35|Como Estrellas En Medio Del Bosque

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Eros Loughty.

El sol de la mañana entraba por las ventanas  iluminando nuestros rostros, todos menos el de Sean quien tenía unas ojeras que se veían a metros. Observé a Foster preparando café para todos y luego a Ryan quien a penas podía con su existencia, a los pocos minutos llegó Rose que parecía haber entrenado. Mi atención cayó en Ryan quien se quedó embobado con la cintura de la chica y rodé los ojos.

Volví mi vista a Sean que sonrió con suficiencia entregándome el móvil, había hecho unas notas al costado por lo que fruncimos el ceño. Debía admitir que cuando me enteré que Rose se encontraría con Evan quise matarla, no literalmente pero sí me imaginé un buen sermón; sin embargo, su acto impulsivo trajo resultados. Un arma secreta, justo lo que necesitábamos.

— Les dejé anotadas las cosas que vi, ustedes pueden seguir con la investigación, chicos.— dijo poniéndose de pie y los huesos de su espalda sonaron.— Iré a dormir un poco, luego me cuentan qué tal.

— Descansa Sean.— respondió Rose cuando él pasó a su lado.— Y gracias.

— Mi bella dama, no sé qué demonios hiciste en tu vida pasada pero déjame decirte que estás pagándolo en esta.

Se fue, sin más.

— Tranquila Rose.— se apresuró en decir Foster pero ella ya había tomado asiento y estaba leyendo las notas.

— ¿Qué dice? Léenos.— pidió Ryan.

— Winter planea atacar con la pandilla de Evan a finales de mes, su objetivo es matar a Rose ante todo, no importa quiénes se interpongan, ella debe morir este mes.— leyó y me sorprendió ver su expresión vacía.— Con la muerte de Rose, nuestra pandilla y las de ellos se verá involucrada en una pelea que debe ser oculta de la policía, luego matarán a Valentina y Alex, siguiendo así con la familia de Eros y la de cada uno de nosotros.

— Oh fantástico, y nosotros creíamos que éramos los más sádicos.— comentó el rubio dejándose caer en la silla.— Es hora de patear unos cuantos traseros.

— Apoya tu culo en la silla.— ordené sin levantar la vista del móvil, estaba leyendo toda su conversación.— Debemos armar un plan.

— Creí que el plan era usarme de señuelo.

Oh, amaba el instinto suicida de Rosie. Tan simpático que a veces me causaba dolor de cabeza.

— ¿Quién es el líder aquí?

— Oye, no es hora de alardear.— susurró Ryan con una sonrisa divertida.

— Tú.— respondió ella rodando los ojos.

— Entonces yo doy las órdenes y los demás obedecen, puedo escuchar ideas pero yo decido qué se hace al final.— dije mirándola.— Así que guarda silencio y escucha.

— ¿Café?.— preguntó Foster ante el silencio tenso.— ¡Hice para todos!

— Yo quiero.— respondió Rose sin apartar sus ojos de los míos y sonreí cuando hizo una mueca por quemarse con la porcelana.— ¿Entonces qué plan tienes?

— Primero debemos apartar a nuestros padres de esto, obligarlos a irse lejos de la ciudad y dejar todo en nuestras manos.— dije con el ceño fruncido.— El viernes cuando vuelvan les diremos que deben irse, luego entrenaremos todos juntos, formaremos parejas con personas que tengan nuestra misma fuerza, agilidad y resistencia, debemos superarnos a nosotros mismos.

Pequeño Demonio: Enamórame ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora