Capítulo V.

614 23 0
                                    

(Narra Babi)

*Al día siguiente*

Me desperté en mi camarote y Jesús en la cama de al lado. Me asuste, ¿qué hacía él ahí? Pero luego lo recordé. Anoche, todo pasó anoche, anoche Jesús encontró a Dani y a Sandra en su camarote y él se quedó fuera y yo, como era idiota, le ofrecí la cama sobrante de mi camarote.

Él se pasó chinchandome toda la noche, y he de decir que cuando tengo sueño soy algo borde. Muy borde. Demasiado borde. ¿Y yo qué le hago? Yo como en mi cama, en ningún sitio.

Jesús estába extremadamente mono dormido. Bueno, dormido y despierto. Saqué mi cámara y le dediqué a hacerle un reportaje fotográfico mientras dormía. Como para que despertase y me viese, qué corte. Gracias a dios que eso no ocurrió. Le hice muchísimas fotos. Obviamente sólo mías, la que se liaría si alguien las subiese a Twitter o Instagram.

Jesús se despertó y yo estába eclipsada viendo las fotos que recién hice. Él se posó en la cama tras de mi para ver lo que hacía, menos mal que me dí cuenta y apagué la cámara enseguida.

-¿Qué estábas viendo?-Me preguntó.

-Se dice "Buenos días".

-Buenos días.- Me contestó, acto seguido me dió un beso en la mejilla.-Por cierto, ¿qué te pasaba anoche?

-Pues mra Jesusito.-Me puse mirando hacia él.- Yo por la noche tengo que estar o durmiendo o bailando, a falta de lo segundo devía estar hacirndo lo primero.

-Genial, ¿qué te parece si esta noche hacemos lo segundo?

-¿ir a bailar? Jesús que a mi me da vergüenza.- Dije riéndome.

-Venga, has dicho que o dormías o bailabas, ¿Qué prefieres, dormir o bailar conmigo?

-¿Tengo que responder a esa pregunta? Anda, bailaremos, pero tú conmigo.

-Por supuesto.

Jesús salió de la habitación ya que quería ir a ducharse.

Me encantaría decir que no me gustó haberme despertado con Jesús a mi lado. Me gustaría poder decir que no significó nada para mí.

Mentiría.

Despertarme y tener a Jesús junto a mí fué perfecto.

Jesús Oviedo Morilla yo no era mi ídolo, era algo más, difícil de explicar, una sensación preciosa.

*Pasada una hora*

Sandra entró al camarote esbozando una sonrisa de oreja a oreja.

-Ui ui ui, ¿cómo tú tan risueña?- Le pregunté mientras me incorporaba de la cama.

-Nada, estámos de crucero, hace un día precioso, los pájaros cantan y yo he dormido con Daniel y me he despertado con él en mi misma cama.

-Pero qué perra, pero yo no me puefo quejar claro, yo me he pespertado junto a Jesús.

-Uh, y me llama a mi perra. -Reía.- ¿y qué tal?

-¿Cómo que qué tal Sandra? Él a dormido en tu cama y yo en la mía, nada más.

-Ya me imagino pava, me refiero a si notas algo con tu sexto sentido o no.

-¿Sexto sentido?-Pregunté extrañana.

-¡A si crees que le gustas o no! Mira que eres pava eh Babi.

-Ah...-Dije dando a entender que le ahía entendido.- ¿Pero tú eres tonta? Habrán visto a unas 1746293 chicas, ¿Y le voy a gustar yo? Mira ni te doy un guantazo por que me da pereza que si no...

-Ay qué invécil eres, ¿con todas ha dormido? ¿Con todas se ha sentado a comer?

-No, pero bueno, que esto va a durar 14 días más y bye bye.

-Pero tu eres ton...

Tocaron a la puerta.

-¿Quién es?-Preguntó Sandra.

-Adivinaloooo.-Dijo una voz tan conocida que o era de Dani o de Jesús, resultó ser Dani.

-Dani, ¿tan pronto? Aún no me he arreglado ni nada.-Acto seguido, abrió.

-Qué lenta, ¿entonces cuándo vuelvo?

-¿Media hora?

-Vale.-Le dió un beso en la mejilla a Sandra y salió.

(Narra Jesús)

Entré a mi camarote y encontré a Dani con Sandra viendo una película. Abrazados.

Menudo cabrón, y decía que no le gustaba Sandra.

No me vieron, menos mal. Yo salí deprisa y me fuí a dar una vuelta por el barco.

Me encontré a una chica, Valeria se llamaba, era fan mía, qué mona, se le saltaron las lágrimas y todo cuando me vió. Me hice una foto con ella y seguí mi camino hacia no se dónde.

Pasé un buen rato pensando en Babi. Joder, en 14 días todo acabaría.

Me sentía extraño, qué locura eso de que en menos de un día ya no podía dejar de pensar en ella, ¿Por qué? En fin, no habíamos hecho más que hablar de tonterías, y que en 14 días no me daría tiempo a hacerla feliz me comía por dentro.

Parecía dura en cuanto a acercarme un poco más a ella. Joder, ¿por qué no me despedí con un beso? Ah, ya recuerdo, por que estándo cerca suya me era imposible contar el latido por segundo de mi corazón, ya que se me aceleraba exageradamente.

Ya mi talismán para la buena suerte no era solo la canción Yo no me doy por Vencido, era además su sonrisa. Ya no necesitaba Ibuprofebo para calmar mi dolor, estándo con ella se me pasaba hasta el tiempo.

Éramos tan diferentes como una ideología y tan iguales como dos gotas de agua. No sabía bién lo que sentía, pero sabía que de todas mis casualidades, ella era la más bonita. Babi.

Más de lo que piensas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora