No Debiste Contarles

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Las siguientes horas se las pasaron hablando sobre todo tipo de temas menos sobre Darren mientras escuchaban música hasta que la madre de Bruno los llamó para almorzar. Un rato después del almuerzo Erika se fue ya que tenía que ir con su familia a comprar algunas cosas que les habían asignado para la reunión familiar que realizaban cada año.

Bruno mientras tanto se cambió de ropa para ir a casa de su novio sorprendido y un poco preocupado al notar que Darren no se encontraba. Al llegar a casa de Ciro, su novio, se pusieron a ver películas pero Ciro no tardó en ver lo distraído y callado que estaba Bruno a pesar de que era una película que les encantaba a ambos.

—Hey, —Le llamó Ciro poniendo en pausa la película. —¿Todo bien?— Preguntó girando sobre si mismo en la cama para poder ver el rostro del contrario con más facilidad.

—Si.— Respondió bajito y dandole una sonrisa que se notaba a leguas lo falsa que era.

En otro momento Ciro hubiera simplemente pensado que tenía sueño como siempre pero lo había visto raro desde ayer cuando fue a su casa.—¿Estás seguro?—Cuestionó por que sabía que no estaba bien.

—Honestamente... No tanto. —Dijo finalmente. —Ayer pasó algo... Pero no importa, son solo estupideces mías. — No se sentía con ánimos de volver a contar esa historia por que había notado que Erika, su mejor amiga, que siempre le creía, esta vez lo miró como si estuviera loco.

—Baby....—Susurró mirando con lástima por que conocía esa carita que tenía en ese momento. —Cuéntame, aunque creas que es lo más estúpido que hayas dicho, me importa.

Y en ese momento cometió un error. Volvió a contarle lo que había sucedido a Ciro, con más detalles que cuando habló con Erika, (omitiendo lo de su ereccion cuando vió a Darren desnudo de la cintura para abajo) pero además le dijo que había vuelto esa mañana y que estaba en su casa en ese momento, pero al igual que Erika no le creyó aunque fingió que si para no hacerlo sentir mal.

Durante el tiempo en que estuvo ahí se la pasaron hablando sobre Darren, inventando teorías sobre su origen, incluso investigaron en Internet sobre tipos de espíritus pero sin dar con nada parecido a Darren. También Bruno le contó sobre los sueños que había tenido sobre el la noche anterior, aunque a Ciro no le gustó un sueño en el que Darren hacía que el y Bruno asesinaran a un chico.

Cuando Bruno llegó a casa, que no estaba tan lejos de la de Ciro, subió rápidamente las escaleras luego de saludar a sus padres y entró a su habitación y justo después de cerrar la puerta lo primero que sintió fue una mano estamparse contra su mejilla izquierda. —¡Idiota! —Gritó Darren botando humo por las oreja.

—¿Por que me pegas? —Preguntó aturdido por el fuerte golpe que lo había dejado en el piso.

—Le contaste a dos malditas personas sobre mi. —Respondió el mayor con histeria casi tirándosele encima. —Te digo a nadie, y le cuentas a dos personas.

—No dirán nada, me lo prometieron. —Respondió Bruno sorprendido por el comportamiento de Darren por algo que le parecía tan insignificante.

—Eres estúpido. ¿Lo sabías? —Dijo empujándolo haciendolo caer sobre su cama para luego subirsele encima sosteniendo las muñecas del menor.

—¡Quítateme de encima! —Se quejó Bruno intentando escapar del agarre de Darren. —¡Quita!

—Te dije eso por tu maldito bien. —No podía creer lo estúpido que era, que no se daba cuenta de nada y no podía mantener la boca cerrada. —Pueden haberte prometido lo que sea pero son humanos, no tienen frenos en la lengua.

—Te juro que no le dirán a nadie. —Respondió Bruno intentando escapar de Darren pero lo tenía agarrado muy fuerte como para poder soltarse.

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