CAPITULO OCHO PARTE DOS

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...

Abro mis ojos levantando mi cabeza para ver de lado a lado mi habitación vacía, instintivamente mis ojos se clavan en la delgada cortina que deja filtrar la luz del sol que apenas está saliendo. Vuelvo a poner mi cabeza sobre la almohada, pero la extraña sensación de que me están observando perdura. Decido levantarme de la cama y abrir la cortina para ver por la ventana. No hay nada más que una vista a la casa de al lado y una totalmente calle vacía. Salgo de mi habitación, el inconfundible sonido del aceite fritando un huevo inunda la sala.

-hola -digo asomándome por la entrada de la cocina.

Mina da un pequeño salto en su lugar.

-Dios mío -dice con la mano en su pecho-, casi me matas del susto.

Una sonrisa se me escapa por la forma tan graciosa en la que Mina salto.

-lo siento.

-madrugaste -dice viendo el reloj de pared de la cocina.

-si -respondo antes de pasar mi vista por toda la cocina y la sala.

La sensación no desaparece.

Mina prepara el desayuno, nos sentamos juntas en el pequeño comedor. Apenas doy el primer bocado de mi desayuno me doy cuenta que no llevo mis sandalias por lo que empiezo a jugar con mis pies bajo la mesa. Ahora que lo pienso, ¿Cuándo fue la última vez que desayunamos juntas?

Una vez terminamos nuestros desayunos Mina es la primera en ir a bañarse mientras que yo lavo los trastes. Una vez ya lista para ir a la escuela tomo mi mochila y me dirijo a la puerta.

-espera -me dice Mina antes que pueda salir por la puerta.

Veo como cierra su abrigo mientras se acerca a mí.

-hoy te voy a acompañar

Silencio, eso es lo único que hay entre nosotras, más allá de la extraña sensación que aún tengo y el sonido de nuestros propios pasos. Cuando pasamos frente el local de Soc él me dedica una mirada de confusión y extrañes a la vez que posa su mirada en mí, simplemente lo saludo con mi mano dedicándole un "hola" mudo antes de pasarlo de largo.

La extraña sensación continua lo cual comienza a convertirse en una verdadera molestia, y lo que es peor es que no eh podido dejar de notar el cómo Mina se la pasa viendo a todas partes. Una vez logro ver la escuela decido ser directa.

-¿me estas ocultando algo?

-¿algo como qué?

Aprieto la correa de mi mochila con rabia.

-no lo sé, algo que tenga que ver con Loucrs talvez.

-¿Loucrs? -dice antes de soltar una pequeña risa sarcástica-¿has visto a alguien que quiera matarte con armas o espadas?

-no, pero.

-entonces no hay ningún Loucr.

Mina me detiene y empieza a arreglar mi cabello, me encorvo para atrás vara que deje mi cabello y ella aprovecha para cerrar bien mi abrigo.

-vas a entrar tarde a clase si no entras ya.

Miro la entrada de la escuela donde la maestra de matemáticas espera a que entre para cerrar las puertas.

Frunzo el ceño ligeramente.

-no hemos terminado de hablar -le digo a lo que ella solo me responde con su mirada seria.

Una vez entro a la escuela miro por sobre mi hombro a Mina quien ya se ha ido.

El tiempo se me pasa supremamente lento a tal punto que creo que enloquecería de no ser porque finalmente salimos al primer receso de clases. Estoy sentada en mi pequeño rincón agitando mi pierna por la desesperación, esa maldita sensación no desaparece y el hecho que Mina actúe tan rara solo me hace ponerme aún más paranoica.

-hola.

Doy un pequeño salto en mi lugar, estaba tan concentrada en mis pensamientos que ni siquiera note cuando Eli llego.

-hola -respondo fingiendo una sonrisa como si no acabara de asustarme.

Eli estira su mano ofreciéndome un pequeño chocolate el cual acepto dedicándole un "gracias". Eli se acomoda a mi lado y abre su lonchera de dónde saca dos yogurts y me regala uno, debo admitir que tener algo de compañía en la escuela es agradable, no tener que esperar a la salida tan solo para hablar un rato con Soc.

Cuando el receso termina Eli y yo quedamos de vernos a la hora de la salida solo para volver juntas a casa. Increíblemente cuando me di cuenta ya no tenía la extraña sensación con la que llevaba todo el día.

Eli da pasos largos mientras levanta sus piernas para que su Galgo Persa de nombre Zuri pase por medio de sus piernas. Yo solo miro lo bien entrenada que Eli tiene a Zuri, nunca eh sido fanática de los perros, de hecho, nunca eh tenido mi propia mascota, pero debo admitir que hay algo en Zuri que me agrada, quizá sean sus orejas largas y cubiertas de un pelo que la hacen simplemente ver adorable o la elegancia con la que se mueve al cruzar bajo la pierna de Eli.

Extrañamente el local está cerrado, realmente no tengo muchas ganas de volver a casa con lo extraño que se ha estado comportando los últimos días por lo que le ofrezco a Eli ir al mirador. Será una larga caminata, pero la vista realmente vale la pena.

-¿falta mucho? -pregunta Eli.

-no -respondo con una sonrisa en mi cara-, de hecho, ya llegamos -digo viendo el árbol que da sombra al mejor lugar para pasar el rato.

Me sorprendo al ver a alguien aquí pero mi sorpresa es aún mayor cuando me doy cuenta de que se trata de Soc.

-oye mira -le digo a Eli -, él es Soc, de quien te hablaba.

Levanto mi mano gritando el nombre de Soc llamando su atención, al principio el parece recibirme con una media sonrisa, pero de un momento su expresión cambia como si hubiera visto un fantasma.

-¡Aléjate de esa cosa!

Soc toma una piedra y corre hasta nosotras, de un momento a otro le arroja la piedra a Zuri mientras nos toma a Eli y a mi de nuestros brazos jalándonos. Forcejeo con Soc para que me suelte, Zuri empieza a ladrarle a Soc y el vuelve a tomar otra piedra soltándonos a las dos.

-¿Qué diablos crees que estás haciendo? -digo agarrándole del brazo para evitar que le lance la piedra a Zuri. -. Es solo un perro.

-no, esa cosa no es un perro.

-oye -digo tomándolo de su rostro; sus ojos están rojos y tiene la frente bañada en sudor-. Es solo un perro, solo eso.

Soc mira con los ojos bien abiertos al Galgo, se pasa sus manos temblorosas por la cara y me mira, empieza a mirar a todas partes como si acaso estuviera buscando algo o a alguien.

-tengo que irme, tengo que salir de aquí.

Trato de tomar a Soc de la mano, pero el simplemente se aparta. Veo como Soc se va caminando. Me acerco a Eli quien calma a Zuri, acaricio la cabeza de Zuri en son de disculpa.

-lamento que hayas visto eso, él no es así.

Eli no me dice nada, solo me regala una medio sonrisa incomoda mientras se encoge de hombros.

Miro por sobre mi hombro por donde se fue Soc. Primero Mina y ahora Soc ¿Qué rayos es lo que está pasando aquí?

LA INICIACIÓN DE TRES | Saga La Voluntad De Uno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora