Un Ángel

4 2 0
                                    

—OK... Ya cenaste y te duchaste, ahora cuentame, ¿Porqué discutieron? —Preguntó Audrey mirando con atención a su amigo. Se conocían desde muy pequeños y aunque no eran muy cercanos sabían que podían confiar el uno en el otro.

—Es que desde hace unos meses el se ha estado comportando más frío de los normal, es más tosco...

—¿Tosco?

Sabía bien por que su amiga dudó de sus palabras, Ciro solía ser muy educado y se dirigía a todos de buena manera. —Si... Dice las cosas muy... Sin importarle nada.

—Pero tu siempre dices que te gusta la gente honesta, que dicen las cosas como son.

—Una cosa es ser honesto y otra es decir lo que te parece de una forma innecesariamente dura y agresiva. —Explicó sosteniendo el borde de la camiseta que habían tomado de la habitación del hermano de Audrey que era casi tres tallas más grande que el.

—Eso suele suceder... Mi hermano tenía novia y se fueron a vivir juntos y un mes después terminaron. —Dijo su amiga sintiéndose mal por ellos.

—No vamos a terminar por eso, solo fue una discusión. Y ya... —Bostezó estirando sus brazos exageradamente. —Me voy a dormir, estoy cansado.

—Buenas noches. —Dijo Audrey caminando a la puerta del cuarto de invitados.

—Buenas noches. —Audrey le había dicho que podía dormir en la habitación de su hermano, la cual quedaba justo al lado de su habitación. Aunque quiso aceptar ya que no quería estar muy apartado de ellos tomó la habitación de invitados por que conocía la actitud de su hermano y no quería causarles problemas con el, de hecho solo tiene esa ropa por que el chico esta en la universidad y pudieron entrar a tomarla pero dudaba que el las hubiera prestado voluntariamente.

Durante todo el día no tuvo más descanso que cuando se sentaba en las bancas de los parques que visitó así que solo le tomó un par de minutos dormirse. Como casi todas las noches soñó con Darren pero esta vez no fue tan inquietante como las otras veces. En su sueño Darren estaba sentado en el piso, al pie de una montaña junto a una chica afroamericana, pero eso no era lo que le llamaba la atención era que ambos tenían enormes y hermosas alas blancas. Ambos vestían de blanco y se veían muy alegres aunque no reían. Darren tenía una extraño instrumento en su regazo mientras que la chica sostenía una arpa y rápidamente sus oídos se inundaron de una hermosa melodia que producían sus instrumentos, estaba seguro que era lo más bello que había escuchado en su vida. La escena que veía era hermosa pero por alguna razón sentía que algo malo iba a suceder no sabía por que pero las cosas no podían ser tan perfectas, menos con Darren cerca. Vió como la chica junto a él se levantaba y abría sus alas para alejarse de él volando hacia el otro lado de la montaña. Quiso seguir viendo pero un leve golpe en su brazo lo despertó y ahí estaba el mismo de su sueño, más bien, una versión muy diferente de él.

—Hola. —Saludó el mayor sentándose en el borde de la cama.

—¿Qué quieres Darren? Es tarde y estoy muy cansado.

—Tu y Ciro no pueden discutir... —Lo miró por unos segundos esperando una reacción de su parte. —No me conviene... Ni a ustedes.

—¿No te conviene? —Preguntó confundido.

—No, cuando guías a dos personas lo peor es que estén enojados y separados, y es peor aún cuando son personas como ustedes.

—¿Personas como nosotros? —Sintió el impulso de preguntarle sobre "guiarlos" pero sabía que no le diría.

—Dos idiotas. —Lo miró directamente a los ojos dándole escalofríos a Bruno. —Así que mañana iras, se pedirán disculpas y no volverán a discutir.

Friend Like MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora