No pasamos por mi apartamento, ni cogimos mis cosas. Fuimos directo al aeropuerto, donde un precioso jet privado nos esperaba, junto a la tripulación completa. Una tripulación muy femenina. A excepción del piloto y el copiloto. Todas como si fueran modelos, con su peinado perfecto, bien maquilladas y un uniforme impoluto, y demasiado corto. Me hacían sentir la persona más insegura del mundo.
- No pienso acostarme contigo en este avión
Claro que lo haría, pero cuando estuviese segura de que ninguna de esos perfectos maniquíes iban a aparecer de la nada.
- Ninguna de las tres azafatas nos interrumpirá, pero no te preocupes- enarqué la ceja y sonreí. No era la primera vez que leía mi mente desde que nos conocimos.
Zayn no me había soltado de la mano en ningún momento, ni siquiera cuando estaba conduciendo. Las azafatas, que se lo comían con la mirada, lo sabía porque yo también lo hacía cada vez que le miraba. Pero no se habían inmutado al verme. Y me daba igual
El jet por dentro era aún más lujoso de lo que aparentaba por fuera. Asientos forrados en un cuero claro, televisiones de plasma... todo demasiado íntimo para ser de la empresa.
- Si Ely viese esto, probablemente te pediría que la adoptaras- a Ely le encantaban los lujos y ¡¿que mejor lujo que un jet privado?!
- ¿Ely?- preguntó Zayn, que parecía confundido
- Mi sobrina. Le encantaría montarse aquí, no tendrías ni que despegar
Una vez en nuestros asientos, el piloto nos comunicó que el vuelo iba a ser tranquilo, que no se preveían turbulencias y que despegaríamos en unos minutos. Eso me tranquilizó, porque hasta ahora, no había estado tan inquieta respecto a un vuelo. Tal vez era por el hecho de que probablemente iba a follar por primera vez en un avión. Y no uno cualquiera, sino en un jet privado. Vaya nivel el mío.
- Bueno Gigi, háblame de ti- Zayn se había acomodado en el asiento que había en frente de mí, dando la espalda a la cabina del piloto. Parecía tan cómodo y sinceramente, le sentaba genial.
- ¿Qué quieres saber?- pregunté. Ninguno de mis ligues había querido interesarse por mí, a excepción de mi cuerpo, eso les encantaba. En cambio Zayn, no había hecho ningún acercamiento, sin contar con las caricias que me dio en el bar.
- Lo que quieras compartir conmigo
¿Quería contarle sobre mi vida? Probablemente sea lo correcto. A ver, voy a acostarme con él y además estoy montada en su jet privado, de camino a Madrid. Lo justo sería conocernos un poco, ¿no?
- Cuéntame por qué estabas sola en el bar.
- No estaba sola
- No habrás llegado sola al bar, pero sí lo estabas el resto de la noche. Estuve observándote
- Eso es raro, Zayn
Tal vez le parecía divertido que le llamara raro, porque había sonreído por segunda vez en toda la noche.
- Mi hermano acaba de comprometerse con mi mejor amiga, dejándome, junto a Jeremy, uno de los hombres con los que fui al bar, solteros. Aunque ya no tan solteros, porque el muy cabrón tenía una cita y no me dijo nada...
- Suenas molesta, ¿lo estás?
¿Lo estaba? Por supuesto que lo estaba. No me gusta quedar la última. Nunca me ha gustado, y que ahora sea lo sea con respecto al futuro, no me gusta.
- Puede que un poco. A ver, el tiempo no se detiene. Todos mis amigos, casi todos, están comprometidos o casados o con hijos, y eso me está causando mucha presión. Que no debería, sigo pensando que soy muy joven
