Jeon Jungkook un chico de 19 años, no lograba conseguir un trabajo adecuado, se decide por armar una guardería en su propio departamento y cuidar niños, que tan difícil podía ser?
Kim taehyung a sus 24 años, es jefe de unas de las más reconocidas e...
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Otro comienzó de semana, otro lunes agotador en donde la empresa Kim abre sus puertas a nuevas ideas.
Entre grupos de secretarios, comerciantes, estilistas y modistas, aprovechaban el momento para poder conversar antes de que empiezen sus horas de trabajo, algunos en la cafetería del edificio, otros conversando tranquilamente hasta que.
- bien que no cunda el pánico pero en exactamente 5min el esta aquí -
Solo eso bastó para que se escucharan fuertes pisadas de tacones y zapatos contra el suelo a gran velocidad, expresiones de miedo apareciendo delante de la chica que acababa de avisar la llegada del jefe.
- creo que esto siempre ocurrirá día tras día - dijo para sí misma a la vez que soltaba un suspiro de cansancio y fastidio, cada vez que Kim llegaba todos se alteraban, intentó llamar la atención para tranquilizarlos pero nadie le prestaba atención, escucho el sonido del ascensor subiendo a tan solo cuatro pisos restantes, seria bueno avisarles a los demás? ; se preguntó desviando su mirada de los números y viendo como todo su personal corría tal como cucarachas escabullendose a un lugar seguro para no ser vistas.
Soltó una pequeña carcajada por esa extraña comparación pero volvio a su expresión sería en cuanto el ascensor abrió sus puertas dejando ver a un hombre alto, su camisa desabotonada los dos primeros botones, sobre ella su elegante traje gris diseñado por el mismo y su perfecta cabellera pelinegra.
Los empleados que lo escucharon quedaron quietos en sus lugares igual que estatuas, a la vez haciendo reverencias al ver pasar a Kim, el solo los miraba de manera fría, su rostro completamente serio, robando uno que otro suspiro al pasar.
Al llegar a su oficina puso su contraseña en la cerradura, al escuchar el sonido de acceso empujó la puerta pasando por fin a su preciada oficina, se sentó en su gran silla observando por su ventanal la vista de la ciudad, giro para observar a su secretaria y a la vez su mejor amiga, Lalisa.
- Buenos días, que me tienes preparado para hoy? - dijo mostrando su sonrisa de labios sellados.
- okey, tienes una invitación para ser jurado en un desfile que se llevará acabo dentro de tres semanas, esperan tu respuesta, luego la estilista del piso 3 nesecita que le consigas un par de modelos para sus trajes - sonrió acercándose a su escritorio para entregarle unos papeles a Kim - aqui están algunos de los inversionistas que estan interesados en nuestra nueva colección, tambien hay algunos permisos que no pude terminar de revisarlos así que te los dejó a ti, buena suerte - dijo para luego salir de la oficina cerrando la puerta tras de ella, Kim soltó un fuerte suspiro, esta sería una semana muy pesada sin su retoño esperándolo en casa para jugar, su pequeño hoy saldría de campamento y aunque se negó al principio por que su bebé era el más pequeño y tenía miedo que una semana sin su padre podría sucederle algo y no pudiera estar para el pero no pudo resistirse a ese puchero y ojos de cachorro regañado, aunque casi obligó a una amiga para que acompañe a su angelito en el viaje, lo cual ella aceptó, pero para no sentirse solo al llegar a casa decidió que tomaría su turno completo, volviendo a su vieja rutina como cuando aún no era padre.
