¿Me Puedo Unir?

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Durante la noche Bruno ni Ciro pudieron conciliar el el sueño, tuvieron que recurrir a tomar pastillas para dormir unas horas. No le dirigieron mucho la palabra al sheriff ya que temían que se les escapara algo que los delatara.

—Son un desastre. —Dijo Darren mirando a ambos con cara de asco. Parecían zombies, pensó que serían más fuertes pero eran demasiado inocentes y sensibles.

—Y tu muy insensible. —Respondió Ciro abrazando a Bruno que estaba más dormido que despierto.

—Seguro... Ya está en todas las noticias... Deben de estar investigando. —Dijo lentamente Bruno dándole ganas a Darren de poner una mano en su boca.

—Oh, por supuesto, pero no tienen por que preocuparse. —Dijo tranquilamente. —Deben de confiar en mi o están jodidos, veanme como un amigo... Mucho más inteligente y guapo.

—Eres muy frío como para confiar en ti. —Darren rodó los ojos y miró molesto a Ciro, odiaba que dijeran eso.

—No soy frío. —Dijo acercándose lentamente a el. —Me comporto con frialdad, que es muy diferente, pero si siento, si tengo emociones ¿OK?

—Como digas —Ciro rodó los ojos levantándose de la cama para salir de la habitación probablemente a la cocina.

—¿De verdad podemos confiar en ti? —Se quedó paralizado por unos segundos al ver que una lágrima bajar por el rostro de Darren. —¿Por qué lloras? —Le abrazó intentando consolarlo.

—Es que nadie confía en mí. —Sollozó mientras más lágrimas empezaban a escapar de sus ojos, lágrimas totalmente falsas, no estaba triste, pero si hacía que Bruno sintiera lastima por el haría su relación más estrecha. —En todos los malditos años de mi vida nadie ha confiado en mi.

—No llores, no llores por eso. —Se sentía comovido por ver llorar a alguien que consideraba tan duro. —Yo, yo confío en ti y se que en el fondo Ciro también.

—¿De verdad? —Cuestionó el mayor mirándolo con los ojos rojos y las mejillas totalmente mojadas. —¿Tu de verdad confías en mi?

—Si, por supuesto. —Besó la frente del mayor y apretó mucho más su abrazo. Ni estaba del todo seguro de si de verdad confiaba en el pero no podía decirle que no, estaba abrazandolo y llorando. Unos minutos después Ciro volvió a la habitación para preguntarle a Bruno que quería desayunar pero se detuvo al verlo abrazando a Darren que estaba llorando.

—¿Que sucede? —Preguntó acercándose lentamente hacia los dos. Le asustaba un poco ver a Darren llorar, no esperaba ver eso jamás en su vida y mucho menos ahora.

—Nadie confía en mi. —Dijo entre sollozos falsos pero que suenan muy reales. —Nadie.

—Oh... —Recordó las cosas que le había dicho y se arrepintió de haberle dicho todo eso. —Yo... Lo que dije hace un rato. —Se sentó junto a el y puso su mano derecha en su espalda. —Lo siento, no quise decir eso. A veces no pienso lo que voy de decir y digo estúpideces.

Darren lo miró aun fingiendo estar dolido y lo abrazó tan repentinamente que lo asustó. —Intentaré no ser tan frío. —Sonrió un poco al sentir que Ciro correspondió a su abrazo.

—No, no cambies, eres bueno tal y como eres. —Dijo Ciro sin aun soltarle y Darren no podía sentirse mejor, todo estaba saliendo como lo planeó.

—Es cierto, te queremos y confiamos en ti tal y como eres. —Lo apoyó Bruno abrazando a ambos, se sentía bien, pero nadie estaba tan bien como Darren.

Durante el siguiente mes Darren se comportó con ellos como un amigo, pero no le permitió a nadie más verlo. Ya se sentía un poco más calmados en cuanto al asesinato que cometieron ya que la policía acusó a un hombre que tenían un tiempo buscando.

Durante todo el día Darren no apareció o al menos no les permitió que lo vieran y aunque el día era un día como cualquier otro para Bruno y Ciro, para Darren no. Ese día era de lo más especiales en el año para el y todos los espíritus y no era su cumpleaños o Halloween. Era el día en que los espíritus podían tener más cercanía de lo normal.

—Amor... —Dijo Bruno para besar con fuerza a su novio. —¿Ya es hora no crees? —Ciro sonrió ampliamente por que sabía bien a que se refería, hace ya más de un mes que no tenían sexo y no eran muy buenos conteniendose y eran peores aún cuando estaban durmiendo en la misma cama.

—Creo que si. —Dijo poniéndose encima de su novio y besandolo permitiendole a su lengua explorar su boca por donde quisiera. —Quítate toda esa mierda. —Dijo quitándose la ropa y sonriendo al verlo obedecerle rápidamente.

Al estar ambos en ropa interior continuó el beso está vez con más fuerza y empezó a bajar por su cuello dejando varias al llegar a los pezones del menor mordió uno sacándole un gemido. —Auch, no. —Se quejó sacandole una sonrisa.

—No pude contenerme. —Río contra su abdomen y siguió bajando hasta quitar la ropa interior del menor y empezar a chupar su ereccion sacándole varios gemidos. Tenía una boca muy talentosa y eso le encantaba a su novio, su lengua se movía de una manera única y nunca nada de dientes.

—Mmgh, creo que ya viene. —Avisó le menor al borde del orgasmo pero inmediatamente escuchó eso Ciro se detuvo.

—Por su puesto que no, apenas empezamos. —Se levantó y se quitó su ropa interior. —Ven aquí. —Ordenó tomando al menor por la parte posterior de la cabeza acercandolo a su miembro el cual empezó a chupar en cuanto estuvo en su boca. —Eres muy bueno bebé. —Dijo jadeante y rodando los ojos. El menor no podía responder por que su boca tenía cosas mas importantes que hacer pero subió su mano derecha al pecho del mayor pellizcando su pezón derecho ganándose un jadeo como respuesta. Ciro era mucho más sensible en los pezones que Bruno, y el se aprovechaba de eso cada vez que podía.

—¿Do you love it? —Preguntó Bruno sacándose la ereccion del mayor de la boca pero inmediatamente hizo su pregunta Ciro empujó su cabeza nuevamente hacia su miembro haciendo que casi se atragantara.

—Loves it. —Respondió soltando un grave gemido de esos que su novio amaba escuchar.

—¿Me puedo unir? —Esa voz hizo que ambos se quedaran paralizados.

29/06/2019 - 29/06/2019
18/08/2019

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