CAPITULO 33

23 8 7
                                    

Después de traer colchones para todos, pasaron la noche juntos en el salón principal.

Samuel se acomodó cerca de María y ambos estuvieron discutiendo, en voz baja claro, todos los detalles que había conseguido de la situación en la que se encontraban en aquel momento.

A la mañana siguiente después de un buen desayuno el muchacho se percató de un gran cambio de actitud por parte de todos, parecía que la cosa estaba mucho más calmada...

Sería las 10 de la mañana cuando Mariam decidió llamar de nuevo al teléfono de urgencia.

- Buenos días... sí... Mariam... De verdad? Está usted seguro? Y cuántos viajes pueden hacer? Solo dos? Y cuántos caben en cada uno? De acuerdo... estaremos pendientes.

Al girarse la cara de la mujer era completamente diferente. Una sonrisa de satisfacción alumbraba su rostro por completo.

Samuel pudo sentir en aquel instante un rayo de esperanza que hizo que se animara bastante.

- Que te han dicho? - preguntó Caridad intrigada.

- Tenemos buenas noticias... Dicen que disponen de dos de los helicópteros y nos lo van a enviar... Por desgracia el tiempo solo se mantendrá despejado a lo largo de la mañana... Un solo viaje es lo que creen que pueden hacer.
El resto, tendremos que esperar a que el tiempo mejore de nuevo para ser evacuados. Al menos pueden salir hoy 6 personas.. algo es algo, no? - respondió Mariam completamente animada.

- Claro que sí - dijo Samuel.

- Y quienes serán los primeros en ser evacuados? - preguntó Caridad con cierta intranquilidad.

- Pués... no se... deberíamos pensar...

- Yo voto por los niños y los mayores primero!! - dijo Antoné.

- Estoy de acuerdo. - le apoyó Samuel.

- Creo que nadie se opondrá a eso, es lo más lógico - contestó María.

- Está bien...pues en el primer helicóptero pueden ir los gemelos... acompañados de un adulto...

- Opino que Manuela también debería ser uno de ellos- dijo Caridad.

- Como? - preguntó ésta atónita.

- Querida... tienes que reconocer que andas bastante fastidiada con tu rodilla...

- Sí, claro - le respondió a Caridad con la cabeza gacha.

- Personalmente a mí no me importa quedarme... Creo que no corremos tanto peligro!! - dijo ésta en voz alta.

- Yo también me quedo!! - le respondió Rosita confiada.

- Un momento... Sí os parece bien, podrían ir... en el primer helicóptero, los gemelos con Doña Bárbara... y en el segundo, tú María...

- No!! Yo me quedo!! - le contestó la chica a Samuel interrumpiendo el plan.

- Segura??.

- Segura, creo que lo mejor será que vaya D. Manuel, al fin y al cabo es el padre de los niños, y éstos se pondrán muy nerviosos en el traslado... créeme...lo sé a ciencia cierta!! - explicó la muchacha.

- Llevas razón, es otra posibilidad... - le apoyó Samuel.

- Entonces en el segundo irán... D. Manuel con la señora Manuela y...

Todos callaron asimilando que no iban a ser ellos.

- Quién?? - preguntó el muchacho.

- Podría ser Raúl? - respondió la anciana en voz baja.

- Si nadie se opone, por mí perfecto!! - le respondió Samuel.

- La verdad es que me vendría muy bien.. lo necesito para poder ir a casa cuanto antes!! - dijo Manuela.

Todos dieron su consentimiento con la cabeza.

- Entonces.. decidido!! - dijo Mariam en voz alta.

- Raúl Acompáñame a recoger nuestras cosas - le comentó la mujer a su empleado.

- Como? No creo que sea buena idea!! - dijo García con tono desconforme.

- Por qué?.

- Lo mejor será que no pierda el tiempo... llegarán en breve...ya dará lugar para eso en cuanto estemos totalmente seguros que no haya peligro.

- Está bien.. pero al menos necesito ir a por mí bolso... tengo toda mi documentación y mis pastillas!! - le respondió Manuela con tono de sofoco.

- De acuerdo.. yo iré con Raúl y se lo traeré.. usted espere aquí  - dijo García.

- Bien..

Raúl y García salieron a por los documentos seguidos de D. Manuel y Dña. Bárbara.

Poco tiempo después regresaron con una pequeña maleta con los artículos más imprescindibles, y todos salieron al porche para esperar a los helicópteros.

- Doña Manuela, tome usted su bolso, me he asegurado que lleve su cartera, las llaves de su casa y las pastillas... Raúl me ayudó - le dijo García a la anciana al mismo tiempo que le colgaba el bolso en su hombro.

- Muchas gracias, ha sido usted muy amable... Miren!!! Ya vienen!!! - gritó la mujer.

Todos miraron al cielo....

UNO DE NOSOTROS (Completa).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora