UNO DE NOSOTROS (Completa).

CAPITULO 31

Samuel empujó la puerta seguido de García.

Al entrar se encontró, sin darse cuenta, frente a frente con la señorita Miriam.

- Que haces aquí? Todavía no sabes que estar a solas es una mala idea? - le dijo García con tono de enfado.

- Solo fuí al baño..

- García lleva razón, no deberías andar sola por ningún lado!! - le respondió Samuel.

- Perdón!!! No era mi intención molestar a nadie... lo siento... no lo volveré a hacer!!!.

- Está bien.. eso espero!! No me quiero imaginar como me podría llegar a perdonar que le pasara algo malo a alguien de los de aquí.... me siento completamente responsable de la seguridad de todos. Lo entiendes, no? - le respondió García.

- Claro...lo entiendo perfectamente... -  respondió Mirian con la cabeza agachada.

- Gracias...y perdón por mis formas...no debí hablarte de ese modo... me puse nervioso - se disculpó García.

- No te preocupes...yo fuí quien metí la pata...no tienes por qué pedir perdón.

- En fin.... todo aclarado? - preguntó Samuel.

- Por supuesto - respondieron los dos a la vez.

- Pues si nos disculpa, García y yo debemos terminar el registro.

- Puedo acompañaros? - dijo Mirian.

-  Creo que no es buena idea - le contestó García.

- No voy a molestar... Os doy mi palabra!! Por favor!!! si tengo que permanecer un minuto más en ese salón me voy a volver loca!!! Prometo portarme bien!!!

- De acuerdo!!! No tengo ganas de discutir de nuevo... vendrás conmigo... pero no quiero que te separes de mí ni un solo milímetro... está claro? - le respondió García.

- Claro como el agua!!!

A pesar de que Samuel no estaba conforme del todo, decidió no hablar y acomodarse a la nueva situación...

Junto a García la chica no correría peligro alguno... y mirando por el lado bueno, 6 ojos ven más que 4, pensó el muchacho.

Los tres huéspedes se dirigieron hacia el pasillo de las habitaciones con la idea de registrar cada rincón de aquel lugar, no sin antes coger la llave maestra que colgaba en el tablón de recepción.

Al llegar a la primera habitación, García se giró y le dijo al chico.

- Samuel, creo que será más rápido si tú empiezas por un lado y yo por otro.. no crees?.

- Como?.

- Verás... Empieza tú por la puerta primera y sigue avanzando hacia la derecha... yo en cambio, comenzaré por la última puerta, la 10 y seguiré hacia la izquierda... de ese modo nos juntaremos en el centro del pasillo.

- Me parece bien - respondió el muchacho.

Samuel abrió cauteloso la primera puerta y entró en aquella habitación, recordó que está pertenecía en un principio a Caridad... pero después, fué cedida a García por  Mariam, con la idea de que éste se encontrara más cerca de la habitación número 16 en la que se hayaba recluido Antonio y le fuera más fácil vigilarlo.

Miró durante un buen rato todo los rincones de la estancia... y no pudo evitar fijarse en unos papeles que se encontraban en la mesita de noche a la izquierda de la cama.

Samuel sin pensarlo mucho los cojio y les echó un vistazo rápido.
En seguida comprobó que aquellos documentos no parecía nada extraño.. simplemente era un presupuesto para la reforma de un edificio, situado en pleno centro de Madrid, con lo que Samuel dedujo, según los detalles, que García pretendía abrir una escuela de música con el nombre de su difunto hijo. Ayudado por varias donaciones y un par de subvenciones que le habían concedido, por parte del ayuntamiento, aquel hombre estaba muy cerca de lograrlo. Samuel pensó en la gran integridad que aquel hombre demostraba al involucrarse en un proyecto tan noble... tan solo le faltaban 20.000 euros, aproximadamente, según aquellos papeles, para conseguir su propósito...

El chico deseó, en su interior, que García lograra recaudar hasta el último céntimo...es más, no pudo evitar pensar que el mismo se lo daría si dispusiera de esa cantidad.

Rápidamente el chico soltó los papeles en el mismo lugar para evitar que se García se pudiera percatar que él los había examinado.. no sin antes percibir una terrible angustia por imaginar el dolor que  estaría pasando aquel padre por la muerte de su único hijo... Aunque reconoció que era un proyecto  verdaderamente fabuloso.

Momentos después el muchacho decidió continuar con su tarea y dirigirse a la siguiente habitación.

Una tras otra las fué inspeccionando hasta llegar a la número 6 ... En la que se encontró con García y Mirian.

- Has visto algo raro? - le preguntó éste.

- Nada... todo despejado!! - respondió Samuel.

- Pués bien, esta es la última que queda... Entremos de una vez, y estaremos tranquilos.

- Esta es la mía!! - dijo Mirian.

- Lo sé - le respondió el chico.

Los tres entraron decididos en la última estancia para poder comprobar la seguridad del hotel.

Miraron durante un rato...  Samuel confirmó que al igual que las otras habitaciones se encontraba vacía.

De repente García gritó..

- Un momento!!! Habéis visto eso?.