Capítlo XIV

454 20 0
                                    

(Narra Babi)

Sandra habló conmigo sobre lo de Jesús. Obviamente la había mandado él.

-A ver Sandra, suponiendo que lo que dices sea verdad, ¿a Jesús le metieron la lengua en la boca de aquella zorra? ¿le pegaron la mano con pegamento en su culo? No, ¿verdad? Pues no hay más que hablar, me a fallado y punto, y n quiero volver a hablar más de esto por que me duele mucho joder.-Dije pareciendo fuerte, aunque por dentro estaba destrozada.

-Tal vez David le obligo tía. ¿Enserio crees que Jesús haría eso teniendo te a ti?

-Yo creo lo que veo, y lo que vi fue eso, punto.-Insistí firmemente.

-Te demostraré que no tienes razón.

-Pues buena suerte, la vas a necesitar.-Dije muy borde. No quería ser borde con ella, pero no podía evitarlo.

Ella se disponía a irse, un tanto enfadada.

-Espera.-Dije agarrándola del brazo.- ¿Te vienes con migo al concierto de Justin Bieber de dentro de cuatro días, cuando hagamos una parada en Grecia? Después del concierto cogeré un avión de vuelta a Sevilla.

-¿Qué? No, ¿no vas a acabar el crucero?

-No, ya lo he hablado con mi padre, no soporto ver a Jesús con otra, y para pasarlo mal, me marcho.-Dije destrozada por dentro. - Entonces, ¿te despedirás de mi en el concierto? Son entradas en primera fila.-Dije esbozando una sonrisa, aunque fuese falsa, y agitando la dos entradas.

-Por supuesto que sí, como para perdermelo.-Dijo riendo.

Una vez me contestó, se marchó.

Yo estaba fatal, destrozada, totalmente hundida. Solo quería que acabase ya esta pesadilla. Pero no. Jesús quedaría en mi recuerdo por siempre, esto jamas acabaría.

¿Cómo pude ser tan estúpida? Pensar que él era diferente a todos los tíos... ¡qué jodida imbécil!

Me tumbé en la cama, sin parar de lloriquear. Tras unos minutos, cogí mi móvil y me dispuse a escuchar música un rato, para intentar desconectar.

Vi que tenía 103 mensajes de 12 conversaciones. Los abrí.

90 eran de diferentes grupos. 5 de Jesús, los ignoré. Otros 3 de Sandra, que preguntaban si estaba en la habitación para hablar conmigo, no los había visto antes. 3 mensajes más de Dani, preguntando lo mismo que Sandra. 2 mensajes de un número desconocido. Por su foto vi que era el socorrista David. Decían: "Hola guapa. ¿Quieres cenar conmigo?" Yo le contesté que no iba a cenar y salí de WhatsApp

Besé a Davidy no sentí nada, absolutamente nada, pero él se habría ilusonado. Al principio me pareció un grandísimo estúpido,pero luego me dí cuenta de que no era tan idiota, se preocupó por mi, cosa que en ese momento no me venía nada mal, ¿e iba a ser verdad lo que me había contado Sandra? Imposible, David no parecía de esos.

Joder, cuantísimo echaba de menos a Jesús. Su ausencia me mataba. Llegó a un punto en el que ya no sabía estar son él.

Ojalá él estuviese aquí. Ojalá hubiese una explicación lógica para justificar por qué estaba con otra. Ojalá no lo hubiese visto. Ojalá no lo hubiese hecho.

Esta cicatriz que me dejó Jesús en el corazón, por mucho tiempo que pasara, no sanaría.

Dejó un hueco imposible de llenar en mi cama.

Enamorarme de él fue como escribir un poema, podía ser el más bonito, pero también el más melancólico y el más difícil de leer cuando todo se apagase.

Me dijeron que el amor solo tenía un final posible: el olvido. Cómo se equivocaban, como para olvidar a alguien como él.

Más de lo que piensas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora