Capítulo IV.

648 26 1
                                    

(Narra Babi)

Me marché con Jesús hacia la popa del barco, que estaba casi a oscuras, y era como que me enamoraba entera.

Hablamos sobre mi actual mudanza a Sevilla con Sandra, y más.

Él me habló de qué tal le iba eso de hacerse famoso, de algunas cosas que les decían a él y a su hermano en las firmas, y qué cosas tan maravillosas.

-Y tú, ¿Qué sentiste cuando me abrazaste? -Me preguntó.

-No fué para tanto.- Dije haciéndome la remolona.

-¿Enserio?- Prehuntó, como si se lo hubiese creido.

-Qué idiota, ¡no!-Dije riéndo.

-Ah bueno.-Dijo mientras le sallía una carcajada enseñando esos dientes tan preciosos.

Joder, es que lo que pasaba no podía ser real. Yo, una chica cualquiera hablando, compartiendo risas con mi ídolo.

A decir verdad, mis sentimientos hacia Jesús cambiaron, ya no sentía ese "Oh dios, le amo, es perfecto", que también lo sentia pero en ese momento, era diferente. Era como un puto poema de Loreto Sesma, mil sentimientos entrelazados. Al principio pensé que solo era una fan más, una chica como otra para él, pero cuando me miraba, sentía que toda la primavera se hubiese rendido ante su sonrisa. Me quedé eclipsada mirándole, se aceleró mi corazón al darme cuenta que él correspondía a mi mirada.

(Narra Dani)

Jesús y Babi se marcharon y yo me quedé con Sandra.

Nos fuimos a la proa del barco y nos sentamos observando al vacío y habalndo de música. Con esa chica era un encanto hablar, de lo que fuese.

Amor platónico hacia su voz.

-Y tú, ¿Cuándo te vuelves a Sevilla?-Pregunté, básicamente para seguir escuchando su voz.

-¿Dani? Este es el primer día en este fantástico cruzero y tú en lo que piensas es en ¿"cuándo volveré a Sevilla"?

-¿Sí?-Pregunté inseguro.

Rió.

-¿Vamos a dar una vuelta por el barco? A ver qué encontramos.-Propuso.

-Venga.

Andamos sin rumbo alguno, hablando de todo, no sabíamos ni de qué hablar llegados a un punto, pero siembre encontramos algo.

Llegamos a una sala de juegos y a Sandra le encantó. Parecía una niña pequeña. "Vamos a jugar a esto... No, a esto mejor".

Yo reía viendo como se movía de un lado a otro fascinada viendo todo aquello.

En esa sala, unos mimutos después entró  una fan amiga de Sandra y bastante guapa.

Me miró y se emocionó. Se puso las manos en la boca de la impresión y se acercó corriendo hacia mí y me abrazó. Me emocioné de ver esa reacción ante mí, y mientras le acariciaba ese largo pelo castaño. En ese momento, me dijo "Gracias por todo lo que hacéis tu hermano y tú por nosotras", a eso yo le contesté "Gracias a todas vosotras por que sois el motivo de nuestra felicidad".

Ella no pudo evitar llorar y Sandra, que estába muy cerca de nosotros, me escuchó y sonrió. Ante esa sonrisa yo le guiñé mi ojo derecho y esbozando una sonrisa.

Esa chica una vez me soltó me pidió una foto, ¿Cómo negarme? Era lo menos que podía hacer. Sandra nos la tomó, además Lourdes, la fan, me pidió que grabase un vídeo saludando a unas hermanas mellizas de Almería que eran gemeliers. Lo hize.

Me impoactó mucho lo que me dijo Lourdes, "Gracias a vosotros he conocido a personas maravillosas como estas dos mellizas, y a demás Gemeliers simpatiquísimas, que son lo mejor del mundo". Yo jamás me haría a la idea de todo lo que hacía sin darme cuenta, era fantástico.

Lourdes se fué, decía que no quería molestarme en mis vacaciones, pero, ¿qué me iba a molestar ella? Si lo que hacía era hacerme feliz, y no sólo ella.

*Dos horas después*

-¿Nos vamos ya? Es la 1 y tengo sueño.-Dije.

-¿Sueño? ¿Dani tienes sueño? Venga ya, pero si es muy temprano aún, si quieres vamos a un sitio más tranquilo, pero a dormir aún no.-Contestó sonriendo.

Obviamente no tenía sueño, era que ella no paraba quieta, y yo quería estar tranquilo con Sandra.

Nos marchamos a mi camarote, ya que Jesús no estaba. Nos tumbamos y ella sacó su móvil y abrió twitter. Yo me tumbé a su lado y com mi móvil me metí en Instagram.

-¿Cómo te llamas en Instagram?

-¿Para qué? -Preguntó algo nerviosa.

-¿Pues para qué se usa Instagram retraso de persona?-Reí.

-Yo no tengo Instagram.-Dijo aún más nerviosa.

-¿Cómo que no mentirosa? Que lo he visto en tu pantalla de inicio. Déjame que lo vea anda.-Intenté cojer su móvil pero ella aprtó la mano y sonrió.-Que me lo des anda.

-¿Me vas a dar tú el tuyo?-Preguntó casi segura de que no se lo daría.

-Sí, ten, pero déjame tü el tuyo.-Le dije extendiendo una mano y con la otra ofreciéndole el mío, me miró asombrada.

-Bueno, ten anda.-Me lo ofreció y cogió el mío.

-Pero dime tu contraseña, ah no, mejor la investigo yo.

-No, que me lo bloqueas, es 0880.

-¿Pero que contraseña es esa?

-Una fácil y que se escribe rápido, como tiene que ser, dime tú la tuya.

-0602.-Le dicté.

-Vaya contraseña, ese día lo odio, salieron dos tontos en la tele, que feos que eran.-Dijo imtentando simular que lo decía en verdad, pero obviamente no.

-Ah ya, ¿Cómo se llamaban?

-Jesús y Daniel creo.-Dijo sonriendo.

-No, creo que eran Daniel y Jesús.-Dije riéndo a lo que ella correspondió.-Qué tonta eres.

-Tonto tú.-Dijo empujándme del colchón.

-Ey, que casi me caigo.

A ella le dió un ataque de risa, e incluso se le saltáron las lágrimas. Yo de escucharla también reía, y qué sonido tan perfecto eso de unir nuestras risas en una sola.

Más de lo que piensas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora