Primera Victima

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Finalmente Ciro logró convencer a Bruno de salir de la casa. Aunque no hicieron mucho, solo fueron a caminar un rato por el parque a conversar como hace mucho no lo hacían. Al volver a casa notaron un asqueroso olor que los asustó, cigarrillos, su miedo era por que nadie en esa casa fumaba y el olor no venía desde afuera. Dejaron las bolsas en el piso y caminaron lentamente con miedo de quien podría ser.

—¿Darren? —Preguntó Bruno en voz alta esperando que fuera el quien estuviera en la casa.

—No grites. —Ciro le tapó la boca asustado por que quien sea que estuviera ahí los escuchara y pudiera lastimarlos pero el miedo se convirtió en enojo cuando vieron a Darren salir de la cocina con un cigarrillo entre sus dedos y soltando una bocanada de humo.

—Hola. —Dijo tranquilamente sorprendiendose por las caras de asco de la pareja. –Oh, entiendo. —Tiró su cigarrillo al piso y lo apagó con su pie.

—¡Idiota, puedes manchar el piso con eso! —Ciro tomó el cigarrillo del piso asegurándose de no tocar la parte que había estado en la boca de Darren.

—¿De donde sacaste eso? —Bruno odiaba el olor de esas cosas y aún podía sentirlo.

—Lo tomé de una tienda. —Dijo sacando una cajetilla de cigarrillos de su bolsillo derecho. —Le quiero mostrar algo, vengan. —Caminó hacia la puerta principal esperando que los demás le siguieran.

—¿A donde vas? —Preguntó Ciro luego de tirar el cigarrillo. — Tenemos que guardar todo eso.

—Caminen. —Respondió abriendo la puerta principal, esperando por ellos. Al estar los tres afuera empezó a caminar en total silencio siendo seguido por Bruno y Ciro que no dejaban de hacer preguntas las cuales ignoraba. Unos cinco minutos de caminata después de haber salido se detuvo en frente de una casa que tanto Ciro como Bruno habían visto pero nunca le prestaron atención. —Llegamos. —Dijo acercándose a la puerta de la casa y abriendola.

—¿De donde sacaste las llaves?¿Acá vives? —Preguntó el menor entrando con miedo a la casa.

—¿Y que nos quieres mostrar en una simple casa? —Cuestionó el novio de Bruno.

—No pregunten tanto, vengan. —Fué hacia el comedor de la casa donde estaba la sorpresa que había preparado para la pareja. —¿Te luce conocido, Bruno? —Por supuesto que lo conocía, ese chico le hizo la vida imposible durante toda la primaria y ahora estaba enfrente suyo atado a una silla sin escapatoria.

—¿Quién es? —Preguntó Ciro al ver que su novio había asentido. Nadie estaba más confundido que el chico atado a la silla, despertó atado y Darren no le estaba permitiéndole verlo.

–Él... Él estudiaba conmigo, en la primaria. —Ciro no había ido a la misma primaria que él, así que no tenía idea de como era ese chico. Ambos miraron a Darren que señalaba un cuchillo en la mesa del comedor.

—Tómalo. —Ordenó Darren y cerró los ojos cuando vió a Bruno negar con la cabeza. —¡Te dije que lo tomes! —Gritó sin ser escuchado por el chico en la silla. Bruno obedeció temblando, no iba a lastimar a ese chico, era incapaz.

—Darren, no. —Dijo Ciro mirándo a su novio tomar ese cuchillo. —No vamos a lastimar a nadie.

—Cierra la boca si no quieres terminar como él. —Estaba comportándose peor de lo normal y eso asustaba a ambos. —En la cabeza muerte instantánea, en el abdomen dolerá mucho y morirá lento pero se puede salvar, detrás de la cabeza apenas lo sentirá, en el pecho también está bien.

—No voy a matarlo. —Habían lágrimas corriendo por su rostro, tenía mucho miedo, nunca pensó estar en una situación así.

—Te dí opciones de como matarlo no de si lo quieres matar o no. —Respondió Darren sosteniendo a Ciro para evitar que le quitara el cuchillo a su novio.

