El despertar

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El resplandor de un nuevo amanecer se filtró por las rendijas de los ventanales, despertando a Juliana, esta se restregó ambos ojos y buscó el reloj en su mesa de noche, comprobando así que ya era hora de levantarse. Lo cual hizo, tomó una ducha y luego se dirigió a la cocina a buscar que comer, no tenía mucha hambre, ya que la noche anterior no había dormido bien, porque se había quedado despierta parte de la noche esperando a Valentina quien nunca se presentó. Abrió la refrigeradora para ver qué podría prepararse de desayunar y optó por escoger unas frutas.

Decidió sentarse a comer en la sala y así esperar  por Jacobo quien era nativo de la zona y se jactaba de conocer a todos en el pueblo, a él le preguntaría por Valentina para poder ir a buscarla porque otro día de espera, no lo soportaría.

Porqué no vino? Que habrá pasado? - se preguntaba así misma Juliana- la pasamos tan bien la última vez. Es que no lo entiendo!!! Dios mío, que no le haya pasado nada!

El escuchar un ruido en el patio la hizo incorporarse y salió a ver.

- Buenos días, señorita Juliana! Como amanece hoy?- la saludó Jacobo, quien se encontraba recortando el césped.

- Buenos días, Jacobo, Podrías pasar, por favor? Necesito hacerte unas preguntas.

Jacobo asintió con la cabeza, colocó la herramienta que tenía en su mano y se encaminó a la casa, siguiendo a Juliana. Al entrar, Juliana le dijo que se sentara y le ofreció un vaso de agua, el cual aceptó.

- Dígame señorita, en que le puedo servir?

- Jacobo, tú sabes que desde que yo vine a este pueblo costero, lo menos que he hecho es recorrerlo, tú te encargas de todo, así que no vi necesidad de hacerlo. Además que el propósito de este viaje fue de descanso. Sin embargo no necesité dejar mi casa para hacer una amistad. Desde que vine me hice amiga de Valentina Carvajal - al oír ese nombre Jacobo abrió sus ojos con un gesto de sorpresa en su cara.

- Valentina Carvajal dijo? - No puede ser señorita! Es imposible!

- Porqué no es posible? - preguntó- si ella me ha visitado cada noche y hemos compartido nuestro tiempo juntas.

- Vea señorita, creo que es necesario que le cuente la historia de los Carvajal, León y Lucía Carvajal fue un matrimonio que vivió en este pueblo hace mucho tiempo, unos 100 años más o menos, León era el cacique de acá por decirlo así, fue uno de los fundadores del pueblo y el hombre más rico de la región y padre de una única hija. Cuentan que por unos malos negocios estaba al borde de la bancarrota, por lo que decidió casar a su hija con el hijo de un terrateniente de un pueblo para así poder conservar su fortuna, sin embargo Valentina se opuso a su decisión y se lo hizo saber, durante una riña familiar en la que hubo un forcejeo entre ella y su padre, ella logró escaparse de él y corrió hacia el balcón buscando como salir de la casa, cansada por el forcejeo previo, dicen que se detuvo para tomar aire y  se apoyó en el barandal de madera el cual tenía unas fallas, con su peso hizo que la madera cediera cayendo así sobre los peñascos muriendo de forma instantánea, su padre después de esto perdió su fortuna, dicen que el dolor de perder todo y la culpabilidad por la muerde de su hija no lo dejaban en paz por lo que un día se suicidó dándose un tiro en la sien. Jacobo tomó un sorbo de agua y continuó con su relato - su madre murió de pena poco tiempo después. La hija del matrimonio Carvajal era Valentina.

- Y entonces? Preguntó Juliana agitando su cabeza de un lado a otro confundida- mi amiga Valentina es de esa familia? Donde puedo encontrarla? Necesito verla. Me entiende Jacobo.

- Señorita, no me entendió! La última Carvajal de este pueblo fue Valentina Carvajal. Le puedo asegurar que no hay nadie con ese apellido en todo este pueblo ni en los aledaños.

Un Romance más allá de la muerte (Juliantina) TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora