Habían pasado cuatro meses desde que conocí a Zayn en aquel bar. Cuatro meses desde que apareció en mi vida para quedarse.
Fuimos a Londres a los dos meses, como había quedado con su madre. Había visto los numerosos álbumes que tenía Daisy de Zayn. Me había enseñado a cocinar los famosos espaguetis que tanto le gustaban a Zayn. Y que cocinaba dos veces por semana.
El hotel de Londres era el único diferente de los demás. Era un edificio viejo, restaurado un par de veces. Aunque era una maravilla por fuera. Por dentro, la decoración era minimalista con unos pocos cuadros en el vestíbulo. Las habitaciones eran únicas. Una era muy diferente a la otra. Ni siquiera se parecía a ninguno de los demás hoteles.
Y la cocina... Ni hablemos de la cocina. Las recetas eran las primeras que habían puesto Daisy en cuanto abrieron el hotel. No había hecho ningún cambio al menú y aún así la gente seguía volviendo.Habíamos visitado cinco de los hoteles de Zayn esparcidos por todo el mundo. Sidney, Tokio, Paris, Londres y Milan. Aunque Madrid seguía siendo mi favorito. El viaje a Madrid había sido el más especial y el principio de todo.
No habíamos vuelto a hablar de bodas o hijos. Decidimos que íbamos a tomarnos nuestro tiempo y que viajaríamos todo lo posible antes de establecernos.
Tuvimos que volver un mes antes a Nueva York, por la boda de mi hermano y Heather. La dama de honor no podía faltar, o eso me había dicho Heather.
La boda iba a ser en menos de veinticuatro horas. Y todo estaba listo.- ¿Crees que el vestido me estará bien?- preguntó Heather mirándose el ya notable vientre en el espejo.
- Yo creo que ese vestido va a quedarte genial con esa pequeña tripa- contesté recostándome en la cama del hotel en el que íbamos a quedarnos esta noche. Cortesía del dueño de W.M Hotel.
- Ha sido muy amable por parte de Zayn el habernos dejado celebrar la boda aquí. Y eso que no le avisamos con antelación
- Zayn se ofreció, así que no te preocupes. Además, es un regalo de bodas
Una semana antes de la boda, el lugar donde iban a celebrar la boda había tenido problemas y no iban a poder celebrarlo ahí. En cuanto se lo conté a Zayn, se ofreció para que lo celebrásemos en su hotel. Y aunque Heather y Jared lo rechazaron, Zayn acabó convenciéndoles para que lo aceptaran como un regalo.
- Zayn te ha hecho bien, ¿lo sabías?
- Han sido los tres meses de gloria. A partir de ahora es cuando todo empieza a decaer
Porque siempre había sido así. Al menos para mí.
- Estás siendo muy negativa y no me gusta.
- Sabes que tengo razón.
- No la tienes. Jared y yo llevamos cinco años juntos.
- Lo vuestro es diferente.
- Y lo vuestro también. Zayn sigue mirándote como la primera semana. Además, ya vives con él.
Había terminado llevando mis cosas a su apartamento al segundo mes. Jeremy había estado en contra, pero nos veíamos todos los días, cenábamos juntos casi todas las noches, era como seguir viviendo con él, pero durmiendo en diferentes apartamentos.
- Hola zorras- Jeremy acababa de llegar a la habitación con una botella de champán.
- ¿Por qué has tardado tanto?- preguntó Heather sentándose a mi lado en la cama
- Porque Adam quería metérmela un rato. Y obviamente él está por encima de cualquiera de los dos. En cuanto a sexo se refiere, por supuesto
Adam acabó convirtiendo mi antigua habitación en un despacho. Se había mudado con Jeremy mucho antes de que me fuera. Y sabía que pronto iban a comprometerse. Adam lo había soltado alguna que otra vez.