—No lo hagas, sabes que esas cosas no terminan bien nunca. —Fue agresivamente tirado al piso por Darren.

—Te dije que te calles. —Se puso detrás de Bruno y se acercó peligrosamente a él causando que cada músculo de su cuerpo de tensara. —Mientras más tardes en matarlo será peor. —El chico atado a la silla estaba aterrado y confundido, no entendía que había tirado al piso a ese chico y con quien discutían.

—Bruno... —Le llamó su novio al verlo levantar el cuchillo que tenía en su mano derecha. El chico que le había hecho la vida imposible negaba con la cabeza, rogando por piedad y balbuceando cosas que no se entendían por la toalla que tenía en la boca.

Finalmente clavó el cuchillo en la cabeza del chico soltando un grito al mismo tiempo que su novio. Cayó al piso horrorizado y cubierto de sangre mientras que Darren solo los miro y sacó el cuchillo de la cabeza de aquel chico para pasar por la puerta de la despensa y volver unos segundos luego sin el cuchillo. —No creo que lo encuentren. —Dijo deteniéndose en seco al encontrar con que ambos habían vomitado. —Maldita sea. —No podía creer que fueran tan sensibles y simples. —Bruno quítate la ropa y limpiate la cara, te presto mi ropa. Y tu... Limpia eso. —Le ordenó a Ciro señalando el vómito.

—Eres un monstruo. —Dijo Bruno mirándolo horrorizado. —Eres terrible.

—Cállate y quítate la ropa, no tenemos todo el día. –Respondió empezando a quitarse la suya. —Me desharé de esa ropa, no podemos dejar ninguna evidencia, Ciro asegúrate de que no haya rastro de eso, usa cloro. —Ambos hicieron lo que Darren les mandó a hacer ya que no tenían opción, ahora eran criminales y si no querían tener un mal final tenían que hacer lo que decía.

Darren quedó en ropa interior ya que le dió su ropa a Bruno pero no le importaba ya que solo Ciro y Bruno lo podían ver. Tomó todo la ropa manchada de sangre que se quitó el menor e hizo lo mismo que había hecho con el cuchillo y cuando se aseguró de que no hubiera rastro del vómito, la única evidencia que podía quedar era el cadáver.

—Nunca podemos hacer esto de nuevo, nunca. —Dijo Ciro mirando hacia arriba y se quedó paralizado por unos segundos. —Mierda, mierda, mierda, mierda.

—¿Qué pasa? —Preguntaron Darren y Bruno al unísono, el último mirándolo preocupado.

—Tienen cámaras, seguro transmiten por Internet. —Dijo tirando de su cabello con ganas.

—Ya tenía eso arreglado, ninguna está funcionando. —Dijo caminando hacia la puerta de la casa. —Vámonos. —Fué rápidamente seguido por la pareja. El viaje de regreso a casa fué totalmente silencioso, muy diferente a lo usual.

Durante todo el camino a casa Bruno estaba totalmente distraído, como si estuviera hipnotizado en cambio Ciro casi no quitaba los ojos del cuerpo semi desnudo de Darren, principalmente de su trasero y se sentía culpable por eso, Darren se había dado cuenta de eso pero no dijo nada por que saber que ambos se sentían atraídos a su cuerpo le serviría para algo que tenía que hacer.

Al llegar a casa entraron aún en silencio y empezaron a poner en su lugar cada cosa que habían comprado anteriormente en el supermercado hasta que Bruno estalló en llanto. —Soy un maldito asesino. —Dijo para ser abrazado rápidamente por su novio. —Soy un criminal, un monstruo.

—No amor no, eres bueno, no eres un monstruo. —Odiaba escucharlo decir cosas malas sobre si mismo y más en una situación como esa, en la que no tenía culpa.

Al ver esa escena Darren simplemente decidió ir hacia la puerta más cercana para evitar pegarle una bofetada, odiaba que fuera tan débil, ese chico hizo de la primaria un infierno y el lloraba por haberlo matado, patético.

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Un poco tarde pero aquí esta queridas dos personas que aún leen esto.

28/06/2019 - 28/06/2019
15/08/2019

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