CAPITULO 49

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María siguió las instrucciones de Samuel a "pie juntillas". A pesar de no conocer todas las pruebas, que según él, aseguraba tener, no dudó de su amigo ni por un instante. Sabía bien hasta donde podía llegar su capacidad, ya lo había comprobado en varias ocasiones, por lo que no se planteó en que Samuel estuviera en un error... si él tenía claro quién era la persona responsable de la muerte de Antonio, sin duda aquel crimen no quedaría sin un culpable.

Llegó al salón y después de un buen rato logró convencer a Javier para que cediera y le prestara el arma.

Comprobó que todos, excepto Samuel, se encontraran en aquella sala mientras esperaba a que este regresara.

Minutos después apareció el chico por las puertas, cerrandol tras de sí, con una bolsa de papel marrón en sus manos.

Ninguno de ellos se percató que el muchacho había echado las llaves y posteriormente se las había guardado en unos de sus bolsillos.

- SILENCIO!!! - gritó.

Todas las personas de la habitación se callaron de repente y comenzaron a mirarle completamente extrañados por el tono de voz que el muchacho acababa de utilizar.

- Un momento... por favor...

- Que ocurre? - preguntó Mariam.

- Necesito que todos me prestéis atención!! Tengo algo muy importante que decir!! - continuó gritando Samuel.

- Está bien.. somos todos oídos!! - le respondió García.

- En primer lugar me gustaría que todos tomaran asiento, a ecepción de María, que necesito que me ayude.

Como niños pequeños todos obedecieron sin poner pega alguna.. Samuel comprobó que el tono autoritario de su voz surgía el efecto deseado.

En el lado izquierdo del salón, alrededor de una mesa, Mariam, José, Lucas, Javier y su mujer Rosa tomaron asiento.

Justo enfrente de ellos, apoyadas en la pared, se mantuvieron sentadas las dos ancianas, Caridad y Rosita ( la marquesa ) junto al cantante, Antoné que momentos antes, parecían mantener una agradable charla.

Fede, su amigo, completamente desconcertado, tomó asiento en unos de los pequeños sillones de la derecha de la sala, justo al lado de Mirian.. que a su vez se hayaba sentada al lado de una silla en la que se encontraba García.

Después de un pequeño silencio Samuel se acercó a el detective y con un tono de voz más calmado le preguntó...

- García, sería usted tan amable de prestarme su arma por un momento? .

- Mi arma? Para que la necesitas exactamente? - respondió algo reacio ante aquella petición.

- No!! No se preocupe!! No es para usarla!! Tan solo la necesito para una pequeña reconstrucción que deseo hacer por un momento!! - insistió el chico.

- Está bien... pero no le quites el gatillo de seguridad, por favor...no me gustaría que nadie más saliera herido de nuevo.. Está claro? - dijo el hombre.

- Por supuesto!! A nadie le gustaría eso!! .

Samuel cogió la pistola y junto a María, que no se despegaba ni un palmo de él, se colocó en el centro de la habitación.

Acercó una silla a su lado y depósito la bolsa que llevaba en ella. Ante la curiosidad de cada uno de los presentes...

Después de una breve pausa comenzó a explicar el porqué de todo aquello...

UNO DE NOSOTROS (Completa).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora