Acabamos comiendo fuera. Hamburguesas como había dicho. Y también pasamos por mi apartamento.
No había nadie, Jeremy había dejado una nota en la nevera. Adam y él se habían ido a pasar el domingo fuera.
Acabé cogiendo más ropa del que pensaba, porque Zayn no dejaba de meter cosas.
- Zayn, al final va a parecer que vivo en tu apartamento.
- Llevas viviendo ahí desde la semana pasada. Así que deja de quejarte y coge lo que tengas que coger, que quiero pasar a comprarle algo a tu padre antes de ir.
- Llevo durmiendo en tu apartamento desde la semana pasada. Y ¿qué piensas comprarle?
- Pasas mucho más tiempo en el apartamento que aquí. Mi padre me ha recomendado que lleve un whisky escocés m. ¿Crees que le gustará?
- Paso más tiempo ahí, porque ahí es donde estas. Y sí, papá adora un buen whisky
- Eso mismo, vives en mi apartamento. Y deberíamos irnos
Estábamos teniendo dos conversaciones completamente distintas, a la vez. Sólo nosotros podríamos ser así de raros.
- No vivo ahí porque no tengo llaves. Y sí, vámonos
- ¿Alguna vez has abierto el cajón de tu mesita de noche?
- No, no me gusta hurgar en tus cosas.
No había tocado nada que no fuese la cama, la cocina, su baño o el sofá. El resto había estado fuera de mis límites.
- En cuanto lleguemos a casa, mete la mano en tu cajón.
Y eso hice. En cuanto Zayn se metió en la ducha, me senté en la cama y abrí el cajón de mi mesita de noche. Un llavero de una foto nuestra por la Puerta del Sol, decoraba una llave antigua, muy parecida a la de Zayn. Era la llave de su apartamento.
Otras tres llaves, con otros tres llaveros diferentes estaban en aquel cajón. Pero eran llaves de coche. Un llavero de El Retiro decoraba la llave de su mercedes. Otro llavero de la Fuente de Cibeles decoraba la llave de su Audi y por último, un llavero de la Puerta de Alcalá decoraba las llaves de su BMW.
- Todas esas llaves llevan ahí desde que te pedí que pasaras la noche. Todos esos llaveros han sido parte de tu pequeño recorrido por Madrid.
- Me encanta el llavero de tu apartamento, pero no pienso usar ninguno de tus coches. Así que puedes cogerlos
- Nuestro apartamento. Y por supuesto que vas a usar mis coches. Hoy conduces tú, porque pienso beber whisky con tu padre.
- Zayn..
- No más "demasiado pronto"
- ¿Y si le hago algo al coche?
Soy muy torpe, eso tengo que admitirlo. Obviamente tenía miedo de hacerle algo a los caros coches de Zayn.
- Con tal de que tú estés bien, el coche da igual. Puedo cambiarlo, a ti no.
- Cállate ya. Aún no quiero decirte nada.
- Te quiero Gee y quiero que tengas acceso a mis cosas siempre que quieras
- Es demasiado
- Agradece que no te haya dado una tarjeta de crédito
- Sí, mejor no lo hagas o Jeremy y Heather te llevarán a la quiebra.
Pasamos por una bodega para comprar el whisky que quería llevarle Zayn a papá. El whisky había costado más de lo que me había imaginado. El vendedor había adorado a Zayn por haberle comprado el más caro.
Según Zayn, el precio era lo de menos, lo que realmente le importaba, era que a mi padre le gustara.
