Capítulo IX.

533 21 0
                                    

(Narra Babi)

-Jesús para, para, en el cuello no. -Reía- Cosquillas no Jesús.

-Ah, te aguantas, te lo has buscado tú solita.

-Jesús por favor, vale, te devuelvo el móvil pero para.- Decía mientras entre risas apartaba tu nariz de mi cuello como podía.-Venga, apartate y te lo doy.- Le insistía mientras por fin se apartó de encima mía haciendo que por fin me pudiera incorporar.

-Venga, dame.- Dijo sonriendo.

-Bueno, pero te lo doy por que quiero eh. - Dije ofreciéndole su móvil además de una sonrisa de regalo.

-Que sí pequeñaja. - Dijo correspondiendo con una sonrisa.

Ay, esa sonrisa por la que me moriría si tuviese que hacerlo.

Jesús, que hasta hacía una semana era para mí un imposible, un ejemplo, y en ese momento era mi Jesús, el único capaz de parar mis lágrimas y provocar una sonrisa cuando ni él podría para si mismo.

-"¿Te cuento un secreto? Antes de que aparecieras había dejado de creer en el amor. Llegase a mi vida como un soplo de aire fresco, eras como la luz tras una temporada de lluvia. Te has convertido en detalles, pequeños detalles de esos que llegan al corazón. Te has convertido en sonrisas, inmensas cada vez que me ves salir por la puerta, o esas que intentas sacarme a toda costa." -Leía Jesús.- Joder, Babi eres la nueva Benedetti, ¿Y lo has escrito para mí?

-No cielo, la he escrito para mí, pero pensando en ti. -Dije sonriéndole. -Por cierto, lo has vuelto a hacer, ya van un millón doscientas sesenta y cinco mil doscientas tres veces hoy.

-¿El qué? ¿Tocarme el pelo? Es una manía tonta.

-No bobo, me has vuelto a sacar una sonrisa.

-Y otro millón de sonrisas quedan hasta que acabe el día.

Y así, entre sonrisa y sonrisa, acabó el día. Otro día. Y ya solo quedaban 12 días para estar las 24 horas del día con él.

Joder, 12 días que debía aprovechar al máxio para que se enamorase de mi, para que no pudiese estar más de 1 minuto sin mí, para que hiciera lo que fuese por un beso mío.

Yo ya estaba perdidamemte enamorada de su sonrisa, de sus ojos chocolate y del chocolate que dejó en mi nariz el día que me besó por primera vez. También estába enamorada de cada uno de sus lunares, de cómo se le cerraban los ojos cuando sonreía o cuando se quedaba dormido. Además estaba enamorada de la forma en la que se tocaba el pelo o la mirada que me echaba cuando, a gritos pero en silencio, me pedía m beso.

*A la mañana siguiente*

Una vez más desperté con Jesús. Entre sus brazos. Pensé en despertarle a besos, pero, ¿qué mierda? Eso es demasiado ñoño, mejor le despierto con una buena broma.

En ese momento se me ocurrió en ir a la cocina a por un poquito de nata.

Así hice, en cinco minutos ya volví a la habitación cuidadosamente, para no despertar a Jesús. Le eché nata en la mano. Bastante nata. Luego, cojí una de mis brochas de maquillaje y se la pasé por la nariz haciéndole cosquillas.

Él, fue a rascarse la nariz con la mano derecha, aquella en la que había echado la nata. Se manchó toda la cara de nata, no pude reírme más.

-Qué graciosilla ha salido la niña, ¿no? -Dijo mirándome a continuación de haberse mirad la mano. -Bueno, te perdono por que te quiero, ven acá a darme un abrazo. -Dijo acercado su mano a mi pelo.

-Oh no, aléjate de mi Jesús.-Dije hullendo de él y alzando la mano al frente para que chocase con su pecho y así mantener la distancia.

-Venga Babi, que te quiero dar los buenos días.-Dijo riéndose aún más e intentando acercarse.

-Noo.-Dije saliendo a correr por toda la habitación, desgraciadamente no sirvió de nada, intenté saltar la cama pero saltó encima mía cayendo frente contra frente, y cuando pesé que me iba a besar, y ya estaba cerrando los ojos, restregó toda la mano manchada de nata por mis mofletes.-Noooo, te odio Jesús.

También me manchó los labios con nata.

-Bueno, ya que soy buena persona me ofrezco a limiarte la nata, pero con una condición.-Dijo mirándome a los ojos.

-¿Qué condición?

-Que sea a besos. -Acto seguido me besó, y otra vez, y beso a beso toda la nata se acabó esfumando.

Más de lo que piensas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora