En la mira (Saga Paranormal #2)

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Después que me arregle, seque el desastre del baño que habíamos hecho mientras escuchaba a Yoongi viendo la televisión en el fondo, al parecer le gustaba mucho ese aparato.

Esta vez no sentí su mirada sobre mí, ni siquiera una vez y me sentí extraña, últimamente me había acostumbrado a que me mirara cuando estábamos solos, pero lo entendía. Entendía que no quería hacerme daño y que estuviera frustrado a la par de enojado con él mismo, por ello respetaba su decisión. Como psicóloga siempre ha sido mí deber ayudar y aconsejar, más nunca les decía que hacer a mis pacientes, con Yoongi era exactamente igual. Si él quería que entre nosotros no volviera a pasar nada físico, perfecto. Lo ayudaría y apoyaría con eso aunque a mí me doliera un poco.

Me coloque mi chaqueta gruesa para el frio habitual y me pare a un lado de Yoongi, que estaba de cuclillas en el mueble con la mirada fija en el televisor.

–Oye, voy a ir al supermercado y a comprar lo que Taehyung me pidió. ¿Me quieres acompañar?

–No.

Asentí y me metí las manos en los bolsillos.

–Yoongi, de que pasemos tiempo juntos no significa que voy a buscar tocarte. Respeto tu decisión, pero de que no quieras que nos vayamos al plano sexual no significa que no vamos a hablar o ser amigos, al menos no si vives conmigo.

Él me miro esta vez, neutro, no supe si le molesto o no lo que le dije. Aun así le sonreí y me despedí con la mano para salir del departamento.

Un par de horas después ya había comprado algunos aparatos electrónicos que Taehyung me había anotado en una lista y los guarde en mi bolso grande a mi espalda, que había llevado especialmente para ello. Ahora estaba tomando un carrito del supermercado para comenzar a hacer las compras.

La semana siguiente comenzaría a trabajar de nuevo ya que la remodelación de la clínica estaría lista y debía estar preparada con tiempo con las cosas de mi departamento, ya que cuando trabajaba los únicos días que tenía libres eran los fines de semanas y uno que otro viernes.

Camine por los pasillos del enorme local lentamente, no estaba apurada en ningún sentido, así que podía darme mi tiempo. Además que desde que era una niña siempre me había gustado venir de compras al supermercado, me gustaba el ambiente y el hecho de escoger un producto entre muchos otros y comparar precios.

Llegue al tercer pasillo y me quede observando la hilera de cereales. Aquí no había mucho que comparar, nunca cambiaría mi cereal de chocolate favorito por nada. Me agache y tome una caja, pero cuando me puse de pie de nuevo sentí una tensión a mi espalda.

Cuando vi quien estaba detrás de mí pegue un brinco hacia mi carrito de compras, empujándolo y haciendo que chocara con otra persona, me disculpe algo avergonzada con una señora mayor, pero luego volví a mirar a Yoongi que estaba a un paso de mí.

–¿Qué haces aquí?– le dije con la mano en el pecho.

Estaba de pie como si nada, vestido con la ropa que le había dado la otra vez. Incluso parecía que se había intentado peinar.

–Dijiste que podía acompañarte.

–Pero me dijiste que no.

Miro la caja entre mis manos y me la quito para meterla en el carrito con lo demás que ya había escogido.

–¿Quieres que me vaya?– dijo a un lado de mí.– solo quería decirte que lo siento. Me comporte como un...bueno, como un animal contigo cuando en realidad tú no tienes culpa de nada de lo que me pasa o lo que soy. Lo siento.

En otra ocasión pude haberlo abrazado, pero por obvias razones solo le sonreí y me encogí de hombros.

–Está bien, estas perdonado. Además, creo que estamos grandecitos para hacer dramas ¿Verdad?– él también se encogió de hombros y me hizo reír con más ganas a pesar que su rostro expresaba neutralidad y me miraba fijamente, otra vez.– vamos, ayúdame a terminar aquí.