CAPITULO OCHO

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Observo como esta vez el lanzamiento de Sam casi da en el centro del circulo que hice en el árbol.

-creo que ya lo estoy dominando.

Una sonrisa se me escapa.

-vas bien Sam, pero no puedes simplemente ganar lanzándola.

Sam saca la daga del árbol y vuelve a su lugar para volverla a lanzar, esta vez se desvía haciendo que la daga se pierda entre unos arbustos. Sam no tarda en encontrarla, lo cual es bueno o de lo contrario lo habría lanzado a los arbustos hasta que apareciera la daga.

Tres aparece por la puerta lo cual es mi señal para volver adentro.

-¿Estás listo Sam? Puedes traer la daga si tú quieres -dice Tres haciendo un pequeño estiramiento.

-no lo sé, no quiero lastimarte ni nada por el estilo.

Mi risa fue lo último que escuche de esa conversación antes de que entrara a la casa.

Al caer la noche tomo mi cubo y saco la pequeña lonchera que lleva mis medicamentos, saco varias pastillas y me las trago con algo de esfuerzo al no tener un vaso de agua. Guardo nuevamente la lonchera en el cubo y lo dejo en la mochila de Sam. Cuando bajo las escaleras lo primero que veo es la luz de la lampara portátil que compro Tres, al parecer a Sam y a Tres les molesta andar a oscuras por la casa. Cuando entro a la cocina lo primero que veo es a Obol que esta acostada a un lado descansando, Sam me lanza un paquete de frituras y me siento junto a Sam y Tres.

-llevamos mucho tiempo en este lugar -digo antes de meter la primera fritura a mi boca.

-podríamos volver a esa cabaña en Oregon -propone Sam.

-eh estado pensando acerca de eso -dice Tres dejando la bolsa vacía de frituras a un lado-. Creo que deberíamos buscar a los demás.

-¿Ah sí?

-ellos también están escapando, deben estar en algún lado.

-y tú quieres encontrarlos.

-¿algún problema con eso? -me pregunta ya harta de mi sarcasmo.

-no, no. Buscar y reunir a gente con superpoderes que quieren matarme ¿Qué problema podría tener yo con eso?

Tres bufa en lo que su entrecejo se frunce.

-mira, solo ponte en mi lugar ¿sí? -digo dejando mi paquete de frituras a un lado-. Louren era la número Doce y quiso matarme y estuvo a punto de no ser por Talía ¿Qué crees que pase cuando se reúnan todos ustedes?

-entonces no confías en mi ¿es eso?

-según recuerdo en nuestro primer encuentro te lanzaste sobre mí y casi me apuñalas con una daga.

-no podemos siempre pelear solos.

-¿pelear?

-talvez un poco de ayuda no nos caería mal -dice Sam en un absurdo intento de detener esta conversación.

-¿quieres que peleé? Esto no es una simple batalla o una pelea Tres, esto es una guerra. Una guerra que no es mía.

-¿tienes un mejer plan?

-claro que lo tengo.

-bien, te escucho.

-tienen naves ¿no? Yo digo que robemos una y salgamos de este planeta.

-¿ese es tu plan, huir?

-no, huir seria si esta guerra fuera mía. Pero como yo lo veo, simplemente se les dio por acusar de destruir un planeta al primer infeliz que se le dio por llegar solo a este planeta sin plena invitación.

LA INICIACIÓN DE TRES | Saga La Voluntad De Uno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora