UNO DE NOSOTROS (Completa).

CAPITULO 44

Después de aquel terrible descubrimiento, ambos decidieron volver al salón y reunirse con el resto del grupo con la idea de contarles el descubrimiento de la muerte de Antonio, omitiendo, claro está, los verdaderos motivos que la había provocado...

De esa forma conseguirían mantener la tranquilidad de todos ellos.

José y Mariam se habían dirigido allí antes de que Samuel se diera cuenta del estado en que se encontraba el cuerpo, por lo que tan solo el chico y García sabían la tremenda verdad..

Una vez todos reunidos y con la puerta cerrada, mientras Samuel en un rincón del salón apuntaba en su pequeña libreta todo lo que recordaba, García les contó una versión, algo alejada de la realidad, sobre la muerte de Antonio....

Entre los presentes la noticia no parecía tener el mismo impacto, se distinguía, claramente, la decepción en algunos rostros y la alegría en otros...

- Creo que deberíamos trasladar el cuerpo a la habitación número 16 y colocarlo junto al de Carlos, así lo mantendremos aislados y se podrá proteger las futuras pruebas que se encuentren en ellos una vez que le puedan hacer la autopsia... me refiero a huellas, pelos, o cualquier tipo de fibra que puedan tener - sugirió Samuel.

- Lleva razón - le apoyó José.

- Está bien...Fede, Samuel, José y yo recogeremos el cuerpo de Antonio y lo llevaremos a la habitación número 16, mientras los demás mantened la calma y no salgáis solos del salón - les dijo García al resto del grupo.

- Por qué tanta precauciones? Acaso no estamos ya fuera de peligro? - preguntó Caridad extrañada.

- Así es... pero mejor prevenir que curar.. No crees?.

- De acuerdo, pero lo veo algo absurdo..

Los cuatro hombres se dirigieron hacia la leñera para coger el cuerpo de Antonio y llevarlo a la habitación de nuevo. A pesar de compartir aquel peso con tres personas más, a Samuel le resultó algo complicado su traslado, la verdad era que aquel hombre era bastante robusto...

Entraron en la habitación y lo depositaron justo al lado del cuerpo inerte y blanquecino de Carlos. Samuel se quedó un leve momento mirando los dos cadáveres... tembló tan solo con pensar en la tremenda situación en la que se encontraba en aquel momento.

Sin dudarlo tiró de la sábana que se encontraba algo enrollada a los pies de la cama y cubrió ambos cuerpos... pensó que sería mejor de ese modo no recordar aquella imagen de nuevo.

Cuando se marchaba notó como una gran pena recorría, de arriba a abajo, todo su cuerpo. No pudo evitar que se le escapara una lágrima la cuál se secó rápidamente para no ser visto en aquella actitud tan débil.

Al salir tropezó con la papelera desplazando a esta un par de metros, al menos, los tres compañeros que iban delante de él, se giraron sobresaltados..

- Que susto!! Ten más cuidado que casi me matas de un infarto!! Por dios!!  - le recriminó Fede.

- Perdón ....

Samuel cogió la papelera y la volvió a colocar en su sitio, justo en el mismo rincón en la que se encontraba una exactamente igual a esa, en su habitación, antes de dejarla comprobó di interior, por si acaso, en ella hubieran tirado algo que le diera una nueva pista... pero efectivamente, tal como sospechaba aquella papelera estaba completamente vacía.. Por no tener!!! No tenía ni la bolsa de plástico!!!.