Claridad || Cleon

4. ¿Una Charla... Normal?

Pasaron días después de aquel encuentro con Leon. Una semana para ser exactos. Semana que se fue como agua.

Claire había tenido bastante trabajo, pues estaba en una investigación

Dejó los papeles que estaba leyendo en la mesa.
Ella quería respirar aire fresco. Cerró sus ojos unos segundos y respiro hondo. Después observó unos instantes la ciudad.

De pronto se percató que en la entrada del edificio estaban dos patrullas. Intuyó que algo no andaba bien así que rápidamente llamó a un colega del trabajo.

¡Hola linda! – Contesto su amigo del otro lado del teléfono.

Nick! ¿Enserio? ¿Ahora necesito que me cuiden? – Dijo algo enfadada la chica en el teléfono, pues sentía que era exageración al mandar a policías a vigilar que no le pase nada.

Claire, no fui yo, los abogados dijeron que necesitas forzosamente alguien que cuide tus espaldas, no entiendes lo que está pasando – Al oír esto la chica calmó un poco su enojo, pues su amigo tiene razón, no tenía idea de nada.

¿Qué puede estar pasando como para mandar policías afuera del edificio? – Preguntó curiosa la Redfield.

Ok, te explico. Se trata de los tipos que investigas, se han dado cuenta que les estas pisando los talones. Si sabes que son gente peligrosa y que harán lo que sea por mantenerse en las sombras, verdad? Pues tú los molestaste. – "genial, otro problema más" pensaba Claire.

Sí, no creo que se expongan tanto como para venirme a matar a mi depa. – Dijo molesta.

Sabes que personalmente no lo harán, enviarán a alguien... - hubo un breve silencio – Debes estar alerta Claire, no me gustaría perder a otra gran amiga...

No te preocupes, he pasado por situaciones de vida o muerte antes, esto no será nada, enserio Nick – Decía la chica a su amigo, trato de darle ánimos ya que se escuchaba realmente preocupado.

Eso espero, si te matan te voy a revivir solo para decirte que "te lo dije", darte unas buenas bofetadas y matarte de nuevo por terca. – los dos rieron después de eso.

Tu tranquilo, todo estará bien – De pronto alguien llamó a su puerta. – Tengo que colgar, mañana nos vemos.

Eran cerca de las 7 de la noche ¿Quién podría visitarla? La chica empezaba a cuestionarse después de lo que su amigo comentó. Tomó su pistola y la ocultó detrás de su espalda. Sujetó el mango de la puerta y abrió esta rápidamente, preparada a lo que sea que estuviera por venir. Bueno, casi para todo.

El tipo parado detrás de la puerta era el mismo al que mando al carajo hace una semana, Leon Scott Kennedy.

¿Estás bien? – Dijo el rubio cuando la puerta se abrió completamente – Vi dos patrullas afuera del edificio y pensé que algo había pasado. – Mencionó preocupado.

¿Qué haces aquí? ¿Cómo sabes dónde vivo? – Preguntó.

Tuve que averiguarlo. – Contestó honesto.

¿Has estado siguiéndome? – Alzó una ceja y cruzo los brazos dejando ver el arma que traía.

No – Respondió Leon viendo el arma. – Bueno si, pero... solo – Lo interrumpió la chica.

¿A qué se debe tu visita? – Ella no tenía ánimos de alegar, ni hacer un escándalo, pero si llegó a pensar en cerrarle la puerta en la cara.

Necesito charlar con alguien. – Contestó Kennedy.

Todos necesitamos algo, no todo en la vida se puede. – Sus palabras hicieron que Leon suelte una pequeña risa. – ¿Que? ¿Qué es gracioso?