Un sortilegio es una atracción misteriosa e irresistible que producen sobre alguien los encantos de una persona.
Algunos lo llaman magia, otros embrujo o destino, cada quien lo llama por diferentes nombres.
Kim Taehyung y Jeon Jungkook habian enlaz...
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El viaje había sido corto en avión y el lugar era precioso; el mar, la playa tan tranquila y clara, daba un ambiente de pureza.
Jungkook arregló sus problemas de trabajo y por la tarde llevó a su marido al mar, en un picnic, sencillo, pero delicioso. Los trajes de baño eran solo un short, pero vaya que short le habian comprado a Taehyung, uno justo a su figura, delineaba con picardia la curva de sus glúteos y lo tenía babeando.
Taehyung no se quedó atras, su esposo con el torso descubierto y bien definido, era una distracción tan tentadora, las gotas del agua de mar que recorrian su abdomen, lo tentaba a mirar dónde era que estas se perdían y deseando con ansias besar con locura aquel caminito.
Una vez que la comida terminó, sedieron ante el deseo, caminaron al mar y nadaron un poco, lejos de donde las personas pudieran verlos, llegaron a las rocas que se veian al inicio de la costa, recargando con sumo cuidado el cuerpo de Taehyung sobre estas y besándose con necesidad desenfrenada.
ㅡ¿Crees qué sea un buen lugar, Kookie?
ㅡ No lo sé y tampoco me importa, deben saber que todo éstoㅡsus manos viajaron a las asentaderas contrarias y lo pegó a su cuerpo con deseoㅡ tiene dueño y soy yo.
Los trajes fueron dejados junto a las rocas y bajo en agua juntaron sus cuerpos, tocando con amor cada parte, besando y dejando ligeras mariquitas en el cuello y pecho, tomando todo a su alcance.
ㅡ Volteate y recarga ese cuerpecito tuyo en las rocas, les daremos unas clases informativas, en vivo y en directo, cielo.
ㅡDios... eres tan loco, y eso me encanta, Kookie.
ㅡ Deben saber de quién eres y que mueran de envidia; yo si consiento a mi marido en todo momento y en cualquier lugarㅡ sus manos rodearon el cuerpo de Tae al momento de la intromisión, consolando y distrayendo a su adoración, pues no hubo preparación previa, pero el agua hizo un poco mas faciles las cosas, llevandolos a perderse entre ellos.
Amaban estar juntos, la unión de sus cuerpos, reafirmaba la de sus corazones, manteniendo viva la llama de la lujuria en la relación. Los empuejes no fueron bruscos, ni con prisa, todo mas tranquilo, disfrutando de cada embiste, recordando la forma de otro y dando placer a cada zona erógena del cuerpo contrario.
Hacer el amor y tener sexo, jamás son lo mismo, en una entregas el corazón y no solo el cuerpo, en una disfrutas y admiras cada parte del cuerpo, no solo te concentras en tu sentir. Ellos siempre hacian el amor, a pesar de la rapidez o fuerza, jamas dejaba de haber cariño y delicadeza, esa era la gran diferencia.
El clímax de ambos llegó, arrebatando su cordura, habia sido tan diferente, pero al mismo tiempo tan conocido, tenian en mente la clara figura del otro, cada lunar y medida, podian saberla con excatidud.
ㅡVamos al hotel Kookie, de aquí saldre como una pasita.
ㅡ Uuh... yo encantando de plancharte, mi vida. ¿segunda ronda en la habitación?.
ㅡEso ni se pregunta, sabes mi respuesta Jungkookie... date prisa, necesito urgentemente un planchado express.
Sus risas llenaron el lugar, había tantas cosas en común entre ellos, que realmente no podian creer lo bien que se llevaban; simplemente encajaban a la perfección.
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