V. Red Hot

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1983 fue cuando la enajenación desmesurada había comenzado, desde ese momento en adelante todo había cambiado sin un punto de retorno. Aquel año, habíamos conseguido la publicación de nuestro primer álbum hace solo un par de meses, en el cual trabajamos arduamente durante todo el pasado 1982. Luego de varios intentos fallidos, seguidos de fracasos y más fracasos, sudor y lágrimas logramos lanzar «Needles and Pins», nombre de nuestro disco debut, bajo el sello de EMI, el cual había alcanzado un mediano éxito en América, que nos había asegurado un puesto en el «US Festival» de ese mismo año debido a la repentina popularidad de los singles Woman Like You, Death Rides This Night, como también la de mi debut en la voz con I Like To Rock.

En ese festival tuvimos la oportunidad de compartir el escenario con grandes exponentes como Van Halen, Scorpions, Judas Priest, Ozzy, y por supuesto: Mötley Crüe, quienes en cosa de semanas tendrían la publicación de su segundo disco: «Shout At The Devil», el cual tenía a toda la escena expectante por oírles en vivo. Todo desde ese entonces parecía ir en ascenso para ambas bandas y grandes cosas se nos proponían.

Esa tarde fue la primera vez que tocamos frente a una masiva audiencia. Vaya manera de debutar y hacer el salto de clubes a un jodido festival, ¿no? Fue una completa locura, una de las más bellas de mi vida.

Hasta que salimos en escena. Mis nerviosas manos prontamente se calmaron una vez había emitido los primeros acordes, pues la idea de que ese era nuestro jodido momento de demostrar quiénes éramos al mundo se sentía extrañamente reconfortante, y mi botella de Jack Daniel's sobre mi amplificador ayudaba a disipar cualquier otra inquietud. Mirando a los muchachos, nos sonreímos sabiendo que todo iría bien mientras estuviéramos juntos, comprendiendo también, implícitamente, que daríamos el espectáculo de nuestras vidas. De esta manera, comenzamos tocando Death Rides This Night, seguida de Cutt Your Heart Out, Back To The City, Promise Land, Midnight Vice, en donde la gente enloqueció, I Like To Rock, Woman Like You, para finalizar con un cover You've Got Another Thing Coming, rindiendo honores a nuestros mentores de Judas Priest. Para nuestra suerte y felicidad, al público le había agradado nuestra música, y nada, hasta ese entonces se comparaba a la sensación de tener a miles de personas coreando tu nombre. Lo habíamos logrado, puesto que la ovación al finalizada nuestra presentación así nos lo daba a entender.

Tras aproximadamente media hora en escena, bajamos en total estado de éxtasis, puesto que Mötley Crüe seguía tras nosotros. Recuerdo solo haber abrazado a Nikki, y haberle deseado suerte al resto, como también haber recibido alcohol proveniente de todas partes en cuanto me encontré en backstage con la banda, y haber cruzado una que otra palabra de admiración a mis compatriotas de Judas Priest, en un similar estado que yo, a quienes les había gustado bastante nuestra versión: el mayor cumplido que una banda te puede hacer. De allí en adelante, todo se volvió borroso ocurrida la fiesta post-show situada en alguna lujosa mansión en la parte alta de California.

—¡Te luciste hoy! —exclamó Dave chocando su vaso contra el mío, derramando de paso parte del contenido en la costosa alfombra de piel de mal gusto.

—¿Estás bromeando? —bebí un gran sorbo, y hablé con dificultad—. ¿A-acaso viste el espectáculo que diste? ¡Dios, Dave! ¡Eres increíble! ¡Tienes que enseñarme a saltar así! Aún no puedo cantar sin sentir que voy a vomitar en cualquier momento.

—Cariño, a eso se le llama alcohol y debes cuidarte de él, a no ser que tengas mi resistencia —rió—. Y respecto a lo otro, ya lo sé, tengo gente que me lo recuerda todo el tiempo. Ahora estamos hablando de ti y de tu momento —carcajeó con irónica arrogancia—. ¿Ya hablaste con Eddie? Se muere de ganas por conocerte y darte una aburrida plática de guitarras y toda esa mierda que hacen los guitarristas. Te haría bien, el tipo sabe mucho de eso.

𝐃𝐑𝐎𝐖𝐒𝐄  ━  Nikki Sixx & Axl RoseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora