Puedo oír un sonido, es débil comparado con el sonido del viento por todas partes, pero ahí está. Una enorme explosión resuena detrás de nosotros sacudiendo todo el avión, de repente la succión se vuelve sumamente fuerte al punto que debo ignorar mi dolor para enterrar una de mis colas en el suelo y tomar el cubo con mi mano. No consigo agarrar mi daga por lo que al momento de la succión esta termina enterrándose en mi pierna haciéndome dar un pequeño gemido ante el dolor. Observo a Sam quien está a un lado sujetando con una mano una correa que está sujeta al suelo mientras que con la otra se las arregla para sujetarse de la pared, su mano toma cierto tono rojizo con un poco de morado ante la forma que la correa esta alrededor de su mano.
Sobre el dolor en mi cuerpo y mi cabeza me las arreglo para ver sobre mi hombro el enorme agujero a un lado del avión. La succión es fuerte al punto que lentamente mi cuerpo se desliza haciéndome ver de frente al enorme agujero, entierro las garras de mi mano libre en el suelo para un mayor agarre. A lo lejos puedo ver al sujeto de la caja, está sujeto a una pared mientras en su cintura hay una correa atada. Mi visión pasa al enorme agujero cuando el sonido de hace un rato ahora es más fuerte y claro que antes, lentamente veo como un enorme objeto circular blanco se asoma por un costado del agujero pegándose al avión. Doy un gruñido ante el creciente dolor de cabeza, siento como si fuera a explotar en cualquier momento.
El enorme objeto blanco se abre desde su parte inferior hasta la parte superior como una puerta, logro ver un poco del interior, pero ante el enorme dolor en mi cabeza se me es difícil concentrarme en lo que se ve de su interior. Mi cuerpo comienza a temblar mientras que un escalofrió pasa por todo mi cuerpo al ver la enorme silueta que se asoma desde el interior, poco a poco veo como la silueta se acerca hasta salir a la luz. Mi respiración se congela al ver al enorme sujeto de dos metro y medio que lleva una pechera de metal negro ideal a su tamaño, su cabello negro está recogido hacia atrás de forma que sus rastas lo hacen parecer que lleva el cabello sujeto en una cola de caballo que se mueve violentamente ante el viento, su mandíbula cuadrada la cual se gira hacia mi para dar una sonrisa retorcida mientras sus ojos verdes mi miran fijamente. El enorme sujeto da apenas un paso para entrar al avión que se sacude un poco ante su peso.
El sujeto levanta su mano y en un instante todo mi cuerpo es disparado hacia él. Su mano se aprieta alrededor de mi cuello con fuerza, el sujeto resopla en una sonrisa engreída dejándome oler su putrefacto aliento. Entierro mis garras en su mano y el gruñe ante al dolor apretando más mi cuello. Su vista pasa a una de mis manos al ver la luz blanca que emana del cubo, acercando su mano toma el cubo solo con tres de sus dedos y trata de quitármelo a la fuerza. Mantengo fuerte mi agarre mientras él tira de este, no me importa si me arranca el brazo no lo soltare. Ante mis manos sudorosas poco a poco siento como el cubo se desliza entre mis dedos y la punta de mis garras hasta que finalmente es desprendido de mi mano. El cubo pierde su luz blanca una vez se me es arrebatado, el enorme sujeto acerca el cubo a su rostro mientras entrecierra sus ojos para verlo mejor. El sujeto gruñe cuando las puntas de mis colas apuñalan mi pierna lo que provoca que el agarre en mi cuello aumente hasta el punto en el que me corta por completo la respiración.
Escucho un grito a lo lejos; de la nada el sujeto de la caja metálica sale disparado ante la succión del avión y golpea al enorme sujeto de dos metros y medio en la cara, observo como el sujeto de la caja se aferra a sus rastas y trepando por estas como si cuerdas se tratasen se las arregla para trepar hasta su cuello. Observo como los brazos del sujeto de la caja tratan de enrollarse ante el cuello del enorme sujeto mientras entierro más mis garras. En una sacudida de su brazo soy arrojado hasta donde estaba antes, mi cuerpo apenas si choca contra el suelo antes de sentir la succión, rápidamente entierro mis garras y mis dos colas en el suelo. Observó como ambos sujetos forcejean, el enorme sujeto levanta sus enormes manos por encima de su cabeza, solo con una de sus manos puedo ver cómo le es suficiente para tomar su cabeza por completo, en un rápido movimiento observo como logra quitarse al sujeto de la caja de encima para lanzarlo contra el suelo, el suelo resuena antes de que el sujeto de la caja metálica sea succionado fuera del avión por el enorme agujero.
El enorme sujeto se vuelve hacia mí solo que esta vez su mirada es de odio. Observo como toma su muñeca y de la nada un enorme látigo sale desde su mano, el viento no parece molestarle ya que en un movimiento brusco el látigo se azotado hacia mi dirección. Suelto el agarre de mis garras y mi cola usando la succión para evitar el latigazo que deforma el suelo. Al volver a aferrarme al suelo con mis garras y mis colas doy un gruñido por la daga que aun se encuentra enterrada en mi pierna, debo pegar mi cuerpo al suelo ya que ante la fuerte succión prácticamente quede a un metro del enorme agujero.
El enorme sujeto me habla, pero no entiendo nada de lo que dice. El sujeto abanica su brazo y observo como el látigo se dirige hacia a mí, no podre esquivarlo. Reacciono por instinto agarrando el látigo, pero en vez de agarrarlo parece que este me agarra a mí ya que automáticamente se enreda en todo mi antebrazo enterrando sus piedras en mi piel.
«Este látigo es de».
No tengo tiempo para bajar la guardia ya que pronto siento el tirón del látigo en mi brazo. En la lucha de fuerza, tomo el mismo látigo con mi mano para evitar que las piedras se incrusten más en mi piel. Puedo ver como las venas del brazo del enorme sujeto sobresalen ante su esfuerzo. De un momento a otro siento como una fuerza comienza a tratar de levantarme desde mi estomago hacia arriba, es entonces que mi fuerza no solo se concentra en mi brazo izquierdo sino en todo mi cuerpo en un intento de no ceder ante su telequinesis. Escucho una explosión resonante seguido de un extraño sonido de palanqueo, pronto el aire comienza a oscureces ante la enorme nube de humo negro que entra desde el agujero haciéndome lagrimear los ojos.
El látigo se suelta de mi brazo y rápidamente vuelvo mi mano al suelo para no desprenderme de este. Siento como la fuerza aumenta al punto que solo estoy sujeto al suelo por las puntas de mis garras. Mi cuerpo es embestido en un costado por unas piernas, mi cuerpo es succionado fuera del avión, pero logro agarrarme al borde del agujero mientras mis piernas se sacuden y mi rostro de cierta forma se deforma ante el viento que golpea en mi cara. A unos metros de mi entre el humo y el movimiento brusco de la succión logro ver a Sam quien tiene sus manos sobre el látigo que ahora esta en su cuello. Aterrado, pongo toda mi fuerza en mis brazos para entrar nuevamente al avión, al meter la mitad de mi cuerpo mis zapatos son prácticamente desprendidos de mis pies. Al entrar entierro mis colas en el suelo antes de ver como la enorme silueta de dos metros y medio salta al interior del objeto que a estado todo este tiempo junto al agujero del avión llevándose a Sam con él.
-¡SAM!
El objeto se aleja lentamente mientras yo trato de manera burda estirar una de mis colas hasta este. El avión se sacude inclinándose hacia la derecha, ante la inclinación del avión el objeto se aparta para dejarme ver una de las turbinas en llamas. Mi atención se posa nuevamente en el objeto que se aleja más y más. Mi sangre se congela al ver la enorme luz roja en la parte inferior del objeto.
El avión se sacude en una enorme bola de fuego, finalmente soy succionado fuera del avión. Mi cuerpo gira con violencia mientras mi vista pasa de borrones de entre el cielo azul a trozos enormes del avión y la superficie del suelo.
AQUÍ EL NUEVO CAPITULO.
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LA INICIACIÓN DE TRES | Saga La Voluntad De Uno.
Science-FictionLlegamos a la tierra después de que Louren cayo. Al llegar a su planeta tuvimos que separarnos de manera que no tuviéramos contacto entre nosotros, y durante años vivimos como si fuéramos unos de ustedes. No fue hasta ese día que pensamos que aún po...