban de un jalón del agua, incluso de la bañera.

Solté un pequeño grito mientras me aferraba a los brazos de Yoongi.

–¡¿Qué estás haciendo, Leire?! ¡¿Estas bien?!

Me puso delicadamente en el suelo del baño y me sostuvo de las mejillas. Estaba asustado y además era la primera vez que me levantaba la voz de esa forma.

–Yoongi, tranquilo. Solo estaba...

–¡No vuelvas a asustarme así! Pensé que...pensé que te habías ahogado.– no me dejo reaccionar a sus palabras, me abrazo con fuerza hundiendo su rostro en mi cuello. Mi corazón se aceleró y el contraste de lo frio de mi cuerpo causado por el agua, mezclado con el calor natural de su cuerpo, me hizo estremecer.– he visto a otros ahogarse en una bañera, por favor tú no te unas a esa lista. No quiero que lo hagas.

En la mira (Saga Paranormal #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora