Capítulo II.

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(Narra Sandra)

Preparé mi maleta y al igual que Babi, fuí a darme un baño, en lo que encendí mi iPhone y puse la lista de reproducción aleatoria. Sonó All Of Me, de John Legend. Una de las canciones que más me gustaban, y no sólo por el cantante, sino por la letra. Personalmente me encanta traducir las letras de las canciones, es una de mis cientos de manías.

Me metí en la bañera y me duché por completo. Tras cuarenta minutos en al agua, salí para comer. Me cepillé el pelo, lo cual me costó con todos los enredos que tenía, pero al fin lo logré. me hice con unos de los pocos jeans que no metí en la maleta y cojí una camiseta de Batman, muy desarreglada y bajé a la segunda planta a comer. No sé si os comenté que vivo en un triple con mi madre y mis dos hermanos.

Comí migas. Me encantan las migas, pero ese día no me apetecía comer, estába demasiado nerviosa a causa de que mañana muy temprano partiríamos rumbo a Barcelona donde tomaríamos el barco para el crucero, al cual iba sólo con Marina y sus padres en recompensa por las buenas notas de Semana Santa. Me comí las migas contra mi voluntad, ya que si no lo hacía no podría quedar esta tarde con mis amigos para hacer una ''mini-despedida" de mis amigos durante dos semanas.

(CUATRO HORAS DESPUÉS)

Eran las 18h y ya estában algunos de mis amigos tocando al timbre para que saliese. Valeria, Lourdes, Miguel, Javier, Gloria, Belén y Marta me esperaban en el portal de casa. Yo me puse una camisa amarilla con piñas y unos jeans vaqueros junto con mis vans negras y bajé con ellos. Luego fuimos a por Babi, la cual llevaba una camiseta blanca de Channel y unos jeans negros con unas converse por el tobillo de color blanco.

Alquilamos un local del centro de Sevilla, algo cutre pero no podíamos costearnos algo mejor para sólo tres horas y media.

Hablamos, comimos, bebimos, reímos y en definitiva nos lo pasamos genial.

Al final de la noche Lourdes y Valeria me dieron una gran sorpresa

-Babi, Sandra, tenemos una sorpresa para vosotras.-Dijo Valeria.

-¿Qué es? ¿Tiene algo que ver con los gemelos? -Pregunté ansiosa.

-No JAJAJAJAJAJA, es aún mejor.-Dijo Lourdes.

-¿Aún mejor que los gemelos? Eso no existe Lourdes...-Dijo Babi.

-Pues entonces no te gustará que Valeria y yo nos vayamos con vosotras de crucero...-Dijo Lourdes.

-¿BROMEAS? QUE BIEN TÍAS.- Dijimos Babi y yo al unísono.

-Pues sí jajajajaja, bueno nos tenemos que ir nosotras también, hasta mañana feas.-Dijo Lourdes.

-Adiós guapas.-Dije.

Yo regresé a casa y Babi a la suya. Estábamos muy nerviosas y contentas. Babi y yo asegurábamos que esa noche ni dormiríamos pensando en lo bien que lo pasaríamos.

(Narra Jesús)

(A LA MAÑANA SIGUIENTE)

Dani yo y nuestros padres nos hallábamos en el aeropuerto rumbo a Barcelona donde nos embarcaríamos en el crucero.

Una hora de avión hasta llegar a nuestro destino. Nos encontramos a unas cuantas fans en el aeropuerto y nos hicimos unas fotos con ellas, algunas lloraban y todo de la emlción. Qué bonitas. Nos preguntaban a dónde íbamos pero no podíamos contestarles, no es que no quisiésemos, pero si íbamos de vacaciones a desconectar un poco, no íbamos a estar a todas horas con nuestras fans, nos encanta pero acabamos cansados.

En el avióm vimos a cuatro chicas de nuestra edad más o menos, se nos quedában mirando pero no decían nada. A decir verdad, me sonaban sus caras. Seguramente nosotros también les sonamos, o que como somos iguales lo ven algo curioso pensaba yo.

Llegamos al puerto, un crucero con más de dos mil personas, casi todo ancianos o extranjeros, prácticamente nadie de nuestra edad por lo que yo vi.

Una hora esperando, papeleo, visita guiada por el barco hasta al fín llegar a nuestro camarote. El mío y el de mi hermano era el número 103, y la de mis padres la 307, es decir, en la otra punta del barco.

Nos instalamos y fuimos a dar una vuelta por el barco. Nos volvimos a encontrar con las chicas del avión y volvían a mirarnos, quise acercarme a ellas, por que a decir verdad eran muy guapas, pero mi hermano no me dejó. ''Que es el primer día y ya vas a entrarle a las chicas'' me decía todo el rato.

(Narra Babi)

Increible, me iba a dar un patatus, un chungo o un algo pero Jesús y Daniel Oviedo Morilla estában en mi avión, y en ese avión sólo estában los que nos embarcaríamos en el cruzero, asíq ue o eran imaginaciones mías o iba a pasar los mejores 15 días de mi vida.

Valeria, Lourdes, Sandra y yo decidímos no ir a presentarnos como sus fans ya que quedaría un poco raro, y pareceríamos unas desesperadas si estubiesemos todo el rato tras ellos, así que decidimos simplemente mirárles de vez en cuando para hacernos de rogar. Noté cómo me miraba Jesús, puede que fuesen imaginaciones mías pero hubo unos segundos en los que nos mirábamos fíjamente el uno al otro y a los ojos. Perfecto momento.

Nos asignaron la habitación 301 a mí y a Sandra, nos preparamos y fuimos a dar una vuelta por todo el barco las dos.

Nos quedamos mirando a una mujer de unos 50 años muy pálida y rubia que había estado tomando el sol con una rosquilla en el pecho y se quedó dormida. Acabó achicharrada y con la marca de la rosquilla. Claro, Sandra y yo nos meábamos de la risa.

Luego vimos a los Gemelos que volvían a mirarnos. Qué monos, me daban ganas de acercarme a darles un besote pero me daba muchísimo corte, así que no.

Hora de cenar, eso era muy elegante así que yo me puse uno de mis cientos de vestidos. Concretamente de color coral y por las rodillas junto con unas sandalias plateadas y sandra una falda de vuelo y con estampado de flores con una camiseta básica blanca con unas sandalias negras.

Al cenar casi todas las mesas estában ocupadas y Lourdes y Valeria se sentaron con sus padres, así que tras una larga búsqeuda encontramos una mesa vacía y ahí nos apalancamos Sandra y yo. Poco después se sentaron dos chicos ya que no había otra mesa libre. ¿Os imagináis quienes? Pues sí, se sentaron Jesús y Daniel.

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