-¿Y por qué? –Ryan me daba miedo, eso es lo único que sabía.
-Bueno, para serte sincero, muere Justin –sonrió, maléfico- no tú.
-Pero ¿por qué?
-Porque los ángeles no nos podemos enamorar de un inmortal y aparte no te parece raro que un inmortal se enamore de un ángel.
Quizás…sí mucho, era una cosa de otro mundo, y lo era.
-Bueno, yo creo que mejor me voy –fue hacía la puerta, lo seguí.
-¿Por qué dijiste que tenía un cuerpo maravilloso?
-Te vi mientras te cambiabas –me miro, intimidante, exquisito. Deseoso- siempre lo hacía y extrañaba hacerlo
Desapareció y me sentí más sola de lo normal. Fui a la cama y me cubrí toda, solo quiero dormir y despertar de este perfecto y extraño sueño.
*------------+---------------*
-¿Qué le dijiste?
-Lo esencial querido Justin.
-Ryan no juegues conmigo. –camino dándole la espalda.
-Cuando tengas problemas, contáctame, de lo contrario ni me busques. No quiero estar cerca de ella.
Justin apareció a su lado.
-Ella es irresistible y tú lo sabes –su imagen se hacía cada vez más clara y menos visible- ni creas que yo me aleje de ella solo porque se dejó guiar por lo malo. Ten cuidado Justin. –Lo miro, casi cristalino- Ella es diferente. No siempre vas a poder controlarla. Ella no es como tu anterior encargada. Créeme.
Desaparece. ¿Pero qué mierda?
*------------+---------------*
-___________- me sacude- despierta, te tengo que mostrar algo.
-No- hundo mi cara más en la almohada-.
-Levántate –me ordeno- no me hagas hacer que te levante, sé que no te gustará.
¿Me está amenazando? ¿Justin Bieber me está amenazando?
-¿Me estas amenazando? –levanto con pocas fuerzas, mi torso.
-Algo así. Levántate, no te lo diré una vez más.
Camino junto a él, pocos metros hasta el living
-Siéntate. –me ordena. Desde cuando es tan mandón. Hago lo que dice.
-¿Qué es eso que me quieres mostrar?
-Creo saber algo de tu hermano.