Papá Y Mamá

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La mañana del otro día estaba transcurriendo normalmente, desayunaron y se quedaron en la sala de estar viendo películas y hablando sobre todo tipo de temas y lo mejor fue que no había señales de Darren. —Amor...¿Podemos ir a mi casa? No quiero que se den cuenta de que no estoy en el hospital y se preocupen.

—Claro. —Contestó el mayor levantándose del sofá y apagando la tele. —Vamos. —Le tomó de la mano y agarró sus llaves y cerró la casa cuando ya estuvieron afuera.

Mientras caminaban siguieron conversando sobre cualquier cosa, amaban hablar el uno con el otro, sentían que aunque tenían gustos muy diferentes en la mayoría de cosas se entendían muy bien. Pero toda la alegría del momento se disipó al doblar en la esquina que daba a la calle de Bruno y encontrarse con ambulancias, patrullas de policía, prensa y gente del vecindario grabando con sus celulares.

—¿Están en mi casa? —Preguntó con el cuerpo tenso y rogando por que no fuera así.

—Mmm, creo que están donde los vecinos. —Contestó el mayor aunque creía que estaban en la casa de su novio no quería asustarlo. Casi se cae cuando Bruno empezó a correr por que vio policías saliendo de su casa.

Estaba rogando que esas personas estuvieran ahí solo por hacerles preguntas a sus padres y no por que lo que sea que haya pasado fuera en su casa. Fue detenido por Erika que corrió hacia ellos con lágrimas en los ojos y lo sostuvo para que no fuera a su casa. —¡Calmate, no puedes ir ahí! —Dijo empujandolo hacia la dirección contraria y siendo halado por su novio que no sabía que pasaba pero sabía que era algo grave al ver a Erika casi llorando.

—¡Qué no! ¡Déjenme ir a ver! ¡Es mi maldita casa que pasa! —Chillaba y forcejeaba con Ciro y Erika que intentaban hacerlo sentar en el piso.

—¡Qué no puedes maldita sea! —Gritó Erika pegandole una bofetada logrando tranquilizarlo un poco. —Pasó algo malo pero no puedes ir a ver.

—¡¿Que diablos paso entonces?! —Preguntó intentando escapar pero siendo dominado rápidamente por ambos. —¡¿Mis padres están bien?!

—Erika...—Llamó Ciro. —Sostenlo, ya vuelvo. —Dijo sin soltarlo hasta que Erika le hizo señal de que lo tenía controlado, se levantó corriendo hacia una de las ambulancias ya que vió a su padre detrás de esta.

—¿Qué haces aquí? —Preguntó su padre con los ojos como platos y un poco molesto por ver a su hijo.

—Vine con Bruno... Y... —Se quedó divagando en sus pensamientos por unos segundos. —Eso no importa ¿Qué sucede?

El padre de Ciro suspiró y su hijo sabía que eso significa que es una mala noticia. —Fallecieron, más bien, los asesinaron. No sabemos bien como sucedió, el principal sospechoso se suicidó. —Abrazó a su hijo cuando vió que sus ojos estaban llenos de lágrimas. —Se fuerte, ese chico te necesitará más que nunca.

Un grito desgarrador los hizo separarse y vieron una escena muy similar a la que Bruno vió ayer en el hospital, pero esta vez fue más trágico. Bruno se logró escapar de Erika y logró ver detrás de la puerta de su casa donde aún se encontraban los cadáveres ya que los encargados de los levantamientos no habían llegado. Ciro ni siquiera pudo ver, esos gritos, los policías moviendolo a la fuerza, Erika llorando viendo a su amigo en ese estado, demasiado para su corazón.

...

Habían pasado 4 días desde esa mañana de terror y el se rehusó a ir al funeral y cualquier lugar, durante esos días tampoco hubo señal de Darren. Se encontraba en la cama de Ciro, toda su familia vivía en otra ciudad y el se negó a mudarse así que su querido "sheriff" accedió a que viviera con ellos a pesar de que un tío de Bruno fue quien obtuvo su custodia.

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