En la mira (Saga Paranormal #2)

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Advertencia: Este capítulo tendrá algunas partes fuertes de violencia.

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Durante el resto de fin de semana Loira y yo nos las pasamos más que todo en la habitación del hotel de Taehyung donde había instalado varias laptop a unos aparatos haciendo ver la mesa como un completo desastre de cables.

Yoongi, por supuesto, me acompaño todo ese tiempo en forma de gato y se comportaba muy bien, hasta que Taehyung buscaba acariciarlo y lo mordía o lo rasguñaba. Me toco pedirle al castaño que se alejara del felino por su seguridad.

Después le reclamaba a Yoongi cuando estábamos a solas, pero me ignoraba totalmente y solo cambiaba de gato a tigre. Durante esos días no lo vi siendo humano, por ende no me hablo.

–Y con esto, mis bellas damas, entraremos a una de las computadoras.– dijo mostrándonos una memoria USB como si fuera algo valioso.

–No quiero sonar grosera ni nada, pero he hecho todo lo que me pediste, al pie de la letra en una de tus laptops para...llenar una memoria USB.– dijo Loira acostada boca abajo en la cama, mientras yo estaba sentada en el suelo con las piernas cruzadas y la cabeza apoyada en la cama.– ¿Eso de que nos sirve?

–¿Te han dicho que eres muy obstinante?– ella le asintió con una sonrisa y él negó con la cabeza.– Bien, ya que en internet no hay nada con respecto a esto del circo, necesito contacto directo con una computadora de ellos. Con esto haremos que simplemente lo metan en un puerto USB de alguna de sus computadoras y listo. Con que solo lo introduzcan un segundo basta para que el programa que hicimos abarque todo el software de la computadora sin ser detectado por nadie.

–¿Y cómo estaremos seguros de que vayan a ponerlo en una de las computadoras?– pregunto Loira algo dudosa.

–¿Qué tal si la mandamos como un regalo?– intente.– quizás que es música que alguna persona creo especialmente para el circo.

Taehyung asintió.

–Es una opción.

–¿Qué tal si lo tiran y no lo prueban?

Nos quedamos pensando por unos segundos y estaba entretenida pensando hasta que sentí a Yoongi morderme la mano.

–¡Yoongi!– le reclame tomando mi mano adolorida.

–¡Te dije que era malo!– dijo Taehyung.– tiene una mirada de querer matar a alguien.

Ignore el comentario y vi a Yoongi salir corriendo hacia el baño para luego asomar su cabeza por la puerta varias veces. Al principio no entendí hasta que una de sus patas se elevó. Me estaba llamando.

–Iré a regañarlo con agua, a ver si aprende a no morder.– dije como excusa para que no me vieran extraño mientras me encerraba en el baño con un gato.

–Bien, mientras pediré comida, me muero de hambre.– dijo Loira sacando su teléfono y Taehyung se acostaba al otro lado de la cama con los ojos cerrados, estaba cansado.

Cerré la puerta del baño con seguro y al girarme me encontré a Yoongi como humano. Casi sonreí por ello, había extrañado verlo, pero me contuve al verlo serio...pero un serio distinto, como si estuviera pensando algo malo.

–Puede funcionar tu idea.– susurro.– pero solo si se lo dan a la persona correcta, de una forma adecuada.

Levante la ceja.

–¿A quién?

–¿Qué acto tenía música del momento y era cambiada cada cinco minutos para crear mezclas, Leire?– iba a decirle que solo vi dos actos y al espectáculo que fui de pequeña no lo recordaba del todo, pero entonces su mirada me lo dijo y lo entendí.– el acto de los tigres.