En la mira (Saga Paranormal #2)

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¿Dejarlo? ¿Acaso estaba loco?

Hice todo esto por él, no me fui a la primera oportunidad por él y no pensaba irme sola aunque nuestras vidas dependieran de ello. No podía dejarlo solo, esta batalla no era solo de él.

Solo había un problema: ¿Cómo lo ayudaba? Yo era una simple humana que no tenía nada especial o un arma si quiera. Iba a estorbarle.

Levante un poco la mirada y observe su rostro serio. Tenía la mandíbula tensa al igual que sus hombros y su agarre con mi mano, mientras que sus ojos no se despegaban de Nina, como si quisiera saltar sobre ella y hacerle daño.

La pelirroja blandió el látigo y sentí una tensión colectiva en todos los híbridos, incluso yo me tensé. Nina golpeo el suelo y fue una clara señal para que ellos nos atacaran.

Yoongi me empujo a la playa y al instante vi cómo se transformó en tigre para protegerme. Corrí hasta la orilla y vi a Jungkook saltar de la lancha a la arena en forma de lobo para estar a un lado de Yoongi y pelear contra los otros animales que los habían rodeado.

Harold me tomo de la mano y me metió al agua, pero antes de que me ayudara a subir a la lancha sentí el dolor del látigo atrapar mi brazo lastimado y hacerme hundir en el agua por unos segundos.

Salí a la superficie tosiendo por haber tragado un poco de agua salada y vi a Nina caminando hacia mi mientras que detrás de ella veía como Yoongi intentaba saltar sobre la pelirroja, pero el gorila le dio un golpe que lo mando a un lado y lo hizo sangrar un poco más, haciendo que su pelaje se manchara aún más.

–Ni se te ocurra irte. Quiero que él vea lo que planeo para ti, es su castigo por escaparse e irse contigo.– dijo mientras me jalaba por el brazo con su látigo hacia la arena.

Me removí y me trague el grito de dolor que había nacido en mi garganta. Sentía que me iban a sacar el brazo y estaba comenzando a hincharse y tornarse rojizo.

–Nina, suéltala.– me quede de piedra al ver a Harold apuntado hacia la cabeza de la chica, que solo se giró con un gesto de burla.

–Oficial Ferrec, dudo que quiera seguir ese camino. Mi padre le tiene fe, pero yo no, y créame que no me temblara la mano para dejarlo en la calle y sin posibilidad de un nuevo trabajo.– lo vi temblar unos segundos y me miro unos segundos.– si se va, haré que en este incidente usted jamás aparezca involucrado.

Casi me puse a gritar de enojo esta vez, al ver que Harold bajaba el arma. Pero sabía que no debía sorprenderme, es decir, él me lo había advertido. Me dijo que si algo salía mal me iba a encerrar de nuevo.

Temblé unos segundos y aparte la mirada de él, no quería ver cómo me dejaba allí tirada a merced de esa chica.

Nina se dio la vuelta y siguió arrastrándome hasta dejarme frente al chico que tenía el otro látigo. Este se agacho frente a mí y me acaricio el cabello con suavidad, pero yo me quise apartar y la pelirroja me lo impidió amarrándome los brazos y sujetando mis hombros.

–¡Yoongi!– grito ella.– ¡Mira esto!

El chico se acercó y me beso el cuello, me removí asqueada e intente patearlo, pero me sujeto por los tobillos con una fuerza increíble y me acaricio las piernas.

–Al principio, pensé que si te lastimaba frente a él le dolería y sí que lo haría.– me susurro Nina.– pero no quiero lastimarlo, quiero destruirlo por no escogerme a mí como su compañera. Quiero que lamente haberte conocido y eso solo pasaría si otro hombre te toca y hace lo que él te hizo a ti.

Abrí los ojos y me gire a ver como el gorila tenía apretado a Yoongi para que no se moviera y viera lo que estaba pasando. Mientras que Jungkook, que también había comenzado a sangrar, estaba peleando con un zorro con mordiscos y rasguños, pero una pantera ayudo al zorro y el lobo parecía casi indefenso ahora.