Capítulo VII.

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(Narra Jesús)

*Las 23:05*

Consolé algo a Babi, aunque me costó lo suyo hacerla sonreír.

Una vez conseguí consolarla salimos del salón y nos dirigimos a mi camarote, asegurándome antes de que no estuviesen Dani y Sandra. Efectivamente no estaban.

Ver a Babi llorar me partió el alma, joder, esos ojos no están hechos para llorar y nadie sabrá lo que es sufrir hasta que vean a la persona que quieren llorar.

Un momento... ¿quieren? ¿dije quieren? En ese momento Babi era mi amiga y nada más.

Pero joder la noté tan cerca que no pude evitar sentir algo. Aunque antes de ella yo ya babia dejado e creer en el amor ya que todas las chicas buscaban fama y nada más, pero Babi no, ella entró a mi vida como una canción nueva que cuanto más la escuchas más te gusta. Y cuanto más escuchaba su risa, más me gustaba.

Entramos en mi camarote y nos tumbamos en la cama, nos quedamos mirando unos segungos y Babi decidió hablar.

-¿Qué hacemos? - Preguntó.

-¿Vemos alguna película?-Propuse.

-Vale, ¿cuál?

-La que quieras.

-¿Amanecer?-Pregunté.

-Perfecto.

La busqué y tras desacer la maleta por completo, la conseguí encontrar. La puse en el reproductor y mientras Babi se acomodaba quitándose las sandalias, la puse.

Una vez la puse me tumbé junto a Babi.

-Eh, a la otra cama fiera que si me duermo puedes acabar herido por las patadas que doy.-Me dijo intentando hacerse la seria.

-Me arriesgaré a acabar herido, al fin y al cabo, la emfermería está cerca.- Reí.

Ella también rió, otra vez oía esa música que tanto me gustaba.

Viendo la película, Babi se quedó dormuda en mi pecho y mi ropa se quedó totalmente manchada de su pintalabios rojo, aunque a decir verdad me encantaba, me encantaba sentirla cerca de mi.

Las 2 de la mañana, Babi seguía dirmendo y yo miraba twitter e instagram. Una vez miré todas las menciones de twitter y demás me estaba saliendo de las aplicaciones, sin querer le di a la cámara y se abrió la cámara delantera, vi mi cara de pasmado pero también vi lo fotogénica que estaba Babi y nos hice una fotografía, me encantaba, Babi salía tan profundamente dormida que era para comérsela. La guardaría en mi galería como oro en paño ya que me encantaba recordar cosas, y estaba seguro que este sería un magnífico recuerdo.

Sin darme cuenta mis ojos se cerraban incosncientemente hasta que porfín me quedé dormido.

(Narra Babi)

Volví a despertar entre sus brazos, aquellos que me protegen de todo lo malo y me dan calor, degraciadamente manché toda la camiseta de Jesús con el pintalabios rojo, no pude evitar sonreír al imaginarme que mis labios habían estado en sus pecho, toda la noche. Perfecfecto.

Al parecer Jesús notó que me había movido y se despertó pero no abrió los ojos, sólo sonrió. Yo, al ver que sonreía me aproximé a sus oídos y le susurré: "Buenos días feo" a lo que me acompañó una gran sonrisa de buenos días.

-Estos si que son buenos días.- Dijo como primeras las primeras palabras de la mañana.

Tan adorable qué pf.

-¿Desaunamos?- Propuso él.

- Por supuesto Jesuso.

-¿Jesuso? -Preguntó riendo.

-Sí, Jesuso.- Dije riendo.

Me levanté y me miré al espejo. Pero qué pintas dios mio, ¿Y Jesús me ha visto así? Qué verguenza... Pensé mientras me miraba la cara roja manchada debido al pintalabios. Acto seguido fui al baño y me lavé la cara, luego salí del baño y le supliqué a Jesús que me esperarse un minuto para cambiarme, él aceptó pero sólo podía tardar un minuto.

Así lo hice.

Salí disparada del camarote de Jesús y me fui hacia mi camarote, cojí una camiseta bastante larga de color blanco y unos shorts vaqueros junto a mis Vans rojas, me cepillé el pelo en cero coma y ya estába en la puerta de Jesús, el cual me a abrió la puerta con unos pantalones verde pistacho y sin camiseta ya que la tenía en las manos. Me sonrió al ver que me sonrojé al verlo así y seguidamente sonreí.

Ambos sabíamos lo que pasaba pero no dijimos palabra.

-Entra anda fea.

-No, venga que tengo hambre.

-¿Qué pasa? ¿Te has puesto nerviosa? Ni que nunca hubieses visto a alguien sin camiseta, y menos a mí.

-¿Pero qué dices idiota? No me he puesto nerviosa y sí que he visto a chicos sin camiseta.

El se reía.

Yo no tuve más remedio que reír con él.

Sí que me había puesto nerviosa, como para no hacerlo con él así, delante mía y sonriendome. Imposible no ponerse nerviosa.

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