𝐃𝐑𝐎𝐖𝐒𝐄 ━ Nikki Sixx & Axl Rose

VIII. Cheri Cheri Lady

«Take a chance for romance
Take my heart, I need you so
There's no time, I'll ever go
Cheri Cheri Lady
Goin' through emotion
Love is where you find it
Listen to your heart
Livin' in devotion
It's always like the first time
Let me take a part...»
–
Modern Talking , Cheri Cheri Lady

—¡Corran, maldita sea! ¡Se va a quemar todo este jodido hotel! —exclamó Tommy dejando un rastro de destrozo a su paso.

—¡Llamaron a seguridad! —reí mientras corría junto a ellos a lo largo de los pasillos del hotel—. ¡Hijos de puta!

—¡En la habitación de Vince! ¡Rápido! —ordenó Nikki cogiendo de mi mano para arrastrarme con él.

Entre forcejeos varios abrimos la puerta para encontrarnos con la agradable escena del vocalista cogiendo con... Bueno, era definitivamente un trío.

—¡Largo de aquí, imbéciles! —exigió Neil sin pudor mientras no podíamos evitar reírnos en su cara—. ¿No ven que estoy ocupado? ¡Fuera!

Fue entonces que corrimos a la habitación más próxima para continuar con la ola de destrozos. Nuestro próximo objetivo fue la de Doc.

—¿Qué hicieron esta vez? —molesto, se puso de pie cruzando sus brazos a la altura de su pecho.

Pero antes de que pudiéramos responder ahogados entre carcajadas, la seguridad del hotel apareció por el corredor del lugar y se dirigía a la habitación de la cual salía humo, la cual pertenecía a Mick. Había comenzado a sonar el detector de humo y esa había sido también nuestra fachada de escapatoria.

Doc los siguió de prisa, sin dar cuenta que había cometido el grave error de dejarnos a solas en su cuarto. Nikki buscó la cocaína en una pequeña caja de madera que yacía en la mesita de noche, y junto con ella había un par de dudosas píldoras. Todos sonreímos y vitoreamos por el hallazgo, y armando unas enormes líneas comenzamos a inhalar como unos malditos dementes, para posteriormente ingerir los comprimidos con una botella de vodka a medio beber, cayendo así al piso a la espera del efecto.

—Me siento algo mal por Mick —hablé desde el suelo dejando reposar mi cabeza a un costado de la cama—. Le dimos un susto horrible.

—¡Esa fue la parte divertida! —rió Tommy con gran entusiasmo, e inhaló otra gran línea que le había facilitado el bajista—. Quién diría que unos cartuchos pirotécnicos tan pequeños sería tan incendiarios.

—Nunca está de más darle algo de diversión a su miserable vida —mofó un Sixx irónico que colocó de pie impaciente para revisar las el envase pastillas—. ¡Esta mierda no hace nada! ¡Eran putos sedantes!

—Al menos esnifamos como idiotas —dije riendo junto a Lee dejándome caer en su hombro—. Creo que se me frió el cerebro.

—Yo creo que era éxtasis o algo así porque me están entrando jodidas ganas de bailar, correr, coger y lanzar cosas por la maldita ventana. Todo a la vez.

—Lo mismo me pasa, Tom —nos sonreímos con el baterista—. Aunque tú siempre actúas así.

—Yo no siento una mierda —bramó Nikki con recelo sentando en una silla a la otra esquina de la habitación—. Necesito alguna mierda más fuerte que me mantenga vivo.

Fue que cogí otra de las pastillas, la coloqué en mi lengua, y sentándome sobre el bajista comencé a besarlo para compartir de ella. Él se deshizo de mi camiseta y trazó un camino de besos hasta hundirse en mis pechos, mientras sus manos estaban dispuestas a quitarme el brasier.