UNO DE NOSOTROS (Completa).

CAPITULO 23

La pequeña reunión se dirigieron al comedor para poder almorzar, Manuela les dijo a sus amigas que fueran cogiendo mesa mientras ella iba un momento a su habitación en busca de su bolso para poder tomar las pastillas.

La comida, como de costumbre, estaba deliciosa. Mariam había hecho unas de sus especialidades...de primero puso ensalada o picadillo, y como plato principal...su famosa carne en salsa.

Uno tras otro, todos los huéspedes iban entrando al comedor..

D. Manuel con su esposa y los gemelos... Antoné y Carlos...Fede...etc..y por último Lucas, hasta ese mismo momento Samuel no se había acordado de él, como de costumbre se encerraba en su despacho y no daba señales de vida hasta la hora de comer.

Samuel, en cierto modo, comprendía a Mariam, se dió cuenta que la pobre era completamente invisible para su esposo.. él no trabajaba apenas,y aunque nunca escuchó que le faltará el respeto, al menos en público, la realidad era que Lucas no era para nada un buen marido.

Después de la comida, todos vieron un poco las noticias. No parecía que el tiempo fuera a cambiar, las predicciones eran prácticamente las mismas.. mucha lluvia... mucho frío...y mucha nieve.. por el momento seguían aislados... Aunque, según dijeron, iba a durar poco. El programa dió un teléfono de contacto para todos aquellas personas que se encontraran en una situación complicada y necesitaran ser evacuados urgentemente. De modo que Samuel se fué a dormir la siesta un poco más tranquilo.

Allí en su cama, el chico no dejaba de pensar en su interior, que en el fondo deseaba que aquella tormenta durase algunos días más...

De esa manera, podría pasar más tiempo junto a María.. la chica le era muy agradable... en ese instante se dió cuenta que aquella muchacha le estaba empezando a gustar más de lo que imaginaba.

Sentiría María lo mismo por él? O tal vez lo consideraba un amigo como otro cualquiera?

Desde luego, Samuel no iba a ser el que se lo preguntara... siempre supo que en cuestión de chicas era muy tímido...

--------------------------------------------------

La mañana del sábado amaneció con algunos rayos de sol.

Todos, exceptuando los gemelos, se encontraban más animados con la perspectiva de que la situación estaba mejorando.

Allí encerrados las horas se hacían eternas... aunque Samuel tenía que reconocer que las noches le parecían algo más entretenidas... jugaban con las ancianas a las cartas, escuchaban las baladas de Antoné y junto a la chimenea alguna vez que otra contaban historias de terror.

Durante el desayuno, Samuel comenzó a olvidar la alegría con la que se había despertado... como de costumbre, sentado allí al lado de María, los "puñeteros" gemelos no dejaban de incordiar ... pero merecía la pena!! Junto a María se sentía más cómodo!!.

García se levantó y como de costumbre le pidió de nuevo la bandeja en la que todas las mañanas le daba el desayuno a Antonio.

De repente Samuel se acordó de una cosa..

- García, te acordastes de darle a Javier el mensaje de su compañero? - le preguntó en voz alta.

García se giró y le miró desconcertado, a Samuel le pareció que éste se puso algo nervioso.

- Como dices? - respondió, algo atorado, al chico.

- Sí... hombre... no te acuerdas? Cuando estuviste hablando con el tal Pedro... No era así su nombre?.

- Ahh!! No sabía a qué te referías!!. Es cierto, lo olvidé por completo!! - le contestó.

García miró a Javier y le dijo..

- El jueves.....creo... que fué....hablé con Pedro, tú compañero, le dije que te hospedas en el mismo hotel que yo.. me dió recuerdos para tí y para tu esposa... olvidé dártelos... lo siento, tengo la cabeza fatal!!!.

- No te preocupes... Sabes, Pedro fué quien me recomendó este hotel - le respondió Javier.

- Es un buen tío!! - le contestó García.

- Sin duda...es el mejor compañero que he tenido!!.

- Bueno! Voy a llevarle el desayuno a Antonio, estará muerto de hambre!!.

Y sin más salió por la puerta.

María se levantó y encendió la televisión.. todos escuchaban las noticias.....

De repente...

Tras unos 15 minutos apareció García en la puerta con la cara completamente descompuesta.