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Lo único que escuchamos eran nuestras respiraciones hasta que escuche la puerta de la entrada, la golpeaban como si quisieran tirarla. Yoongi al instante dio un paso hacia ella, pero me miro con una ceja levantada luego cuando olió quien era y me encogí de hombros. Era Loira.

–Siempre toca así cuando está desesperada.

Él asintió y camino hasta la ventana. La abrió y miro hacia abajo y luego hacia arriba.

–Puedes ver el video con ella, no importa, pero no voy a estar aquí para ver sus caras o reacciones.– dijo subiéndose al alfeizar sin esfuerzo y sacando su cuerpo.

Trote hacía él preocupada y lo tome del brazo haciendo que me mirara con una clara advertencia.

–¡¿Qué haces?!

–Solo voy a pasear por el edificio.– lo solté lentamente, relajándome, y le di un beso corto en la mejilla haciendo que se sonroje un poco. Giro la cara hacía la calle y su cabello le cayó en la frente.– Volveré en un rato. Lo prometo.

Asentí y vi cómo se transformó en gato para comenzar a caminar por los alfeizares de las ventanas contiguas hasta llegar a unas escaleras externas que llevan a la azotea.

Suspire y deje la ventana abierta para que él entrara cuando quisiera.

Me acomode un poco el cabello frente al espejo y le abrí la puerta a mi hermana que tenía los brazos cruzados y la ceja levantada.

–¿Por qué duraste tanto?– fui a responder, una mentira, obviamente, pero no me dejo hablar. Pasó y cerró la puerta con algo de fuerza y se colocó las manos en la cadera.– ¿Sabes a quien me conseguí en la entrada de tu edificio?

Negué con la cabeza y me encogí de hombros.

–A tu extremadamente irritante vecino rubio que parece que nunca se ha hecho una paja. Y adivina que.– camine hasta la cocina y le serví una taza de café, le hacía falta por tener ese humor.– Me confundió contigo, como siempre y que no lo entiendo si tu vistes tan princesa y colorida y yo no; pero ese no es el punto. El punto es que me pregunto por mi novio.

Me sonroje al instante al recordar lo que había hecho Yoongi hace días y luego por puro instinto mire hacía la ventana abierta.

–Al principio pensé que le habías dicho sobre un novio ficticio para que te dejara en paz, pero luego dijo algo como: Deberías decirle a tu novio que no se la pase desnudo en tu casa, es una falta de respeto. Además que es un enfermo por pedirte sexo oral de una forma tan vulgar.– dijo levantando las cejas.– que si me pides opinión ese tipo se moriría si ve lo que nos decimos o hacemos Harold y yo a solas.

A este punto ya estaba considerando por cual ventana iba a lanzarme, si por la de la sala que ya estaba abierta y daba a la calle principal o por la de mi habitación que daba a un callejón sin salida.

–Entonces, ¿Quién es el chico que ha venido a pedirte sexo oral de forma vulgar?– dijo eso ultimo haciendo comillas con los dedos.– ¡Ni se te ocurra decir que es Taehyung! porque Troy dijo que eso fue la semana pasada y para entonces tu sexy coreano no estaba en París...aunque si te has acostado con dos hombres distintos en menos de una semana, serás mi ídolo.

–¡Loira!

–¿Qué?

Solté una carcajada al ver su emoción de niña.

–Anoche no me contestabas los mensajes después que llegaste del circo, lo que me deja una única opción: reencuentro mega sexy con Taehyung.

–No he tenido nada con él desde la universidad, déjalo ya.

En la mira (Saga Paranormal #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora